¿Qué aprendemos a través de los videojuegos?

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Los juegos que jugamos han cambiado mucho a lo largo del tiempo y este siglo XXI, tan determinado por la tecnología, ofrece una amplia gama de actividades recreativas basadas en la interactividad, la virtualidad y la colaboración: los videojuegos.

¿Qué aprendemos a través de los videojuegos?

Antonio Valderrama, llevó a cabo una investigación sobre la utilidad que presentan los videojuegos comerciales actuales en la educación de los ciudadanos del siglo XXI. Valderrama señala algunos elementos que el videojugador pone en juego y de alguna manera lo va preparando para las necesidades de un mundo laboral globalizado, cambiante, demandante y competitivo. Se los comento a continuación:

  1. El videojugador aprende del ensayo-error y esto no le causa conflicto. Ensayo-error son elementos imprescindible en cualquier proceso educativo. Uno aprende cometiendo errores y la vida laboral no se encuentra exenta de ellos.
  2. El videojugador aprende a resolver problemas, para ello tiene que relacionar todos los elementos y además
  3. Buscar estrategias y tomar decisiones en corto tiempo.
  4. Tomar roles
  5. Conformar comunidades virtuales con otros jugadores alrededor del mundo

Todo esto con la intención de lograr su objetivo, obtener su meta. No es una cuestión sencilla, implica hacer uso de competencias que también se requieren o que el usuario requerirá en el mundo laboral.

A través de los videojuegos aprendemos no solo contenidos o información, sino también se pueden trabajar valores cívicos como la tolerancia, la democracia, la conciencia ciudadana; o aprendizaje cooperativo al tener que trabajar en grupos con personas de diferentes culturas, respetando las ideas de los demás, tomando acuerdos, haciendo uso de la comunicación efectiva.

Jugar no es perder el tiempo, podemos divertirnos y al mismo tiempo aprender. La complejidad de los videojuegos actuales, requieren del usuario poner en funcionamiento múltiples elementos como información, conocimientos previos, habilidades de pensamiento, competencias de comunicación, entre otras cosas, para lograr llegar a la meta o cumplir la misión o lo que sea que el videojuego implique.

Mi invitación es a que como maestros, nos lancemos a explorar los videojuegos, a jugar con nuestros hijos, experimentar con ellos dentro del salón de clases, abrirnos a la riqueza que ofrece esta herramienta que ya cuenta con el interés y la motivación de niños y adolescentes, ahora sólo falta darle sentido dentro del proceso de enseñanza y observar los frutos que nos puede dar.

Les recomiendo el artículo de Antonio Valderrama: Los videojuegos: conectar alumnos para aprender, en Sinéctica 29. Es un artículo realmente interesante que puede dar muchas pistas de aplicación de este recurso dentro del aula.

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Nuestros alumnos, habitantes de la Red

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¿Cuáles herramientas digitales usa mi estudiante? ¿Para qué las utiliza? ¿Qué le dice esto a mi docencia?
Estas son algunas de las preguntas que se hicieron profesores que participan en el curso “enRedarse para aprender” en Abril del 2012 en el ITESO, quienes querían conocer los usos que hacen de la red-Internet sus alumnos para darse una idea de lo que pueden imaginar para sus prácticas educativas.
19 de los profesores participantes convocaron a sus alumnos a contestar una encuesta en línea. La respondieron 332. Si bien no pueden afirmar que sea una muestra representativa, sí reconocen que la encuesta ha servido para lo que se propusieron. Los resultados muestran lo siguiente:

Los alumnos afirman que Internet es un lugar donde aprenden cosas que valen la pena. Sólo cuatro opinaron lo contrario. Es pues, un lugar valorado para este propósito y en el que prácticamente todos viven alguna parte de sus vidas, como ejemplo, el 42.8% dedica entre 2 y 4 horas de su día conectado a internet, y más del 13.1% lo está entre 4 y 6 horas.

