¿Qué hace la Mesa Social de la USAI?

La Mesa Social es un equipo de trabajo conformado por estudiantes con intereses en común, formando parte de la Unión de Sociedades de Alumnos del ITESO (USAI), enfocado al desarrollo y apoyo de proyectos e iniciativas en el ámbito social.

Dentro de la mesa se dividen dos áreas de trabajo: emprendimiento e innovación social, así como acción social, proporcionando las herramientas necesarias a los alumnos de la universidad, con la finalidad de dar la oportunidad de crear e innovar proyectos.

La Mesa Social tiene como objetivo vincular a los estudiantes de la comunidad del ITESO con el ecosistema emprendedor y encauzarlos a involucrarse con proyectos sociales. De igual manera, se pretende acercar y motivar a la participación de los alumnos a la problemática social.

Creemos que en el ITESO existe un enorme potencial emprendedor y creativo, y a la vez, los estudiantes estamos conscientes de lo que sucede a nuestro alrededor. Esta combinación nos invita a dar a conocer a la comunidad la posibilidad de emprender e innovar con un enfoque social. Por esta razón, una de las actividades principales que ofreceremos será el “Mes de Innovación Social y Emprendimiento” que se llevará a cabo en Octubre del presente año, con la finalidad de acercar a los alumnos a que conozcan las diferentes herramientas necesarias para iniciar un proyecto de este tipo y estén conscientes de las oportunidades que están a su alcance tanto en la universidad, como en organismos gubernamentales, iniciativa privada y otras comunidades.

Más información, escríbenos: miryammancha@hotmail.com

21 de septiembre día internacional de La Paz

 Un anhelo generalizado, la paz…

Por: Carlos Francisco Castañeda de la Rosa.

Cada año el 21 de septiembre, la ONU conmemora el día internacional de La Paz. La idea básicamente es que la humanidad renueve su compromiso y atención sobre este derecho que algunos consideran como el súmmum de los derechos humanos. En la paz se puede condensar no solo la ausencia de hostilidades entre las personas y países, sino todo aquello que las personas hacen o hacemos para que el bien de los demás y de uno mismo sea mayor, lo cual es inagotable. Esta última idea de la paz es considerada como Paz Imperfecta:

… optamos por llamar paz imperfecta… En primer lugar para hacer una ruptura con las concepciones en las que la paz aparece como algo perfecto, infalible, utópico, terminado, lejano, no alcanzable en lo inmediato. Alcanzable en el otro mundo, en la gloria, los cielos, con la mediación de los dioses, lejos de los asuntos mundanos, fuera de alcance de los humanos por si mismos. En segundo lugar, tal como venimos afirmando, una paz imperfecta que ayuda a reconocer las prácticas pacíficas allá donde ocurran, que nos descubre estos hitos como apoyos de una paz mayor, más amplia. Y en tercer lugar una paz imperfecta que nos ayuda a planificar unos futuros conflictivos y siempre incompletos… (Francisco A: Muñoz, Universidad de Granada)

En nuestro actual contexto local y nacional, con una cultura de violencia que permea casi todas las esferas de la vida y de la sociedad, que lamentablemente podemos ver en la inseguridad pública, las falta de oportunidades laborales dignas, la baja calidad educativa que recibe la mayor parte de la población, la corrupción generalizada que frustra esfuerzos legítimos de construir una patria más humana, de vejaciones constantes contra las mujeres y una larga lista de ejemplos que podríamos ofrecer, en medio de todo eso y de muchas otras formas cotidianas de violencia, personas y organismos de la sociedad civil de la Zona Metropolitana de Guadalajara trabajan todos los días por aportar acciones, reflexiones, signos, caminos de paz, de esta paz imperfecta.

Precisamente para conmemorar activamente el día internacional de La Paz, algunos de estos organismos de la sociedad civil organizada, organizados en un Colectivo que se ha denominado C-Paz, están preparando un Festival del día de la Paz, a celebrarse en la vía Recreativa, sobre el camellón de la av. Chapultepec, entre av. La Paz y Lerdo de Tejada, el próximo 20 de septiembre entre las 9 y las 14 horas. En este festival se llevarán a cabo juegos cooperativos, exposiciones, un concierto de rock, y otras actividades lúdicas y reflexivas destinadas tanto a los niños como a los jóvenes y adultos.

El programa Institucional de Derechos Humanos y Paz del ITESO estará presente como parte de este colectivo, en el que alumnas y alumnos de la asignatura de Cultura de Paz expondrán el origen del día internacional de la paz, conceptos de paz y estarán animando a la participación juegos relacionados con los derechos humanos.

