Macrolibramiento Vs. Bosque de la Primavera. ¿Oportunidad o condena?


Por Pedro Alcocer.

Guadalajara es una ciudad que cuenta con recursos naturales y culturales sumamente valiosos. Esta condición le da a la región metropolitana una enorme oportunidad de aprovecharlos en su beneficio. Recursos ambientales, culturales y paisajísticos como el Lago de Chápala, el Paisaje Cultural Agavero (patrimonio de la humanidad), la Barranca de Huentitán, el río San Juan de Dios (ya entubado) y su conexión con el manantial del Agua Azul así como el Bosque de la Primavera, privilegian una región metropolitana sumamente rica y que históricamente no hemos sabido aprovechar. Serían incontables las ciudades alrededor del mundo que quisieran este patrimonio para sacarle el provecho dentro de su visión metropolitana y lanzar así su región a primeros planos mundiales…

El tema del Macrolibramiento que se plantea desde el municipio de Tlajomulco hasta el municipio del Arenal trazado por el costado sur del Bosque de la Primavera, pasando en algunos tramos a escasos 140 metros del polígono protegido, sugiere como mínimo una revisión de nuestra idea de ciudad y de los criterios de ordenamiento territorial que nos estamos planteando para el futuro inmediato.

Se trata de un tema sumamente complejo que involucra a dos posturas encontradas. Por una parte la necesidad de desahogar el transito pesado que no tiene como destino nuestra ciudad, y así ayudar al congestionamiento vial del Periférico. Por otra parte la necesidad de garantizar la salvaguarda de un Ara Natural Protegida que es el último eslabón entre los sistemas naturales que vienen del norte del continente y se encuentran con los del sur del país, y no sólo eso, ser al mismo tiempo una de las pocas Aéreas Naturales Protegidas que tienen una relación tan cercana con la ciudad. ¿Oportunidad o condena?

En este sentido el trazo propuesto para el Macrolibramiento, parece estar obedeciendo únicamente a la primera postura. Dicha postura acelera la relación que el crecimiento urbano ha tenido con el bosque en los últimos 30 años. En este tiempo se han concertado una serie de intervenciones viales que están ahorcando progresivamente la relación del bosque con su entorno. Esta postura de continuar no hará más que conducirlo a un estado de entropía, es decir a un aislamiento que lo condenaría tarde o temprano a desaparecer. El perímetro protegido del bosque necesita estar comunicado por corredores biológicos con otros enclaves ambientales cercanos para mantener su salud.

Las intervenciones que se han hecho en los bordes del bosque de la primavera en los últimos treinta años (carreteras, zonas industriales, conjuntos habitacionales…), se han hecho quizá con una idea de progreso unilateral que corresponde al siglo XX. El paradigma del progreso en el siglo XXI está cambiando, no se trata de una mirada unilateral de las cosas, se trata de una visión multidimensional; agregando un valor intergeneracional a los problemas, de acuerdo a las propuestas del reconocido economista Joan Martínez Alier.

Con la propuesta actual del trazado del Macrolibramiento resolveremos un problema de tránsito pesado, pero qué oportunidades dejaremos a futuras generaciones para el aprecio del bosque. Por lo pronto, empiezan a surgir alternativas que desde una visión multidimensional se aproximan al problema, una de ellas, va en función de la Estrategía Territorial Europea. En su capítulo de biodiversidad y ecosistemas, plantea la necesidad mejorar las carreteras viejas, en lugar de construir nuevas infraestructuras viarias, y evitar aquellas que pasan cerca de asentamientos de fauna, así como la construcción de infraestructuras viarias o férreas cerca de otras. Además de establecer como infraestructura las carreteras verdes, es decir los corredores biológicos.

Desde esta perspectiva, es mejor ampliar la actual carretera libre entre los poblados de Santa Cruz de las Flores y Tala, ya que así se mantendría la carretera lejos del bosque, sería más fácil conservar los corredores de fauna existentes, se facilitaría la construcción de ese tramo del macrolibramiento, se ahorrarían muchos millones de pesos e inclusive habría posibilidad de conseguir financiamiento por medio del Mecanismo de Desarrollo Limpio de la ONU. (Proponen los alumnos del PAP)

Para garantizar el futuro del Bosque es fundamental reconocer y validar los Bordes del Bosque de la Primavera como una zona de amortiguamiento, con una gran frágilidad ambiental y establecerla como una zona de transición entre el entorno urbano y la zona protegida. Dicha zona de especial atención debería dictar los criterios con los cuales se establezcan proyectos futuros desde una visión multidimensional e intergeneracional. Aprovechando la gran oportunidad de desarrollo que representa para la ciudad tener un Área Natural Protegida tan cercana.

En el ITESO con el respaldo del Área de Protección del Bosque de la Primavera, se está gestando una propuesta al respecto, por medio del PAP: Plan de Ordenación Territorial y Paisajística de los Bordes del Bosque de la Primavera, las puertas están abiertas a todos los interesados en el tema.

Imagen. Zona de estudio del PAP y su entorno.