Los alumnos acceden hoy a Internet principalmente a través de dispositivos móviles: laptop (100%) y celular (68.7%)
Casi todos los alumnos buscan a través de Google (97.2%) también recurren a Wikipedia (45.8%) y, desde ahí, localizan blogs (36.1%), videos (34.3%), revistas (22%), redes sociales (12%) y algunos otros sitios como la biblioteca de la Universidad. Por estas vías satisfacen sus necesidades de información para sus clases.

Los formatos en los que les gusta más encontrarse la información en Internet son sobre todo texto (81.3%) y páginas de internet (59%), se inclinan luego por imágenes (44.2%) y gráficos interactivos (41.2%), en menor medida por blogs o conversando con otras personas (23%) Esto podría sorprender a quienes han afirmado que el texto es algo que los jóvenes desprecian.

El 44% de los encuestados juegan en Internet, lo que nos dice que es también un lugar común de esparcimiento entre los jóvenes.
Facebook (94.8%) y Twitter (37.3%) son las dos redes sociales en donde podemos encontrar a nuestros alumnos. Las usan sobre todo para estar en contacto con sus amigos (94%) pero también para mantenerse informados (66.9%).

Qué hacen en Internet, en qué consiste la vida de los alumnos ahí. Lo que más hacen en Internet es conversar en tiempo real (84.3%) y compartir fotografías, información, espacio con otros amigos (Dropbox, GoogleDocs, etc.) También se suscriben a alguna publicación (35.5%), participan en algún movimiento o grupo social en la Red (35.2%). En menor medida bloggen (10.5%), suben videos (22%) u otro tipo de producciones (18%) o marcan información utilizando algún marcador social (5%).

Entre los sitios que les gustan están: Facebook, Google, YouTube, Twitter, Cuevana, Wikipedia, Moodle, Dropbox, Skype.

Los alumnos recomiendan a los profesores que usen un conjunto de herramientas como: blogs, grupos en Facebok, Twitter, aplicaciones de Google, Moodle. Sugieren que usen videos o produzcan propios, que generen grupos en la red y realicen actividades para actualizar y relacionar con las clases.

Estos datos nos dan a conocer algunas de sus prácticas, preferencias y expectativas de nuestros alumnos. Me gustaría que fueran una oportunidad para preguntarnos sobre nuestras propias prácticas en la Red-Internet.

Sabemos ya que nuestros alumnos aprenden en internet ¿yo, profesor, lo hago? si no ¿sé cómo hacerlo? ¿qué puedo y quiero modificar en mi práctica educativa a partir de la invitación que me hacen los alumnos con estos datos? ¿qué prácticas, puedo imaginar con mis alumnos en-con la Red para una formación universitaria sólida y sobre todo, que les permita continuar aprendiendo a lo largo de su vida? ¿qué ventanas o retos reconozco por ejemplo, con relación al aprovechamiento de la tecnología móvil y las redes sociales en mis clases? ¿qué artefactos de la Red requiero conocer? ¿qué conexiones propias vale la pena compartirles a mis alumnos?

Morfín Otero, comparte la siguiente reflexión con los profesores del curso:
“…para podernos imaginar profesores en la red, el primer paso es estar en la red, el segundo participar en la red y el tercero aprender en la red, entonces ya podemos imaginar las formas de ser profesores… pero por otro lado estar en la red ya no es hoy cosa de otro planeta… estar en la red es ser y estar en este mundo con sentido. Se trata de habitar el mundo, y habitar el mundo implica hoy vivir la red y ser partícipe de esta cultura digital”
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Participaron en el diseño, aplicación y procesamiento de la encuesta:
Francisco Morfín Otero, Francisco Ayala Varela, Lorelí Padilla, Refugio Coronado, Hattie Ortega, Pilar Morales, Liliana García.