Los organismos de la sociedad civil que participarán en este festival son: COMUNIDAD CRECE, CONSTRUCTORES JUVENILES DE PAZ, COLORES DE JALISCO, GISES POR LA PAZ, GUERREROS DE LUZ, MESA DE PAZ Jalisco, FAFI: FUNDACIÓN PARA APOYO A LA FORMACIÓN DE LA INFANCIA, CREANDO UNA CULTURA DE PAZ AC: CREAPAZ, PORTAVOCES DE PAZ, ITESO PROGRAMA DE DERECHOS HUMANOS Y PAZ, FM4 PASO LIBRE (DIGNIDAD Y JUSTICIA EN EL CAMINO A.C.), ESCUELAS DE PERDÓN y RECONCILIACIÓN: Es. Pe. Re., CISV México, ANIMAL FEST, AMNISTÍA INTERNACIONAL, Oficina Occidente.

 

 

¿Qué es y qué hace la Unión de Alumanos/as en ITESO?

Correo: usai.iteso@gmail.com
Oficina: C-106

La Unión de Sociedades de Alumnos del ITESO (USAI), es un organismo autónomo elegido democráticamente, con la tarea de representar a todo el alumnado de las distintas carreras que se ofertan dentro de nuestra institución. Esto con el objetivo de mantener un canal de comunicación entre el alumnado y las autoridades, además impulsar sus proyectos y experiencia universitaria.

La USAI se conforma por una Asamblea General (Con representación de presidentes de cada carrera y Colectivos) y una Mesa Directiva, la cual es votada por los alumnos en un proceso electoral y cumple funciones por un periodo de un año.

La actual mesa directiva fue electa el 28 de Abril pasado, en un proceso histórico en el que por primera vez votó más del 10% de la matrícula en el ITESO, entró en función el 17 de Agosto y se conforma por la planilla AMO ITESO (Alumnos en Movimiento).

La mesa directiva está conformada por el presidente Andrés Treviño, vicepresidente Luis Camarena, las tesoreras Mariana Ortiz y Arantxa Gasca; y la secretaria Martha Pérez.

La plataforma de trabajo de la USAI, busca integrar los proyectos y esfuerzos de los estudiantes brindándoles una plataforma sólida, en la que las personas interesadas en ser parte activa y participativa de su entorno encuentren las herramientas necesarias para lograr maximizar el alcance de sus ideas.

Con el objetivo de impulsar la mayor cantidad de proyectos, se crearon las mesas de trabajo, grupos de estudiantes activos que comparten intereses en común, así se concentran los esfuerzos de personas realmente apasionadas en el tema, las mesas de trabajo son:

  • Logística
  • Comunicación
  • Liderazgo
  • Cultura
  • Verde
  • Salud
  • Social

Las mesas son abiertas para que cualquier interesado en llevar a cabo un proyecto propio o quiera apoyar uno existente, tenga las herramientas y el apoyo necesarias para concretar las metas propuestas.

La USAI es una organización que busca darle voz y empoderar al ITESIANO para que se vuelva el agente de cambio dentro y fuera del ITESO que merece ser, esto a base de esfuerzo, participación y buena gestión. La USAI es una organización abierta y siempre se reciben interesados en ser parte activa de su universidad.

 

¿Por qué permitimos que sigan despojando al Pueblo Wixárika de sus territorios?

Por: Rocío Landey Román
Programa Indígena Intercultural CIFS-ITESO rlandey@iteso.mx

El 10 de agosto el pueblo Wixárika a través de su Consejo Regional realizó, en coordinación con el Iteso, el foro “El Pueblo Wixárika en defensa del kiekari, su territorio” para informar sobre las diversas problemáticas por las que atraviesa su tierra ancestral, entre las que destacan las concesiones mineras en Wirikuta, los proyectos turísticos en San Blas, Nayarit, la construcción de la Presa Las Cruces en el Río San Pedro Mezquital, Ruíz, Nayarit, la invasión de caciques a la comunidad de San Sebastián Teponahuaxtlán en Jalisco, entre otras.

