Los festejos del maíz, celebrarlo y defenderlo

Jaime Morales Hernández

El escenario rural en nuestro país presenta una amplia variedad ecológica y por esta razón México se ubica entre los países con mayor diversidad biológica. Es también uno de los países con mayor diversidad cultural en el que coexisten pueblos indígenas, mestizos, afroamericanos, criollos, e inmigrantes. A partir de esta diversidad biológica y cultural, se ha desarrollado a lo largo de la historia una importante agrodiversidad reflejada en variados sistemas agropecuarios, y por ello Mesoamérica -cuyo territorio ocupa buena parte de nuestro país- es uno de los ocho centros mundiales de origen de las plantas cultivadas.

Entre ellas sobresalen las plantas de la milpa, el policultivo basado en maíz, frijol y calabaza y que juegan un papel esencial en la alimentación y la cultura del pueblo mexicano. Desde finales de septiembre comienza la cosecha el maíz y de los diversos cultivos de las milpas sembradas bajo el temporal por todos los rincones del país. Los hogares rurales se alegran con la presencia primero de los elotes, y después del grano que desde hace nueve mil años garantiza la continuidad de la vida campesina y de la civilización mesoamericana.

Como en todas las culturas rurales, la cosecha es ocasión de fiesta y en las comunidades y familias se celebra disponer de este alimento, que recompensa a un duro ciclo de trabajo. A esos festejos desde hace ya varios años, se han sumado diversos movimientos de la sociedad civil, quienes han elegido como día nacional del maíz, el 29 de septiembre, y a partir de ese día por ciudades y campos del país se multiplican y extienden, jornadas, encuentros, convivencias, talleres y otras muchas formas de celebrar y defender a nuestro maíz ante las amenazas de la agricultura industrial globalizada y de uno de sus componentes centrales; los organismos genéticamente modificados (OGM), o cultivos transgénicos.

Las políticas neoliberales han colocado al campo mexicano en una profunda crisis y el maíz elemento articulador del paisaje rural mexicano se encuentra también seriamente amenazado. El avance de los transgénicos, la pérdida de las semillas nativas, la importación indiscriminada, la disminución del maíz en la dieta nacional, el avance de la agricultura industrial, y la presencia de grandes consorcios agroalimentarios, son algunas de las causas de esta compleja problemática que atenta contra el maíz y contra la agricultura familiar y campesina que lo produce.

La defensa de un alimento y de un bien cultural como el maíz ha logrado establecer novedosas relaciones entre los movimientos rurales y los movimientos urbanos, como el consumo responsable de maíz nativo y agroecológico, las experiencias de comercio justo en tortillerías y tianguis y la celebración conjunta de actividades por el día del maíz. Para estos movimientos, la defensa del maíz y de la agricultura campesina es un componente central de una vida rural más justa e incluyente.

La agricultura nos dicen los agricultores Jose Bové y Francoise Dufour en libro La Semilla del Futuro, se ha convertido en un motor de movilización social, porque ni la naturaleza, ni los agricultores, ni los alimentos, ni los consumidores pueden ser tratados como simples mercancías. La celebración del maíz nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre nuestro derecho a la soberanía alimentaria y al control ciudadano de lo que sembramos y de lo que comemos, por ello cotidianamente, defendamos y festejemos a nuestro maíz, a nuestra gastronomía, a nuestra cultura y a los campesinos e indígenas que siembran nuestro futuro.

Alimentar al mundo cuidando el planeta

Por: Rosa Gutiérrez

¿Cuáles son las posibilidades de la agricultura familiar para contribuir a la crisis alimentaria?

“Es muy clara la evidencia en América Latina de la importancia de la agricultura familiar como generadora de alimentos, pero también como la base de agriculturas más sustentables y respetuosas con el medio ambiente”, comenta Jaime Morales, Investigador Académico del CIFS – ITESO, quien participó en Colombia, en el Cuarto seminario internacional de agroecología: La agricultura Familiar y la sustentabilidad.

