Por Montserrat Narro Ibargüengoitia, estudiante de Relaciones Internacionales en el ITESO, ex voluntaria del Servicio Jesuita de Jóvenes Voluntarios, miembro de Más de 131 y #YoSoy132GDL
A pesar de que llevo varios meses escuchando hablar de ella, la No Violencia, como concepto teórico, aún no acaba de quedarme muy claro. Autores, teorías, estrategias, definiciones, libros, todo para explicar lo que, sin darnos cuenta, hemos estado haciendo en Más de 131 ITESO desde el inicio.
No entraré en definiciones que luego vayan a quedar grandes, sino que describiré puntualmente dónde hemos aplicado la no violencia. Puede ser en acciones muy sencillas que tienen derivan de la manera en con cómo observamos al mundo que nos rodea y cómo reaccionamos ante él. Es salirnos de la lógica de “me pegas, te pego” o de “ojo por ojo” que, al final, solo nos lleva a repetir ciclos destructivos.
Desde el inicio, Más de 131 ha sido una acción no violenta. Frente a las declaraciones que buscaban difamar a los alumnos que protestaron en la Universidad Iberoamericana el 11 de mayo eran “porros” y “acarreados”, la respuesta no fueron otros improperios ahora para el ex Presidente Nacional del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, o para los diferentes medios de comunicación, sino un video donde los jóvenes mostraban su rostro, decían su nombre y su número de expediente. Dieron la cara haciendo uso de su derecho de réplica, buscando establecer un diálogo.
En todo el país, salir a la calle, a un espacio perdido por la inseguridad y la violencia, por la apatía y la indiferencia, es también un acto de no violencia. Festivales culturales, marchas, flashmobs, conciertos, un sinfín de actividades que se hicieron y se siguen haciendo por parte de #YoSoy132 y Más de 131 para recuperar lo público, lo de todos.
Guadalajara fue una de las ciudades donde el movimiento juvenil y de la sociedad civil tuvo mucho impacto, involucrando a ciudadanos de todo tipo y con toda clase de ideas y de opiniones. A mi parecer crear un diálogo y acercar las diferentes posturas fue una de las más grandes victorias obtenidas. Romper los esquemas de universidad pública no trabaja con privada, de panista no trabaja con perredista, de joven no se entiende con viejo es una manera de cambiar las reglas del juego y responder de otra manera más colectiva y no violenta.
En Más de 131 ITESO, como estudiantes de diferentes carreras con perfiles y opiniones diferentes, procuramos mantener ese diálogo constante a través tanto de las herramientas de comunicación que mejor manejamos (Facebook, Twitter) como en talleres, conferencias, exposiciones de fotografías, gises en el piso. Fuimos conscientes también del espacio de nuestra Universidad, donde pasamos la mayor parte del día.
Queremos que esa conciencia del espacio y la información nos llegue a todos, que todos podamos sacar las redes a los pasillos y luego a las calles. Desarrollar nuevas opciones, buscar nuevos caminos que superen las barreras tradicionales que nos han dicho cómo debe ser y con cómo vemos a México.
Que la teoría, como la de la no violencia, no sólo se quede en libros y cuadernos, sino que seamos capaces de construirla día a día en lo cotidiano y lo cercano.