Aprovecharon para anunciar que sus acciones son emprendidas en un solo frente integrado por todas sus comunidades a través de este Consejo, como expresión de su autonomía respecto a las acciones que determinen para la defensa territorial. [1]

Otra de las motivaciones del evento fue el generar alianzas con la sociedad civil. En realidad cualquier ciudadano con un mínimo de empatía podría comulgar con estas y otras causas similares, sin embargo no basta con empatizar y solidarizarse simbólicamente. Parece que no nos termina de quedar claro que la defensa de este y otros territorios nos concierne a todos en menor o mayor medida. ¿Cómo ignorar las implicaciones ambientales?, ¿cómo se busca construir un Estado respetuoso de los derechos humanos si dejamos que se sigan despojando a los pobladores originarios de sus tierras?.

En ese sentido, ser solidarios no es un aspecto que se limite al ámbito de la simpatía por una causa, sino a una obligación ciudadana, además que nuestra solidaridad tendrá que ser expresada en términos horizontales, labor difícil de comprender, pues históricamente hemos aprendido a relacionarnos en verticalidad-dominación con estas poblaciones.

Más allá de acciones concretas en las que podamos poner nuestras habilidades al servicio de este tipo de causas, queda el cuestionamiento de cómo formar ciudadanos capaces de horizontalizar sus prácticas profesionales y cotidianas. Como universidad estamos obligados a reflexionar sobre nuestra labor educativa, a pensar en una educación que incorpore formas distintas de relacionarnos con el Otro y con el entorno; a cuestionar nuestra idea de sociedad a partir del análisis histórico y de cómo se han ido determinando las condiciones sociales actuales, las relaciones de poder vigentes y, por el caso, las configuraciones territoriales y políticas que hoy son motivo de conflicto y aquejan a los pueblos originarios, principalmente.

También a generar vínculos más estrechos con grupos y comunidades en resistencia; a incorporar distintas matrices de pensamiento en la vida académica; a formar ciudadanos capaces de ser sociedad pluricultural por la vía de los hechos, a facilitar los canales de comunicación entre los diversos y generar plataformas de solidaridad compartida. Se trata de pensar la universidad bajo el paradigma de que lo que nos horizontaliza como sociedad y nos enriquece como institución.

[1] Link para leer el pronunciamiento del Pueblo Wixárika.

 

México, una democracia adolescente

Por Bernardo Masini, profesor del ITESO y Presidente del Capítulo Jalisco de la Amedi
masini@iteso.mx / @BernardoMasini

En el verano de 2000, ante el inusitado triunfo electoral de un partido distinto al PRI que llevó a la presidencia de la República a Vicente Fox, muchos analistas se preguntaban qué grado de madurez había alcanzado la democracia mexicana. La tara más grande, la que muchas generaciones se cansaron de ver sin posibilidades de eliminarla, había caído por fin: el partido fundado por la “familia revolucionaria” (Álvaro Obregón Dixit) tendría que dejar Los Pinos. Recuerdo que ante tal escenario Enrique Krauze señaló que teníamos una democracia adolescente. Debo reconocer que no siempre comparto las opiniones de este historiador, pero en el marco de aquella coyuntura me puse a pensar qué implicaciones tenía la metáfora.

Asumir que una democracia es adolescente conlleva la idea de que ya abandonó la infancia. Eso ya es algo de terreno ganado. En el caso mexicano podríamos decir que ya no estábamos en la fase de la simulación a ultranza. Había competencia real entre partidos y el cómputo de los sufragios se había vuelto verosímil. Pero no había mucho más. Los medios de comunicación todavía tenían candidatos favoritos; los poderes fácticos daban visibilidad a quienes querían y, sobre todo, los espacios para la participación ciudadana eran muy limitados.

El propio sentido de la palabra ‘adolescente’ es bastante diáfano: adolecer es padecer una enfermedad o presumir alguna carencia o defecto. Si los jóvenes no están listos para asumir las riendas de su vida por el hecho de haber dejado la infancia… son adolescentes. Todavía tienen cambios bruscos e inexplicables de conducta; están explorando sus límites y sus habilidades; y están delineando su personalidad. Si nuestra democracia había llegado a esa etapa, dando crédito a la propuesta de Krauze, aún tenía que pasar por algunas pruebas previas a su madurez.

La más importante de ellas, creo, tiene que ver con las condiciones que brinda el sistema para que cualquier ciudadano interesado en la vida política y social manifieste sus ideas y estas puedan cruzarse con las de los actores políticos. A lo largo de la historia esas condiciones no siempre han sido creadas por los propios ciudadanos, quienes se han conformado con manifestarse eventualmente en mítines, en las encuestas o en los pocos espacios que abren los noticieros para que sus audiencias viertan comentarios. En este sentido la madurez de la democracia no ha dependido del sistema de partidos, sino de los ciudadanos que con creatividad han buscado la manera de recuperar el peso que en teoría les corresponde en las esferas públicas. Los partidos y los poderes fácticos, como los empresarios poderosos o la delincuencia organizada, pueden dirimir estrategias de resistencia frente al ímpetu de la ciudadanía que busca espacios de expresión. La efectividad de esas estrategias determina el grado de libertad de expresión de un grupo social.