El evento fue organizado por Universidad Santa Rosa Del Cabal en el Departamento de Risaralda, del 17 al 19 de septiembre, con el objetivo de intercambiar experiencias entre la academia, agricultores/as y la comunidad de la Agroecología y Agricultura Familiar Campesina.

El Seminario estuvo enmarcado en la Campaña Internacional de Agricultura Familiar de la FAO (Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación) y  asistieron 550 personas de Cuba, España, Brasil y México, 22 instituciones Internacionales y colombianas; Se realizaron 3 simposios, 150 ponencias, y 1000 productores/as.

Dentro de las conclusiones del Seminario, Morales destaca la relevancia de las semillas nativas como base de la agricultura familiar, y el rechazo de las semillas transgénicas; la necesidad de políticas públicas que fortalezcan la agricultura familiar, como en el caso de Brasil; y la vinculación más estrecha entre personas consumidoras y agricultores/as.

Morales habló de los procesos sociales para luchar en contra del maíz transgénico en México “somos la civilización del maíz. Defender el maíz es defender un bien cultural y patrimonial de las y los mexicanos y del mundo. México es el centro del origen mundial del maíz y por arriba de nuestras diferencias, nos unimos para defenderlo contra los transgénicos”, mencionó.

Cabe destacar que el maíz es parte de la cocina tradicional ancestral mexicana, y fue declarada en 2012 por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Finalmente destacó que hay un sólido fundamento científico, basado en experimentos empíricos, que dan consistencia a la afirmación de que la agricultura familiar y agroecología son una alternativa. “Si se favoreciera la Agricultura familiar, lograríamos que las personas agricultoras y nosotros/as como consumidores viviéramos dignamente sin acabarnos los recursos naturales, el suelo”, finalizó.

Campaña Internacional de Agricultura Familiar de la FAO: www.fao.org
Más información del Seminario: http://www.idea.unal.edu.co/

 

 

 

 

Mezcala, el espejo enterrado

Por: Juan S. Larrosa-Fuentes

En días pasados, la comunidad indígena de Mezcala se enteró que, luego de quince años de litigios, una resolución del Tribunal Agrario les devolvió un pedazo de tierra de diez hectáreas, las cuales han sido ocupadas ilegalmente por el empresario Guillermo Moreno Ibarra. Estas tierras están ubicadas en la isla de Mezcala, dentro del lago de Chapala, y han pertenecido desde hace muchos años a la comunidad coca. (Algo así como antes de que México fuera México.) El 18 de septiembre se emitió esta resolución jurídica y diez días después, en el buscador de noticias de Google solamente aparecía una columna periodística relacionada con el tema (“Los de Abajo” de Gloria Muñoz Ramírez). Por otros medios encontré sendos artículos de opinión de Miguel Bazdresch y Augusto Chacón, y una nota informativa en el portal desinformemons.org. En el fondo de las buenas noticias para la comunidad coca, vuelve a aparecer un espejo que está escondido en el cajón de la historia, y que tanto nos disgusta a los mexicanos. Es el espejo del racismo y la discriminación.

