San Gabriel trabaja para limpiar el lodo y levantarse

Un vecino ayuda a recoger restos de autos y muebles arrastrados por el alud del domingo 2 de junio, sobre la calle del Mercado, por donde bajó la crecida de lodo y troncos. Fotografía: María Fernanda Lattuada.

San Gabriel, Jalisco, sábado 8 de junio de 2019.- La cabecera municipal de San Gabriel es un hervidero de gente, pero no solo por el calor que cae de golpe sobre esta población del Sur del estado, sino porque los vecinos ocupan las calles el sábado desde muy temprano para atender las muchas labores pendientes desde que, el domingo 2 de junio, un alud de lodo y árboles talados bajó por el río Salsipuedes, anegó los arroyos que cruzan la localidad y atascó las calles, llevándose bienes y propiedades de hasta tres mil personas. Cinco personas fallecieron en los hechos vinculados a aquel desastre, y al menos una sigue desaparecida.

El sábado 8 de junio, en medio del pesar por aquel desastre, los habitantes de San Gabriel estaban concentrados en levantarse de en medio del lodo. Junto a empleados de dependencias municipales y estatales y numerosos bomberos de corporaciones de Protección Civil, se veía pasar a los vecinos con escobas, palas, carretillas, trapeadores de todo tipo; en camionetas para repartir víveres y ropa donados de todas partes, o para regalar desayunos a quien no tuviera cómo pagárselos o anduviera trabajando; en carros repletos de botellas de agua potable; en procesión de cobijas y materiales para higiene personal; en reabrir sus negocios y, mientras la ciudad se esfuerza por quedar limpia de nuevo, recuperar su vida cotidiana.

En las calles más cercanas al paso del río, la escena más común era el paso de maquinaria para levantar escombro y lodo, la procesión de vecinos con material de limpieza o víveres y las hileras de voluntarios que descansaban en las banquetas, tras horas de palear tierra y retirar materiales de casas destruidas casi por completo o manchadas de lodo casi hasta el punto más alto de los muros.

Hasta ahora ha llegado camioneta tras camioneta de donativos, pero los gabrielenses han recibido también a grupos de voluntarios que reparten artículos de limpieza, ofrecen ayuda psicológica o hasta organizan reparto de croquetas para mascotas.

¿Qué sigue en San Gabriel? Si se le pregunta a las autoridades de Protección Civil, trabajar sobre una cultura de prevención que garantice que los vecinos están preparados para reaccionar a cualquier posible nueva contingencia: la primera lluvia del temporal cayó por la noche del viernes 7 de junio y el río no creció, pero el riesgo de un nuevo alud no está descartado, advierten las autoridades del campo; el monitoreo oficial sigue, pero los vecinos deben blindarse.

Si se le pregunta a los vecinos, la meta es volver a la normalidad. En medio del dolor por la pérdida de cinco gabrielenses y la búsqueda de la señora, la gente está ocupada en ayudar a los demás y en sacar el lodo de las calles. “Estamos tristes, pero la gente de San Gabriel no se deja quebrar”, resume una de las encargadas de las carnitas en la calle Hidalgo.

—¿Y si vuelve a llover? —se le pregunta.

—Volvemos a limpiar.