Romanticismos aparte, la libertad de expresión es necesaria para explicitar y difundir entre todos las necesidades de todos. Solo cuando los individuos cultivan el hábito de escuchar a otros individuos se visibilizan las áreas de oportunidad de una comunidad. Por eso ese tipo de espacios nunca sobran. Nunca son más de los que se necesitan. Incluso los sistemas de recolección de opiniones mejor intencionados han sido hasta hoy incompletos.

Podríamos concluir que la calidad de una democracia es directamente proporcional a las condiciones de expresión de los ciudadanos que la integran. Esa manifestación de ideas debe canalizarse de tal manera que cada individuo tenga la sensación de que pudo colocar cuanto quiso decir, sin restricciones temáticas o valorativas.

A lo largo de la historia los medios de comunicación se han preocupado tanto por recoger las voces de los miembros de la estructura gubernamental que han desatendido las de la ciudadanía las más de las veces (hay loables excepciones). Un modelo ideal de comunicación habría de procurar que la sociedad política y la sociedad civil –por referirlas como lo hizo Gramsci – tengan condiciones similares de acceso a los escenarios de la manifestación de las ideas. En la medida en que esto se logre una democracia puede abandonar paulatinamente su adolescencia.

La desaparición forzada, nada que celebrar

José Bautista Farías[1]

¿Quién consideras que es el principal responsable de las desapariciones forzadas?, para el 41% de los encuestados el gobierno y las organizaciones criminales, para el 40% las organizaciones criminales y un 14% el gobierno. Revela una encuesta nacional de Parametría[2] sobre el tema. El sólo hecho de que aparezca el gobierno como uno de los responsables de este delito nos advierte que algo anda mal en nuestro sistema de gobierno. El 87% de las personas encuestadas refiere que en México sí existen las desapariciones forzadas contra un 3% que negó su existencia y un 10% que dijo ignorarlo. Según Ximena Antillón, de Fundar, en el país existen más de 22 mil casos documentados de desapariciones en el país, más de 12 mil ocurrieron en la pasada administración federal y bajo el actual gobierno se registraron más de 9 mil desapariciones bajo este esquema.

Para algunas personas puede resultar paradójico que el 30 de agosto haya sido declarado el “Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas”, ¿A quién se le ocurrió semejante atrevimiento?, ¿acaso los gobiernos no deberían de ocuparse de que esto no ocurra?, ¿de qué magnitud es este problema para que la ONU tome cartas en este asunto? Según un estudio de la ONU en el mundo se contabilizaron más de 43 mil casos de desapariciones. México es el país de América Latina más cuestionado en este tema a raíz de los 43 estudiantes normalistas desaparecidos en Ayotzinapa, el pasado 26 de septiembre de 2014. De los 195 países del mundo, solamente 46 han ratificado la declaración sobre desapariciones forzadas, entre ellos México. En un informe del alto comisionado de la ONU (feb/2015) concluyó que “la impunidad por las desapariciones en México, al igual que la tortura y el uso de la violencia por parte de las fuerzas federales, eran una práctica esparcida por todo el territorio de manera generalizada”. La cancillería mexicana negó dicho informe bajo el argumento de que en el diagnóstico presentado existían inexactitudes estadísticas.

Para Luis Raúl Gonzáles Pérez, presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos el país no tiene la posibilidad de dimensionar el verdadero problema de las desapariciones forzadas, en virtud de que se adolecen de bases de datos confiables y actualizados para determinar con certeza el número de casos imputables a las autoridades del Estado y distinguirlos de aquellos que son responsabilidad de particulares (La Jornada, 27/08/15).

Lo que sí se sabe es que las desapariciones forzadas es un fenómeno que va en ascenso en varias partes del mundo; que es un método utilizado por gobiernos y grupos criminales con el fin de infundir temor y someter a las y los ciudadanos. Se conoce que en su origen fue ejercido por las dictaduras militares y que actualmente se usa como medida de represión política de los oponentes. También se sabe que es usado principalmente en contra de los defensores de derechos humanos, los parientes de las víctimas y sus abogados, los periodistas, entre otros y que la impunidad que impera en algunos países favorece su práctica.