Presentación elaborada por Francisco Morfín Otero que muestra los principales resultados de la encuesta.
http://www.slideshare.net/fmorfin/la-encuesta-a-alumnos

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Cómo favorecer la participación de los alumnos virtuales

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En “Cómo lograr la participación comprometida de los estudiantes de un curso en línea”, Meza Vargas nos relata su experiencia como tutora de un curso online que tiene un fuerte énfasis en el trabajo colaborativo en foros de discusión. El artículo es rico en detalles, tanto de su voz como de la de los alumnos, que incluyen elementos generales del diseño, las modalidades y estrategias de los foros (usan los foros de 10 formas distintas) y el papel del tutor.
Quiero rescatar de su artículo el trabajo que hizo para favorecer la participación y la motivación de los alumnos. Identifico tres dimensiones:

El entorno

  • La autora rescata el desarrollo de una verdadera afectividad en el grupo como relevante para que el alumno sienta la necesidad de participar. Para ello debe favorecerse que todos los participantes se conozcan mediante alguna dinámica e incluyan su fotografía, así como contar con espacios sociales, como una cafetería virtual.


El trabajo en el foro tiene muchas dimensiones, entre ellas, las que liga con la motivación son:

  • La coordinación y síntesis de las discusiones se van rotando entre los alumnos, de tal manera que todos lleguen ser responsables de coordinar. Esta responsabilidad, dice la autora, favorece la motivación de todos “para trabajar y aportar lo necesario”.
  • El exigir la profundización de los contenidos que estudiaron desde la experiencia de cada participante, favorece la participación al tocarlos en su dimensión personal-profesional.
  • Una elección interesante es si entre las normas se debe forzar a las personas a participar un número determinado de veces (eso hago yo), o dejarlo libre, pero con trabajo del tutor para motivar, individualmente por mensajería, a quienes no lo hacen lo suficiente. La autora descubrió que lo segundo le da mejores resultados, pues dice “los participantes se sintieron con mayor libertad y discutieron porque así lo necesitaban y no porque los obligaban”.


El acompañamiento. Además de presentarnos actividades del trabajo del tutor dentro el foro mismo, la autora rescata elementos de su forma de acompañar cotidianamente a los alumnos y que liga directamente con favorecer su motivación y su participación:

  • Atender y responder a cada uno de sus mensajes y dudas,
  • Reconocer el trabajo y aportes de cada uno, por pequeños que sean, respetando lo que cada uno aporta, aunque no se esté de acuerdo con lo que diga,
  • Felicitarlos constantemente por sus logros,
  • Tratar de que aquellos que no participan lo hagan,
  • Ser firmes pero con diplomacia,
  • Preocuparse por sus problemas, ser amables
  • El participante debe sentir que puede acudir al tutor en cualquier momento, que está acompañado en forma permanente;
  • Y muy importante para la motivación, el participante debe sentirse valorado, sentir que lo que él aporta es relevante, y que es vital para el curso su participación.


Algo muy interesante que nuestra autora relata es que de 83 participantes, en donde la mayoría “nunca había tenido ninguna experiencia con una computadora ni mucho menos con Internet”, 81 terminaron exitosamente el curso. Esto es un porcentaje excelente para cursos virtuales en donde la deserción suele ser muy alta (1). Probablemente ello implicó mucho esfuerzo (y tiempo) de su parte en materia de acompañamiento, presencial y cohesión grupal. Así que, más allá del diseño particular de este curso (que quizá no compartiremos), los invitamos a revisar los detalles, las pistas y reflexiones que nos ofrece la autora, ya que pueden ser material útil para vernos en nuestro propio rol de tutores en torno a la participación de los estudiantes.

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Meza Vargas, Johanna (2004). “Cómo lograr la participación comprometida de los estudiantes de un curso en línea.” La educ@ción. OEA-OAS. Año XLVIII- XLIX, No 139-140, I-II, 2004. ISSN 0013-1059. Documento en línea [http://www.educoas.org/portal/bdigital/lae-ducacion/139/pdfs/139pdf9.pdf] Última visita 23 abril 2012. [También disponible en educrea.cl]

(1) Los índices que se manejan son variables, pero todos preocupantes. Por poner un ejemplo en “Consideraciones sobre el aseguramiento de la calidad en la educación virtual”, el autor recupera, a manera de ejemplificación, algunos estudios en donde los que menos reportan deserción hablan del 30% y de ahí hay ejemplos de hasta el 70% de deserción.