Para desempacar algunos de los significados de esta noticia y para iluminar algunas de sus caras ocultas, vale la pena pensar en una historia ficticia y poco probable en nuestra sociedad. Imagina que un día llegas a tu casa y la encuentras modificada. Tu casa está ubicada en una de las colonias más ricas de la ciudad. Ante tu sorpresa, la casa tiene nuevas ventanas y la fachada está pintada de otro color. Cuando intentas abrir la puerta, te percatas que tus llaves ya no funcionan porque instalaron nuevas cerraduras. Entonces tocas a la puerta. Después de unos momentos aparece un señor que te resulta completamente desconocido y te comunica que él es el nuevo dueño de la casa. Si realmente tú eres tú, es decir, un ciudadano que habita en uno de los fraccionamientos más ricos de la ciudad, bastará con que llames a la policía para desalojar a los intrusos. Y si el usurpador se atrinchera en tu casa, al día siguiente la prensa publicará la historia a ocho columnas, pues resultará completamente anómala esta situación y por puesto, digna de interés periodístico. La situación anterior es ficticia y difícilmente podremos encontrar una que se le parezca en la realidad. La propiedad privada de las clases sociales medias y altas tiene un mejor resguardo legal y práctico, que la de otros sectores de la población. A nadie le pasa por la cabeza llegar como paracaidista a una casa de Colinas de San Javier a alguna finca de Ajijic. Y en caso de que ese paracaidista realmente se animara a llevar a cabo su tarea, basta con que los dueños llamen a una patrulla para que se lleven al intruso. Esa llamada de auxilio tendrá un efecto inmediato y no tardará, como en el caso de la comunidad coca, quince años en surtir efecto.

En el caso de la visibilidad del caso a través de los medios de comunicación, el mecanismo tiene una lógica de operación muy similar. La sociología de la producción de noticias ofrece un concepto llamado “valor noticioso”. Este concepto, entre otras cosas, explica cómo es que editores y reporteros seleccionan qué acontecimientos son noticiables y cuáles no. En el caso que nos ocupa es evidente que un valor noticioso que opera para decidir si la restitución de una tierra es noticia o no, refiere a quién es el protagonista de la historia. No es lo mismo que el protagonista de la nota sea el líder de la COPARMEX, un presidente municipal o una comunidad indígena.

La presencia del tema y personajes indígenas en los medios de comunicación mexicanos es escasa e inequitativa. Ejemplos para documentar esta afirmación hay muchos. Hace apenas unas semanas, en agosto, llegó una marcha de comunidades wixárikas a Guadalajara para exigir la restitución de una tierras, en un caso similar al de Mezcala. La cobertura informativa también fue escasa, pues apenas unos cuantos medios retomaron el tema. El caso del EZLN es paradigmático, pues logró romper esta barrera a través de la construcción un personaje como Marcos, quien logró convertirse en un elemento atractivo para las redacciones periodísticas. Sin embargo, la triste ironía de esta botarga, como él mismo se autodenominó, es que Marcos fue interpretado por un hombre mestizo. Luego de veinte años, los zapatistas reconocieron la utilidad de un dispositivo mediático como Marcos, pero también lo artificial que por momentos resultó el efecto de esta estrategia, pues para los medios a veces era más importante, por ejemplo, la salud de la botarga, que la del movimiento zapatista. Pero hay muchos otros temas indígenas importantes en el país y que son reportados de una manera exigua, como otros despojos a asentamientos indígenas en los casos de Michoacán o Sonora, tan solo por nombrar a algunos.

Por otro lado, la imagen y la figura del indígena en los medios de comunicación cobra otro papel cuando se trata de hablar del pasado histórico y de la cultura como folklor. En esos contextos se les describe como un colectivo, y ahí, la presencia indígena ocurre con frecuencia y no es problemática. Los periódicos o video documentales que trabajan sobre temas de cultura o turismo, suelen de escribir acerca de los indígenas y sus costumbres. Resulta muy atractivo hablar de ellos como portadores de la historia mexicana, pero eliminando cualquier referencia a contradicciones políticas. Por ejemplo, El Informador recientemente publicó un reportaje sobre la isla de Mezcala en donde se presenta el lugar como un idílico espacio que nostálgicamente vive su pasado indígena. Se describe a los cocas como indígenas pescadores y artesanos textiles. El autor invita a los paseantes a visitar el pasado de la isla, pero omite hablar de su presente y sobre sus luchas políticas. Esta naturalización histórica, como se demuestra una y otra vez, despolitiza el presente.

La resolución jurídica que favorece a la comunidad coca de Mezcala es una muy buena noticia, especialmente dentro de un sistema de justicia tan deficiente como el mexicano. La resolución nos recuerda que lejos estamos de vivir en un país en donde la discriminación y el racismo esté eliminado. México es un país que gusta de ver a los a los indígenas como parte de su memoria histórica, pero le incomoda ver a estas comunidades en el tiempo presente.