Según datos de Amnistía Internacional desde 2007 en México han desaparecido cerca de 25 mil personas, la mitad de éstos durante el actual gobierno. En Jalisco, el Registro Nacional de Personas Desparecidas y Extraviadas, establece que hay más de dos mil 160 personas desaparecidas. De acuerdo con integrantes de “Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos en Jalisco” (FUNDEJ) no se han visto resultados a la fecha por parte del Área de Búsqueda de Desaparecidos de la Fiscalía del Gobierno de Jalisco (La Jornada Jalisco, 31/08/15).

Dentro de las acciones que actualmente se impulsan por parte de organismos civiles y el gobierno federal para hacer frente a este problema destacan: una nueva ley sobre desapariciones forzadas, la actualización del registro nacional de personas desaparecidas y extraviadas, la creación de una fiscalía especializada en la materia y de un sistema nacional de búsqueda vinculado a un mecanismo trasnacional, entre otras acciones. Pero todo esto resultará en vano si no se ataca a fondo la impunidad, corrupción y convivencia de las autoridades con las organizaciones criminales que imperan en el país.

[1] Académico del Centro de Investigación y Formación Social del ITESO.

[2] La encuesta de Parametría se efectuó del 22 al 26 de agosto de 2014 con una muestra de 800 personas a nivel nacional realizada en viviendas, con un margen de error de +_ 3.5%.

Sistematización del proceso de construcción de la Alianza Ciudadana para el Desarrollo Regional Alternativo del Sur de Jalisco (ACDRA-SURJA)

Introducción

El presente documento constituye un esfuerzo de sistematización orientado a la recuperación de las prácticas socio-académicas enfocadas a la construcción de la ACDRA-SURJA, es decir, incorpora una doble mirada: la mirada de los propios promotores de la ACDRA –y miembros a su vez de la Comision Coordinadora (CoCo)- en relación a las acciones desempeñadas con esa función pero, al mismo tiempo, también la mirada de los académicos del Programa de Desarrollos Regionales Alternativos (PDRA) del Centro de Investigación y Formación Social (CIFS) del ITESO, acompañantes de dicho proceso de construcción.

Se trata, por tanto, de un proceso común, vinculado, articulado, en suma, de un proceso de inter-acción entre la organización y el grupo universitario. Esta doble mirada pretende ser no excluyente ni dicotómica, dado que involucra al pensamiento (una mirada razonada) pero, también, las emociones (una mirada afectada) y la acción misma de sistematización-recuperación (una mirada reflexiva).

Así, el documento cuenta con tres apartados: la mirada social con la sistematización y recuperación de la práctica de los promotores de la ACDRA, la sistematización realizada por los académicos del PDRA-CIFS sobre su quehacer en este proyecto regional y, finalmente, algunas reflexiones finales que nos permiten apuntar hacia los principales retos a futuro que se desprenden de las experiencia, así como las limitaciones y los retos que ha supuesto esta alianza socio-académica en el sur de Jalisco.

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Solidaridad campesina en México: el caso de la ACDRA

Por: Guillermo Díaz Muñoz

“Aquí todo va de mal en peor. La semana pasada se murió mi tía Jacinta y el sábado, cuando ya la habíamos enterrado y comenzaba a bajársenos la tristeza, comenzó a llover como nunca. A mi papá eso le dio coraje, porque toda la cosecha de cebada sta asoleándose en el solar”. Juan Rulfo, “Es que somos muy pobres”, cuento de El Llano en llamas.

Como augurio de Juan Rulfo, México se ha convertido en una tragedia nacional, un escenario de barbarie que alcanza su clímax con los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, en el estado de Guerrero, desaparecidos desde fines de septiembre de 2014. Con toda su rudeza, se trata apenas de la punta del iceberg dado que algunos cálculos señalan que en este país existe más de 22 mil desaparecidos y más de 100 mil muertos desde fines del año de 2006 a la fecha, producto de la guerra contra el crimen organizado emprendida por el Estado mexicano. De ahí que el propio Comité de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) contra la Desaparición Forzada, al presentar sus recomendaciones al gobierno mexicano en febrero de 2015, sostenga que las desapariciones forzadas en México son generalizadas y que la mayoría de ellas quedan impunes. En contrapartida, además de las múltiples manifestaciones masivas de repudio de la sociedad mexicana ante esta violencia estructural, numerosos grupos campesinos, indígenas y urbano-populares en todo el territorio nacional construyen día a día alternativas solidarias de diversos tipos. Es el caso de la Alianza Ciudadana para el Desarrollo Regional Alternativo en el sur del estado de Jalisco (ACDRA-SURJA), organización social de tipo territorial cuyo origen se remonta hacia fines de la década pasada. Esta organización surge por una iniciativa de una vinculación universitaria del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) con el fin de articular las numerosas prácticas colectivas presentes en el sur de Jalisco desde la perspectiva de la construcción de alternativas al desarrollo territorial dominante en dicha región. La presente colaboración es parte de los productos derivados de esta asesoría y acompañamiento del ITESO, mediados por un proceso de Investigación Acción Participativa. De esta experiencia de solidarismo popular damos cuenta en el presente capítulo, partiendo de un acercamiento al modo de vida campesino en México para posteriormente compartir la experiencia de la ACDRA en sus diversas dimensiones ciudadanas tomando en consideración los modos de vida, las prácticas culturales y los valores que han venido animando a la organización desde sus orígenes.