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Generación N

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¿Cuáles son los desafíos para la llamada generación N?¿Qué características presentan?¿Cuál es el contexto social en el que se desarrollan?

La generación N nace en el contexto del acelerado desarrollo tecnológico de los medios de la información y la comunicación. Esto provoca cambios drásticos en su manera de pensar, actuar y relacionarse con los otros. Se le llama generación N por la palabra en inglés “Net” que significa red en inglés, haciendo alusión a estar interconetados entre sí.

En el número seis de la revista Apertura publicada por la Universidad de Guadalajara, Ramón Ferreiro presenta el artículo: “El reto de la educación del siglo XXI: La generación N”. En éste el autor realiza una reflexión interesante sobre esta generación y lo que implican estos cambios para el proceso de enseñanza aprendizaje. El artículo fue construido en el 2006 por lo que se basa en informes y/o estudios que hasta el momento habían aparecido. En la actualidad pudiera existir más información que confirmara o refutara estas afirmaciones.

Sin embargo, a mí me parece relevante la caracterización que hace de esta generación y los cambios que se plantean para el futuro. Además realiza una reseña de los diferentes momentos en la historia en los que por influencias tecnológicas, económicas o sociales las generaciones han mostrado características compartidas, lo que da pie a su tipificación, como lo fueron en la década de los 50’s y 60’s de los “baby boomers” y los 70’s – 80’s “la generación X”.

La generación N nace permeada por la influencia de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en su vida cotidiana lo cual desarrolla nuevos modos de interpretar la realidad. Sienten atracción por todo lo relacionado con las nuevas tecnologías, por conocerlas, emplearlas y poseerlas. Tienen una gran capacidad de adaptación para las actividades que implican el uso de las TIC en general así como la comunicación interactiva y simbólica.

Sin embargo, la característica principal de esta generación es que “da un salto cualitativo al pasar de simple espectador a usuarios con grandes posibilidades de participar, jugar, entretenerse, buscar, hacer, resolver, establecer relaciones, llevar a cabo proyectos conjuntos a pesar de la distancia y el tiempo” (Ferreiro, 2006). Todo esto conlleva una serie de cambios en el contexto social y cultural que se refleja también en el aula educativa.

Estos cambios tienen que ver con el acelerado desarrollo de nuevos dispositivos tecnológicos y la necesidad de adaptación de los individuos a su uso y decodificación. Esta característica más la mencionada en el párrafo anterior nos hace preguntarnos sobre la forma de mantener la atención de un alumno acostumbrado al constante cambio, los estímulos visuales, la rapidez de respuesta, la realización de actividades simultáneas y su apego por lo novedoso.

Todo esto nos invita reflexionar sobre nuestras estrategias pedagógicas y la incorporación del uso de las TIC en este mismo quehacer. Esta asociación debe buscar optimizar el proceso de enseñanza- aprendizaje, ya que la tecnología no es en sí una estrategia acabada que por sí sola nos dé resultados. En el artículo Ferreiro (2006)  nos propone desarrollar:

“los nuevos ambientes de aprendizaje sean como forma de organizar el proceso de enseñanza presencial y a distancia que implica el empleo de tecnología, pero no se reduce a ello, lo que se busca es crear una situación educativa centrada en el estudiante y que fomente su autoaprendizaje, la construcción social de su conocimiento, y como parte de este proceso, el desarrollo de su pensamiento crítico y creativo mediante el trabajo en equipo cooperativo [..]”

Poniendo sobre la mesa la integración de la diversidad, el desarrollo acelerado de la economía, las necesidades emocionales de cada individuo y su capacidad de toma de decisiones, no es un reto sencillo, sin embargo de ello depende el desarrollo de las nuevas generaciones en una dirección positiva y enriquecedora de la sociedad actual.