Mezcala es parte de ese espejo de la discriminación que los mexicanos enterramos una y otra vez en nuestra memoria. Esta operación, la del entierro del espejo, es completamente imaginaria, porque Mezcala existe en el presente.

Este artículo fue publicado el 29 de septiembre de 2014 como parte de la columna de opinión “Sistema Autorreferencial” del programa “Señales de Humo”, que se transmite por Radio Universidad de Guadalajara.

Para más información sobre el caso de la isla de Mezcala, recomiendo leer el siguiente artículo de Vicente Paredes Perales y Rocío Moreno, titulado Mezcala: la isla indómita.

 

¿Cómo enseñar matemáticas desde la perspectiva cultural en la escuela?

fotoDocentes de matemáticas: Ismael García, Eracleo  Calletano,  Adán Aguilar y Antonio Diosdado.

 

Foto y texto: Alejandro Tiscareño de Alba

[15.sep.2014] Profesores de dos Bachilleratos Interculturales wixáritari de Jalisco y Durango que el Programa Indígena Intercultural del CIFS acompaña, se reunieron el 14 y 15 de septiembre para compartir a modo de taller estrategias de enseñanza de matemáticas desde la perspectiva cultural y aplicada al contexto, y para mejorar la aprehensión de las matemáticas de los alumnos.

El diálogo establecido los llevó a pensar en maneras de impartir clases de matemáticas adaptando las formas de medir y de contar desde los saberes tradicionales y que aún practican, principalmente,  algunos ancianos de las comunidades de la Sierra Wixárika.

Ese modo matemático que aún utilizan “se va perdiendo por seguir únicamente la cultura y educación occidental. Así se deja de lado nuestra cultura, porque ahora los jóvenes ya  no consultan los saberes que tienen las personas mayores”, explicó Ismael Omar García, profesor de matemáticas del Bachillerato Intercultural de San Miguel Huaixtita,  EMSaD # 51.

Su principal intención para reforzar esos conocimientos y que no queden en el olvido, es “que se incluyan contenidos de matemáticas aplicadas de la cultura wixárika, en los programas oficiales de la Secretaría de Educación Pública (SEP) que ya se imparten;  no se trata de excluir conocimientos, sino de integrar los saberes de la cultura occidental y los de la cultura wixárika”, dijo Antonio  Diosdado, coordinador de este primer encuentro.

La idea es que no sea la primera y única vez que se reúnan. Piensan dar seguimiento a la práctica que tengan durante próximos semestres en las aulas. Para eso, cada uno acordó tareas específicas con el plan de reunirse posteriormente, evaluarse y fortalecer sus prácticas educativas en este enfoque de las matemáticas aplicadas al contexto.

 

Día de la Mujer Indígena: Pensar en lo que nos toca hacer personal y profesionalmente angustia más que lo que actualmente se hace en torno al tema

Por: Alondra Barba y Rocío Landey
Foto por: Alondra Barba

El Día Internacional de la Mujer Indígena se conmemora desde hace 31 años cada 5 de septiembre;  la fecha se instituyó durante el Segundo Encuentro de Organizaciones y Movimientos de América celebrado en Bolivia el año de 1983. Durante la cumbre se rindió  honor a la lucha de Bartolina Sisa, indígena aimara que se opuso heroicamente a la dominación española y que fue brutalmente asesinada en 1783. Desde entonces, el día pretende la valoración hacía los aportes que las mujeres brindan a sus pueblos y al mundo; así como las luchas personales y colectivas a las que se siguen enfrentando de muy variadas maneras en las distintas esferas de su vida.