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EL DÍA INTERNACIONAL DE LOS PUEBLOS INDIGENAS Y LA SALUD COMO EXPRESION DEL BUEN VIVIR

Por: Guillermo Díaz

Desde hace varios años, la Asamblea General de las Naciones Unidas, a través de su Asamblea General del 23 de diciembre de 1994, estableció celebrar el Día Internacional de las Poblaciones Indígenas. Este día, que se celebra el 9 de agosto, tuvo como tema para el 2015 “la garantía de la salud y el bienestar de dichos pueblos”. Se considera que existen cerca de 5,000 grupos indígenas – llamados también pueblos originarios, pueblos ancestrales, primeros pueblos, pueblos tribales, autóctonos o aborígenes- integrados por aproximadamente 370 millones de personas que viven en más de 70 países de cinco continentes.

Por otra parte, el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo es un tratado internacional, firmado por México entre muchos países más, que retoma los derechos colectivos de los pueblos indígenas, entre los que destaca el derecho a la libre determinación como derecho humano que poseen todos los pueblos, el cual ya está considerado también en la Carta Internacional de Derechos Humanos de la ONU, tanto en su apartado de Pactos sobre Derechos Civiles y Políticos como en el de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales.

Sin embargo, a pesar de que los debates en torno a los pueblos indígenas no son nuevos –cabe recordar a Fray Bartolomé de las Casas y su defensa de los indígenas, quien ofreció una argumentación filosófico-ética en torno a la humanidad de los indios en América y ganó el debate jurídico en su tiempo-, la realidad de opresión, marginación y explotación criminal que durante siglos sufrieron los pueblos indígenas cobró una nueva y desafiante visibilidad mundial con el alzamiento zapatista. Despojados históricamente de sus tierras y territorios (sus recursos naturales y sus ecosistemas), violentadas sus culturas originarias, excluidos de los procesos de toma de decisiones, durante siglos han sido marginados, explotados, asimilados por la fuerza y sometidos a represión, tortura y asesinato cuando levantan la voz en defensa de sus derechos. Por miedo a la persecución o la necesidad de la sobrevivencia económica, a menudo se convienen en desplazados o refugiados, o en migrantes y jornaleros agrícolas, y en ocasiones se han visto obligados a ocultar su identidad, abandonar su idioma y sus costumbres tradicionales. Esta dinámica ha sido profundizada en esta fase depredadora y salvaje del capitalismo neoliberal de las tres últimas décadas.

Bajo esas condiciones, ¿qué significado puede tener para los pueblos originarios que la ONU celebre anualmente este día internacional? Más aún, ¿qué significado tiene para diversas culturas indígenas la celebración en 2015 cuyo tema se refiere a la salud y su bienestar?

Frente a estos discursos institucionalizados globalmente -términos como soberanía y autodeterminación son también cercanos a la noción de autonomía, así como sus extensiones de autoafirmación, autodefinición, auto-delimitación, auto-organización, autogestión, etc.-, para el caso de los pueblos indígenas, las decisiones propias para definir su destino y vida propia, tanto presente como futura, son la esencia de la autonomía. De ahí que los elementos de autonomía, autogobierno, elección de representantes por usos y costumbres e instituciones propias para la toma de decisiones sean parte fundamental de la autodeterminación.