Asimismo me quedo con las siguientes preguntas: ¿es el profesor el único responsable de crear los andamiajes entre la tecnología y el aprendizaje? O ¿se puede permitir al alumno crear sus propios andamiajes únicamente dirigiendo sus intereses? ¿Qué transformaciones sociales y educativas se visualizan? ¿Qué situaciones posibilitan cambios de fondo en la forma de aprender?

Ustedes qué opinan…

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Ferreiro, R. (2006, Noviembre). El reto de la educación del siglo XXI: La generación N. Apertura: Revista de Innovación educativa, 6, 72-86. Desde http://www.udgvirtual.udg.mx/apertura/num5/pdfs/generacion_n.pdf

Apertura. Revista de Innovación Educativa

http://www.udgvirtual.udg.mx/apertura/

Revista de divulgación científica e investigación especializada editada por la Universidad de Guadalajara, a través de la Coordinación de Recursos Informativos del Sistema de Universidad Virtual.
El objetivo general de Apertura es divulgar resultados, inéditos y arbitrados, de investigaciones, ensayos y reflexiones de experiencias en modalidades educativas no convencionales y que se apoyan con el uso de las tecnologías de la información y la comunicación con la aplicación de modalidades de educación continua, abierta, a distancia, en ambientes virtuales, docencia no convencional y desarrollo instruccional.

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Conectados

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“Las redes sociales son de una belleza intrincada.
Son tan elaboradas y complejas, son en realidad, tan ubicuas,
que uno no puede evitar preguntarse a qué propósito superior sirven.
¿Por qué pertenecemos a ellas? ¿cómo se forman?
¿Hasta qué punto nos afectan?”
Christakis y Fowler, 2010.

 

 

Hablar de “redes sociales” hoy en día es sumamente común, rápidamente en nuestra cabeza asociamos otros nombres: Facebook, twitter, Hi5…espacios virtuales sociotécnicos que usamos para mantener y enriquecer nuestras redes sociales personales y donde estudiantes y profesores invierten cada día más y más tiempo. Pero ¿cómo funcionan las redes sociales?, ¿cuáles son las características que tienen que las hacen altamente atractivas?, ¿dónde radica su poder?, ¿qué tienen que ver con nuestro trabajo docente?

Nicholas A. Christakis y James H. Fowler, dos académicos e investigadores de la Universidad de Harvard y de la Universidad de California –respectivamente- han realizado una muy interesante investigación sobre las redes sociales, sus características, su funcionamiento y la manera como afectan nuestra vida.

Estos autores señalan que una red social es “el conjunto de conexiones entre las personas que la componen”. Todos formamos parte de una red social integrada por nuestros amigos, familiares, pareja, jefe, alumnos, docentes… por el amigo de mi amigo y el primo de mi vecino.

Estas conexiones, virtuales o presenciales definen nuestra vida porque la persona con quien te casas, el trabajo que tienes, por quién votas, que tan delgado u obeso estás, si tienes ganas de vivir o morir… depende de las personas con las que estás conectado, depende de tu red social.

Y es que toda red social tiene 3 elementos importantes: (1) está formada por personas, (2) estás personas están vinculadas entre sí y (3) a través de estos vínculos fluyen todo tipo de cosas: información, emociones, percepciones, modas, enfermedades, órganos…

Las redes son poderosas porque nos unen con los otros en vínculos vivos que nos comunican, nos acercan y contagian todo el tiempo, todo tipo de cosas tangibles o no, que van definiendo nuestra vida.

En este sentido, es importante tomar conciencia de que con Facebook o si él, nuestros alumnos forman parte de nuestra red social y nosotros de la de ellos; y entonces valdría la pena preguntarnos ¿qué circula por nuestra red?, ¿qué es aquello de lo que contagio a mis alumnos y qué es aquello de lo que me dejo influenciar por ellos?

