8 buenas prácticas para retener alumnos virtuales

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En alguna práctica que compartimos anteriormente, hacíamos una nota respecto de los índices de deserción de los alumnos en cursos virtuales. Por ejemplo en “consideraciones sobre el aseguramiento de la calidad en la educación virtual”, el autor recupera algunos estudios en donde los que menos reportan deserción hablan del 30% y de ahí hay ejemplos de hasta el 70% de deserción. Esta variabilidad está presente en la investigación al respecto, la única constante es que los índices que se manejan son normalmente preocupantes.
Es por eso que en hoy quisimos retomar ese punto y compartirles algunas ideas en voz de Miguel Morales, director del área de e-learning en una universidad virtual en Guatemala. En 8 buenas prácticas, para evitar la deserción en un curso virtual nos comparte que los factores relacionados con la deserción son de tres tipos: técnicos, metodológicos y de diseño de los cursos, más los propios de las habilidades requeridas para ser un aprendiz virtual.
Para favorecer que los alumnos virtuales no «tiren la toalla» a la mitad del camino Morales nos comparte 4 buenas prácticas en el campo metodológico y 4 en el del diseño de los cursos:

(1) Evitar que el alumno pase más tiempo aprendiendo cómo utilizar la plataforma que atendiendo las actividades del curso, para lo que se propone ofrecer cursos de inducción, que deberán ser obligatorios para estudiantes nuevos.
(2) Ayudar al alumno a planear su tiempo de estudio y trabajo en el curso, ofreciéndole una ruta del curso desde el inicio que le permita visualizar ritmos y tiempos.
(3) Generar confianza y certeza de que existe gente del otro lado de la computadora, favoreciendo el desarrollo de la dimensión social al interior del grupo.
(4) Identificar a tiempo posibles deserciones monitoreando y dando seguimiento apropiado a cada uno de los alumnos.

Y para el diseño:

(5) Para asegurar los procesos de aprendizaje, sugiere usar un modelo educativo concreto que guíe el proceso de diseño e implementación. Ofrece sugerencia de algunos modelos.
(6) Atender los diferentes perfiles y modos de aprendizaje de los alumnos, ofreciendo diversidad de recursos.
(7) Cuidar el manejo y distribución de los tiempos. Hace tres sugerencias interesantes. Por un lado sugiere usar la “analogía de la cápsula” al diseñar una unidad de aprendizaje: que sea lo suficientemente buena para cumplir con su objetivo, pero no tan grande como para causar malestar. Sugiere también usar una “tabla del tiempo” para registrar el tiempo de dedicación estimado del estudiante para cada actividad. Y finalmente, sugiere validar y actualizar esa “tabla del tiempo” en la primera edición a partir de la retroalimentación de los alumnos, y así poder hacer ajustes para próximas ediciones.
(8) Usar y presentar a los alumnos rúbricas de evaluación para que puedan tener un marco de seguridad respecto de lo que se espera de ellos.

Los invito a leer el texto completo de estos 8 tips muy sencillos, pero muy potentes. También los invito a compartirnos sus propios tips. ¡Empiezo! De mi propia experiencia y de las experiencias de nuestros profesores en su proceso de volverse profesores virtuales, me gustaría agregar un par de tips:

(1) La retroalimentación a los alumnos. Una retroalimentación apropiada, puntual y a tiempo, favorece que el alumno se sienta acompañado en su proceso de aprendizaje e incluso comprometido.
(2) La importancia del ser precisos en las instrucciones escritas (actividades, retroalimentación, evaluación, etc.). Por ejemplo: una instrucción que no se entiende, genera angustia en los alumnos; una que se malentiende e implica que el alumno trabaja en lo que no era, genera desconfianza en la calidad del curso.

¡Queda hecha la invitación!

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