De ahí que la realidad vaya en contra de lo que supuestamente se pretende. ¿Cómo hablar de la salud de los pueblos indígenas cuando todo se expropia, incluyendo sus plantas medicinales y sus prácticas? Ya Noemi Klein[1] documenta la manera como el supuesto bienestar se traduce en un malestar a través de de lo constituye la privatización de la vida y del conocimiento. Klein lo analiza desde la multiplicación de las patentes y la manera como las grandes transnacionales y universidades extranjeras, en una alianza perversa, se apropian del conocimiento socialmente producido. La biodiversidad” se constituye en otro botín muy apreciado por las corporaciones transnacionales a través de la biopiratería”. El caso de los programas de obtención de recursos genéticos en Chiapas es tan sólo una muestra de esta expropiación social indígena-apropiación privada transnacional.

Así, las plantas medicinales y el saber indígena tradicional en materia de salud pasan a formar parte del conocimiento patentado por estas empresas (Monsanto y el ejército de los Estados Unidos son una expresión de ello). Frente a esta práctica de biopiratería, expropiadora y privatizadora, los movimientos sociales de resistencia en Chiapas se convierten en una alternativa que trata de impedir el saqueo e impulsar las prácticas de las médicas populares y parteras. Pero no sólo en Chiapas, sino en América del sur y otras regiones del mundo.

Si la salud es uno de los ingredientes básicos, un proceso fundamental de la “vida buena”, la reivindicación y el respeto de los saberes ancestrales y la desprivatización de sus plantas medicinales debería der ser incorporados en cualquier esfuerzo institucional globalizado, además de la existencia de clínicas y hospitales de diversos niveles, y no sólo como la ONU pretendió celebrar el Día Internacional de los Pueblos Indígenas el pasado 9 de agosto. ¿Autonomía? Para los pueblos indígenas, la verdadera autonomía es de quien la trabaja.

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[1] KLEIN, Naomi (2007), ¿Un mundo patentado? La privatización de la vida y del conocimiento, Paidós, Barcelona.

 

Décadas, generaciones y años: Desigualdad de las mujeres en México

Por: Rosa Gutiérrez, integrante del CEPAD

Artículo publicado en el Blog de la OSC CEPAD

Generaciones y generaciones, años y años y las mujeres seguimos padeciendo desde menores salarios, limitaciones para aspirar a cargos jerárquicos, políticos y distintos los que tradicionalmente hemos desempeñado, sobre carga de trabajo, y hasta la invasión de nuestra vida privada con el cumplimiento de exámenes de no embarazo.

De acuerdo con el INEGI en su estudio “Mujeres y Hombres en México 2014” las mujeres representamos el 51.2 por ciento de la población, es decir que habemos 105 mujeres por cada 100 hombres.

En casa nuestras actividades se duplican, nos hemos incorporado al mercado laboral y de todas formas recae en nosotras las actividades domésticas no remuneradas. Por cada 10 horas de trabajo de una mujer, el hombre labora 8.6. El informe menciona que si tradujéramos en pesos las labores domésticas, éstas serían equivalentes a una quinta parte del producto interno bruto (PIB).

Para 2014 una cuarta parte de los hogares en México tenía como jefa a una mujer; sin embargo en los hogares con jefatura masculina, los hombres tienen la titularidad de la propiedad en 91.3 por ciento de los casos.

Nuestra participación política está descafeinada, el estudio indica que en el Senado, del total de las 64 Comisiones Ordinarias sólo 19 son prescididas por una mujer. En la Cámara de Diputados y Diputadas de 56 Comisiones, sólo 13 son presididas por mujeres.

Al cuadro desalentador le podemos agregar que siete de cada 10 mujeres nos sentimos inseguras al salir a la calle; seis cuando hay que usar el transporte público y cuatro de cada 10 cuando asistimos a los parques o centros recreativos.

Hombres y mujeres somos parte del patriarcado, lo vivimos, no necesariamente lo hacemos consciente, lo padecemos y lo reproducimos. Conviene recordar que en materia de derechos humanos, el Estado mexicano y sus gobiernos tienen la obligación a nivel internacional de generar condiciones de igualdad para las mujeres.

El artículo 5 de la Convención sobre la Eliminación todas las Formas de Discriminación contra las Mujeres (CEDAW), menciona: Los Estados Partes tomarán todas las medidas apropiadas para: a) Modificar los patrones socioculturales de conducta de hombres y mujeres, con miras a alcanzar la eliminación de los prejuicios […] basados en la idea de la inferioridad o superioridad de cualquiera de los sexos […]. Y en materia laboral el artículo 11 establece: 1. Los Estados Partes adoptarán todas las medidas apropiadas para eliminar la discriminación contra la mujer en la esfera del empleo a fin de asegurar, en condiciones de igualdad entre hombres y mujeres, los mismos derechos.