En el libro Conectados, Christakis y Fowler narran los resultados de su investigación y señalan que las redes sociales se basan en 5 reglas:

  • 1ª regla: somos nosotros quienes damos forma a nuestra red
  • 2ª regla: nuestra red nos da forma a nosotros
  • 3ª regla: nuestros amigos nos influyen
  • 4ª regla: los amigos de los amigos de nuestros amigos también nos influyen
  • 5ª regla: la red tiene vida propia

Estas reglas pueden resultar obvias, pero cuando analizamos, de la mano de estos autores, las repercusiones que tienen desde los pequeños detalles de la vida cotidiana, es que nos percatamos de la fuerza de las redes sociales y su influencia en nosotros.

Resulta importante tomar conciencia de que lo hago, pienso, como y siento hace eco en mis amigos y en los amigos de mis amigos; pero también entre mis alumnos y los amigos de mis alumnos y los amigos de los amigos de mis alumnos.

Entonces cabe preguntarme si ocupo el lugar que quiero dentro de las redes sociales de mis alumnos y si ellos ocupan el lugar que yo quiero dentro de mi red social; o me gustaría modificarlo. Cabe preguntarme si la manera de conectarme con mis alumnos virtual o presencialmente abona al proceso de formación que quiero para ellos.

Aquí te acercamos el primer capítulo en español que presenta de manera amena a través de ejemplos y anécdotas, las reglas de las redes sociales, mismas que desarrollan a lo largo de todo el libro. Te invitamos a leerlo.

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Christakis, Nicolás y Fowler, James (2010) “Estar en el ajo” en Conectados. Taurus. Capítulo 1. pp 1-36.

Biblioteca ITESO 302. 23701 CHR

El primer par de capítulos: http://www.ntic2012.yolasite.com/resour…/16%20Christakis.pdf

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Compartamos en línea nuestras prácticas educativas exitosas

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¿Cómo estoy trabajando con mis alumnos? ¿Qué resultados estoy obteniendo? ¿Qué hacen otros educadores?

Fronteras Educativas es un portal electrónico que pretende ofrecer a los profesionales de la educación material de trabajo, reflexión y espacios de discusión. El portal tiene una sección nueva llamada Prácticas Exitosas donde docentes, directivos y profesionales de la educación comparten alguna actividad educativa que les da muy buenos resultados o una problemática de su práctica educativa en el aula, en su centro o escuela y presentan la manera como la resolvieron.
Este espacio está pensado para compartir y aprender de las prácticas educativas propias y de los otros. Pretende desarrollar una cultura de recuperación, reflexión y difusión del quehacer en la enseñanza: la gestión de las organizaciones, la solución de retos en las aulas, así como en los centros educativos, el uso de TICs en educación y la gestión de proyectos innovadores.
Prácticas exitosas son acciones sistemáticas orientadas estratégicamente a un fin específico. Responden a problemas concretos, son replicables, logran continuidad, se soportan en la participación y colaboración de los sujetos y producen aprendizajes en diferentes niveles; por lo que su valor reside tanto en el proceso como en el resultado.
Te invitamos a que visites este recurso, conozcas lo que otros educadores están haciendo y comentes con ellos sus prácticas y compartas tus dudas; pero principalmente te invitamos a que recuperes aquello que haces, que te da excelentes resultados y que puede ser útil para otros que como tu, viven todos los días los retos del trabajo educativo.

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Criterios de colaboración

Para colaborar en este espacio los interesados: educadores, profesores, directores y otros profesionales de la educación, pueden enviar sus recuperaciones de práctica a fronteraseducativas@iteso.mx
Las colaboraciones deben ser reseñas de sus trabajos en los que recuperan prácticas exitosas desarrolladas en las áreas de: gestión de las organizaciones, la solución de retos en el proceso de enseñanza-aprendizaje, el uso de las TICs en educación, así como la gestión de proyectos innovadores. Es importante que cuenten con evidencia documentada de su desarrollo y puedan reportar resultados logrados a partir de dicha intervención.
Para estructurar la reseña se recomienda incluir los siguientes apartados (como mínimo): el problema, el contexto, en qué consistió la buena práctica (descripción de las acciones y resultados), reflexiones del autor, en un texto no mayor de 500 palabras.

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