Para conocer un poco más sobre la realidad actual que las mujeres de los pueblos originarios de nuestro país viven se invitó a tres jóvenes indígenas -colaboradoras del Programa Indígena Intercultural del ITESO-, Milca Mayo (ch’ol, Chiapas); Isaura García (ñuu savi, Oaxaca.); y Lisbeth Bonilla (wixárika, Jalisco) a que compartieran sus reflexiones a tono de las situaciones que les preocupan y ocupan  en torno al tema de la mujer indígena en sus comunidades de origen y las experiencias personales que como mujeres jóvenes indígenas, también universitarias y profesionistas, viven cotidianamente.

¿Creen que sea relevante que exista una fecha que conmemore a la mujer indígena?

Primeramente,  no sabíamos  –enunciaron-, pero ahora que sabemos, comparten:

Isaura: “Está bien, pero como en el día de la mujer: se reconoce,  festeja, se sabe que está ahí, pero por el discurso, aunque no haya cambios, quizás algunos pequeños.Puede utilizarse para que las mujeres indígenas nos juntemos y hablemos qué de nosotras, qué nos pasa en la sociedad”.

Milca cree que en las comunidades se desconoce de esta fecha y desea “que el  día propicie conocer las acciones y la labor que las mujeres indígenas realizan en sus comunidades”.

Desde sus experiencias convergiendo en la ciudad, pero pertenecientes a diferentes pueblos, ¿cómo participan y contribuyen en sus comunidades?, y ¿qué es lo que reconocen de las mujeres de sus comunidades?

Lisbeth: “convivo con las mujeres: hablo mi dialecto, bordo con ellas, […] seguir haciéndolo si estoy en la ciudad, soy estudiante o trabajadora. […] enseñar lo instruido por mi madre y abuelas, eso fortalece nuestra cultura, a pesar de los cambios que estamos viviendo”.

 Milca: “siempre convivo con las mujeres, […] las aportaciones que yo admiro, es que la administración de las cooperativas va mejor cuando las mujeres están al frente […] con los hombres había robadera y pérdidas […] el sistema cambió, e incluso los hombres reconocen su buen funcionamiento”.

Isaura: “las mujeres ñuu savi  de la ciudad  y en Oaxaca son muy trabajadoras. “Y me impacta el respeto que tienen las mujeres hacía los hombres: cuidar a todos los integrantes de la familia, […] reconozco que los conflictos entre familias o comunidades,  ellas tienden a regularlos: dialogan más, el hombre se enfrenta, aunque al final ellos tomen la última decisión”.

¿Ustedes piensan que como mujeres profesionistas se valorará su participación en las asambleas?

Isaura: “mi  meta es ser agente municipal [risas], me dicen que nada más los hombres llegan ahí, […]  estoy consciente que el respeto y el reconocimiento  se obtienen  por las acciones no  por el discurso. Yo creo que habrá un momento en que nosotras como profesionistas sí vamos a impactar en la comunidad”.

Lisbeth: “ser mujer dentro de tu cultura no es fácil y más cuando quieres participar en las asambleas, por ejemplo, que tu voz no es válida, tenemos que empezar nosotras, […], ya he tenido experiencias  con hombres de mi edad en las que he tratado de hablar y no me hacen caso,  tengo que estar allí para que me vean y escuchen, es parte de nuestro  trabajo para llegar a ese cambio que queremos”.

¿Qué temas  o situaciones son los que más les preocupan en torno al tema de la mujer indígena?

Lisbeth: “el respeto hacia la mujer, si ella respeta a su esposo y familia porqué los hombres no respetan eso. A mí me interesa que las mujeres se sientan satisfechas de lo que hacen, se sientan libres de su propia vida, decidir lo que quieren hacer”.

Milca: “yo apoyo la idea de poder decidir cuántos hijos deseo tener, casarse o no, en mi comunidad  para la revisión del Papanicolaou los hombres se oponen a que la mujer sea vista por el doctor, finalmente es su cuerpo”.