Vivímos en un país donde ser mujer joven, tener buena apariencia, y no tener familia aminora los riesgos de padecer discriminación laboral; y en realidad yo me estoy preguntando: Si somos mayoría, si tenemos un papel tan importante en la sociedad, si generamos nuestros propios ingresos económicos ¿por qué seguimos padeciendo, viviendo, soportando, aguantando que nos discriminen por ser mujeres, que nos paguen menos por ser mujeres, que nos dejen exclusivamente el cuidado del hogar y de los hijos e hijas por ser mujeres?

¿Por qué seguimos tolerando que la sociedad en su conjunto nos trate y pague como si fuéramos seres inferiores?

 

 

Centro Polanco un servicio a la comunidad: te cuido, me cuidas, nos cuidamos

Por: Jorge Mora Gomez, alumno de psicología del ITESO

Centro Polanco está ubicado en la calle Juan José Ríos (22) #3466 Colonia Polanco entre Longinos Cadena y Andrés Balvanera, Guadalajara, Jalisco.

El Centro Polanco tiene como objetivo dar un servicio a la comunidad donde está insertado y proporcionar  a los alumnos de las carreras de Psicología y Educación del ITESO, un lugar representativo popular, para la realización de prácticas profesionales y de proyectos de servicio social.

El centro es un establecimiento de dos pisos, con espacios muy reducidos debido que fue construido como una casa habitación en donde con el paso del tiempo se adaptaron las instalaciones para uso de varios salones, cubículos, baños, una cocina, una oficina y una pequeña recepción.

El programa de talleres para adultos en el Centro Polanco atiende a personas mayores de edad que tengan motivación por el autoconocimiento y deseos de mejorar áreas psicoafectivas y/o del comportamiento. El programa de niños también atiende el área psicoafectiva y social de los asistentes así también atienden los rezagos educativos que presentan. El propósito general fue integrar aprendizajes y evaluar las interacciones y modos de escucha a nosotros mismos y con los usuarios del escenario. Promoviendo el cuidado de sí, de los otros y del ambiente, echando mano de técnicas terapéuticas y metodologías educativas haciendo énfasis en la dimensión experiencial de los asistentes y facilitadores.

Muchas de las mujeres que asisten a las actividades del centro Polanco llevan consigo a sus hijos. Con la intención de permitirles una mejor atención en los talleres a los que asistían. El taller Caramelo, que en sus inicios se pensó como una “guardería”.  Los alumnos del semestre pasado consideraron que sería buena idea darle un propósito a este momento en que tenían que “cuidar a los niños” por lo que decidieron darle las características, del taller promoviendo que los niños aprendan a  escuchar a su cuerpo a partir de poner atención a sus sensaciones. Todo esto en el marco de la dimensión experiencial. En este semestre nosotros dimos continuidad a esta idea que en Otoño de 2014 arrancó como prueba piloto.

Para el grupo de adultos se dividió el grupo de alumnos en dos: Taller de bienestar “te cuido me cuidas nos cuidamos” y Taller para padres “¿Cómo ser una buena mamá y sentirme bien?”.

El propósito de los talleres es que por medio de un encuadre teórico y un proceso metodológico específico, realicemos la intervención adecuada teniendo en cuenta las necesidades de los usuarios. Promover el bienestar de las personas así como identificar las problemáticas y hacer una intervención a las problemáticas identificadas.

Se abordaron diferentes temas en los talleres como la comunicación, los sentimientos, la autoestima, el llanto, la personalidad, entre otros.

Mi experiencia:

Me he dado cuenta que la simple escucha es la mejor herramienta para las personas facilitarles la solución de sus propios problemas; sentir el compromiso de que éstas personas me están viendo como “profesional”, mostrar una postura de seguridad y confianza en sí mismo, ser responsable de lo que se vaya a decir. Quizás sí es importante abordar un poco de información, pero depende de cada uno cómo maneje esa información. Creo que al haber sido expositor de algunas sesiones me sentí agradecido por recibir la oportunidad que esas personas que tienen una cantidad de deberes, se tomen el tiempo a escuchar y que sean escuchadas.

Además, aprendí a conocerme a mí mismo. A no ignorar lo que siento en mi cuerpo, y darme la oportunidad de sentirlo. Nuestro cuerpo  conserva mucha información, pero la he pasado por alto, y esa información es la que me ha ayudado a conocerme más. Además aprendí a ser más paciente conmigo mismo, darme cuenta que las cosas no se lograrán al momento, todo a su ritmo.

 

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