Alfabetización informacional, más allá

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Hace unos años hacía yo una reflexión respecto de nuestra alfabetización informacional, la nuestra, sí, la de los profesores. Creo que las preguntas siguen siendo válidas, así que lo traigo de vuelta a la memoria y se los comparto.
En aquella época, el disparador de mi reflexión fueron dos artículos cuyos títulos me llamaron la atención: “El 70% de los jóvenes se informa únicamente a través de Internet” y “Una nueva moda, navegar sin ton ni son por el ciberespacio”.
En el primer artículo, el diario El País se refiere a un estudio español, donde la cifra corresponde a los jóvenes españoles menores a 25 años. El diario hace comparaciones con otro estudio que incluye a Alemania, al Reino Unido, Holanda y Estados Unidos. Aunque un poco viejo ya y ocioso para nosotros sin datos latinoamericanos, sin embargo, creo que la inquietud la tenemos: ¿qué porcentaje de nuestros alumnos se informa únicamente a través de la Internet? ¿mayoritariamente? Creo que los profesores diríamos que un número muy alto y, además, no siempre estaríamos muy contentos con ello. El otro artículo de un diario llamado iblnews, hace referencia a un estudio británico sobre los usos de Internet, en donde al parecer cuando se navega para buscar algo, hay una tendencia a la distracción y a la navegación per se. A este fenómeno le llaman el wilfing (de “What Was I Looking For?”). El artículo no es muy bueno, pero creo que como profesores tenemos esa misma pregunta, vemos a nuestros alumnos navegando ¿cuántos de ellos tienden al “wilfing”, al navegar por navegar?
Esto me hace preguntarme por los grandes retos de la alfabetización informacional (la information literacy, como se le llama en inglés). Cierto que el acceso a los recursos es indispensable, que lograr un dominio de las herramientas tecnológicas también lo es. Pero ¿con eso la alfabetización informática está resuelta?
¿Porque a los profesores nos tiende a hacer ruido que la mayor parte de la información que usan nuestros estudiantes provenga de fuentes en la Internet? ¿desconfiamos de lo que se puede encontrar en Internet? o ¿desconfiamos de la habilidad de nuestros alumnos para hacer una selección apropiada? o ¿de su interés y tendencia al “wilfing” sobre un esfuerzo de búsqueda adecuado? ¿Un poco de todo?
Saber hacer búsquedas que nos ofrezcan cierto grado de confiabilidad en la fuente, localizar y procesar la información apropiada a una necesidad, y que ésta sea oportuna, adecuada, completa y con reconocimiento de su grado de validez ¿es suficiente para resolver la alfabetización informática?
¿Qué tanto usamos nosotros Internet?
Hay muchos retos. Uno que me gustaría poner sobre la mesa a reflexión tiene que ver con nosotros como profesores y una especie de brecha digital generacional.
Como profesores no sólo tenemos que superar el reto del dominio tecnológico y de volvernos fuertes y exitosos localizadores de información adecuada en la Internet, para poder modelar esto en nuestros alumnos (que ya es bastante). Tenemos que ir más allá. Porque la Internet no es solo un espacio potente para hacernos de la información requerida para nuestras tareas y aprendizajes. También es un espacio para aprender de maneras que no conocíamos antes, para hacerse de recursos para la acción o la reflexión por vías novedosas, para construir con otros. ¿Sabemos cómo?
Nuestros alumnos navegan por el ciberespacio, un mundo nuevo, sin modelos que seguir, un mundo que está en construcción. ¿Somos parte de ese mundo? ¿Nos toca? ¿Es parte de nuestra alfabetización informática?

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