Isaura: “reflexiono lo que dicen, pero  a veces nos enseñan desde chiquitas que tienes que vivir así, […] mujeres que no han salido, no saben o tienen otra  concepción de libertad, […]  la intención es que la mujer esté más consciente de la libertad”.

Milca: “siento que falta más información que involucre a la familia, al hombre y a la mujer, de la importancia de que la mujer reciba atenciones médicas”.

Isaura: “De las problemáticas que veo en mi comunidad: cuando van a tener un parto y van al hospital, las tratan mal, las obligan a que les hagan cesárea en vez de parto natural, es muy cruel para una mujer que la obliguen”.

Desde su trinchera como jóvenes, mujeres, estudiantes, indígenas, citadinas, ¿de qué forma ustedes buscan o participan para menguar la problemática o la  situación actual?

Milca: “la idea más cercana que tengo a mi carrera es que veo que las mujeres acompañan a los hombres a la milpa […] en vez de irse tan lejos a acompañar al hombre apoyar a que tengan en sus patios hortalizas; que sea sostenible para la familia o para otros, que puedan sacar su dinerito”.

Isaura: “participar en todas las actividades de la mujeres y también de los hombres […] trato de aportar, apoyo también en traducir y hacer conscientes de lo que implica hacer cada cosa. En el proyecto de mujeres [Sueño mixteco] doy asesoría e  informo lo que implica cada proyecto.

Lisbeth: “trabajar con mujeres y hombres. Ayudar a las mujeres a que se puedan querer ellas mismas. En facebook tengo un grupo y toda la información que voy encontrado de temas de la mujer lo voy subiendo -sobre  la autoestima, de cómo cuidarse. Con mujeres wixáritari quiero que usen esta red social no sólo para subir sus fotos, sino como una manera de informarse”.

Ya casi para finalizar,  ¿cómo se dice mujer en sus idiomas?

‘Uka; en wixárika”; “ixi es mujer y  ch’oc es mujer joven en ch’ol”; “naá ña´a, significa las mujeres en tu’un savi”.

¿Podrían mencionar a una mujer o una figura femenina de su cosmovisión, de su espiritualidad; o un personaje histórico, una diosa o persona importante dentro su cultura?

Milca: “en mi comunidad a quien llaman “co” es la gente mayor, vienen siendo las parteras, les dicen “co” es  mamá mayor o abuela mayor […] la mujer “co” es muy representativa incluso en las oraciones, siempre está ahí como una mujer respetable”.

Lisbeth: “las mujeres que han tenido cargos en la cultura y la religión, por ejemplo, cuando tienen muchos cargos después llegan a ser sanadoras, mara’akate,  cuando logran limpiar y  sanarte, es como “wow” es más reconocible. Todos las hombres y mujeres las respetan, […] Nakawe, [diosa]  esa mujer fue mara’akame, creadora; todos la respetan”.

Isaura: “sí se les respeta pero no hay una mujer dentro de la comunidad, sí se ha reconocido a gente muy valiosa y para pedir por ellos pues se refieren a los ancestros, pero de que se hable de una mujer o alguien muy específico no. A la virgen le celebran el día de la mujer, ni siquiera celebramos el día de la virgen, sino el día de las mujeres, pero no lo sé”.

El camino por recorrer…

Diversas organizaciones de mujeres indígenas vislumbran áreas opacas en donde hace falta trabajo y voluntad para garantizar su derechos; destacan: incentivar su representatividad política; la valoración de su trabajo y aportaciones económicas y culturales; el acceso a servicios básicos de salud maternal y sexual; la generación de distintos modelos de “ser mujer” al interior de los valores culturales de sus comunidades; la prevención y sanción –por autoridades tradicionales y/o del Estado mexicano- a los actos de violencia física, sexual y emocional a los que sean expuestas; entre otras.

Si bien múltiples problemáticas no se solucionarán de la noche a la mañana, reconocen que juntas: jóvenes, adultas y ancianas, continuarán hacía  el respeto y reconocimiento  de la mujer indígena en México.

Ambiguo discurso de Peña al campo de Jalisco: Académico ITESO

Publicado en el periódico MásporMásgdl.

3 de septiembre 2014.- Las reformas del gobierno federal cayeron como una lápida en el campo mexicano y su discurso de ayudar o ‘rescatar’ este sector, es más bien con tintes ‘electoreros’, dice Jaime Morales, investigador del CIFS del ITESO.

Jalisco es uno de los estados fuertes en cuestiones de ganadería y agricultura; no en balde este año se han desarrollado en la entidad diversos eventos, congresos, encuentros y foros sobre el tema, organizados tanto por el gobierno federal como el estatal.

El mismo presidente Enrique Peña Nieto ha estado en Jalisco en las últimas semanas en eventos de este tipo.

Hace dos semanas vino a anunciar ‘el rescate al campo’, un préstamo hasta por 44 mil millones de pesos que dará a productores del campo del país, a través de la Financiera Nacional de Desarrollo.

Y el jueves de la semana pasada, acudió a la toma de protesta del nuevo dirigente de la Confederación Nacional Campesina, Manuel Cota, por cierto, senador del PRI.

Reformas contradicen discurso

La reforma que “le puso en la madre al campo”, a decir de Jaime Morales profesor del ITESO, fue la fiscal. Pues asegura que es absurdo que alguien (un agricultor o tortillero) den factura electrónica, cuando algunos viven en comunidades donde ni si quiera tienen electricidad.

Aunque ya no ha salido a flote, después de la serie de “foros de consulta” que hizo la Sagarpa, la siguiente reforma que se discutirá en el Congreso de la Unión será la del campo.

Morales, duda que esta nueva reforma traiga beneficios a los agricultores, luego de lo que las otras han implementado, como la facturación electrónica, el despojo de tierras o desplazar a segundo término la producción de alimentos, por ejemplo.

En cuanto a la reforma energética, dice que el tema de la ‘ocupación temporal’ es algo grave. Pues cualquier empresa podría hacerse del territorio de cualquier persona durante el periodo de extracción de los energéticos.

En el caso del llamado ‘fracking’, método para obtener gas ‘shale’, principalmente en los estados del norte, se requerirá una enorme cantidad de agua. “La reforma energética no ofrece una garantía en el cuidado de tierra y en el cuidado de agua”, dice Morales.

Las alternativas

“El sustento de los alimentos es algo demasiado serio como para dejárselo en las manos de los políticos”, dice Morales, y agrega que aunque el panorama que se avecina es parecido al Porfiriato, queda la esperanza de que grupos de personas no sean pasivos.

“Por un lado un montón de organizaciones sociales y rurales, están pidiendo que la Comisión Nacional de Derechos Humanos interponga amparos contra la ley de hidrocarburos. Será el camino legaloide que quizá funcione”

Queda también, las acciones que cada uno haga en el pedacito de tierra que le pertenece, que cuide su milpa o el pedazo de lago o río que tiene; y que, en caso de campesinos, apuesten más por producir para su propio consumo.

Para saber

La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), inició en junio una serie de foros de consulta con la que buscan legitimizar la reforma al campo. Jaime Morales afirma que tales foros fueron verticales y que sólo pidieron la opinión de gente cercana al gobierno, dejando de lado a investigadores y expertos.

Jalisco en el campo, algunas cifras

-Es el mayor porcicultor del país; cerró el 2013 con una producción de 3 millones 117 mil 832 cerdos según datos de la Unión Regional de Porcicultores.

-Es el estado que más leche produce; aporta más del 40% de la leche que compra Liconsa.

-Tras el anuncio de la reconversión del maíz en México, en el estado se han sembrado 401 mil 846 toneladas de maíz amarillo, en lo que va del año.

 

 

El pretérito es el futuro. Segunda y última parte.

Texto y fotos por Rodolfo González, joven campesino. Ingeniero en Recursos Naturales y Agropecuarios, con orientación en Agricultura Sustentable. Miembro de la Red de Alternativas Sustentables Agropecuarias [RASA] y trabaja en el Centro de Apoyo para el Movimiento Popular de Occidente (CAMPO A.C.).

Al siguiente día: Resplandece la  quietud de Tetapán al medio día. Por la calle bolsas de plástico circulan en círculos fugaces y desaparecen con el viento. Nadie camina en esa soledad pues es “Pueblo de Viejos” según dicen los mismos abuelos en una de nuestras reuniones.

Cuando llega el jueves, día de reunión de ancianas y ancianos, es cuando se ve gente en la calle. Es que al medio día en esta comunidad el sol quema, los pocos jóvenes que quedan se van a  trabajar a La Primavera, Bioparques y Desert Glory, empresas agroindustriales establecidas en la región. Sólo se ven llegar los camiones distribuidores de Coca-cola, Sabritas, Sonric´s, Marinela que dejan tras de sí exhibidores llenos de chatarra, provocan bolsas vacías y abandonadas de las comerciantes y amenazan la salud de las personas.

“Poca gente, cada vez menos. Este pueblo pronto será fantasma” Presagia con tristeza Don “Chayito” mientras desgrana con sus manos callosas, curtidas de tierra, unos molcates* que su hija le dejó en aquella carretilla bajo el mezquite, ese que quedó mutilado por el Huracán Jova.

En cambio Don José, opina distinto, el piensa que Tetapán no quedará solo. Imagina que quizá pronto los aguacateros y el aguacate les dará trabajo a los jóvenes, intuye que aunque sea gente de afuera, principalmente michoacanos tendrán trabajo para que no salgan a las Agroempresas  y pueda mejorar la economía familiar y los jóvenes quedarse. Pero, de pronto Don José, hace una pausa…” ¿Quién entonces va sembrar el maíz y agarrar el arado? ¿Quién continuará cuidando la semilla y haciendo la labor como nosotros? A nadie le interesa”. Don José se confunde, mira al piso, cierra los ojos y se los talla con aquellas manos, evidencia de todo un esfuerzo por cuidar la tierra y los maíces.

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El pretérito es el futuro. Primera Parte.

Por Rodolfo González, joven campesino. Ingeniero en Recursos Naturales y Agropecuarios, con orientación en Agricultura Sustentable. Miembro de la Red de Alternativas Sustentables Agropecuarias [RASA] y trabaja en el Centro de Apoyo para el Movimiento Popular de Occidente (CAMPO A.C.)

Me escapo de la modernidad y voy con ancianos de Tetapán, Municipio de Zapotitlán de Vadillo, Jalisco. Ahí, encuentro una necesidad social de unidad que el modelo de sociedad pretende suprimir, desbiologizar, desnaturalizar, desplanetizar. Cuando me reúno con los ancianos de Tetapán, el futuro es el pasado. Los relatos pretéritos se vuelven recomendaciones futuras, y las anécdotas creadas en la Milpa manifiestan esperanza. Cuando estas personas cuentan su pasado y viajan en su memoria, una expresión nostálgica de alegría evidencia la bella recreación de la vida que en aquellos tiempos se daba en la parcela.

Foto: Cortesía Rodo González

-Ahora ya no-, dice triste, Don José, -antes, pensar en la milpa era pensar en que había comida y trabajo. Ahora ya casi ni hay por el uso de químicos. Ya ni se siembra maíz con frijol- Con los ancianos y ancianas de Tetapán, se crea un espacio de viaje al pasado. Don José, de 96 años, es el que más cuenta. ¿Será porque no mira? Pero a decir verdad, ¿para qué ver? Si lo que se ve en la actualidad son cosas que la gente de antes ni imaginaba que pasarían. Don José siempre tiene los ojos cerrados pero mantiene la memoria abierta. Habla del maíz, de la yunta, del arado, de las especies que convivían en un mismo lugar y de historias inspiradas en la tierra.

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