PICOTEA CON INTELIGENCIA

Esto es para ti CORREDOR

¿Eres una persona que disfruta del ejercicio pero sobre todo de correr ya sea pocas distancias o muy largas?

¿Te ha pasado que no sabes como cuidarte en lo que respecta a tu alimentación antes, durante y después de estar entrenando o en una competencia?

Aquí te dejamos un link donde podrás encontrar explicación y consejos sobre como alimentarte para rendir más y cuidarte de manera adecuada: picotea con inteligencia.

CUIDATE Y SIGUE CORRIENDO HASTA LA META

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From butter beans to pigeon peas: UN launches International Year of Pulses

2016 will promote protein power, health benefits of dried legumes

Pulses are an affordable alternative to more expensive animal-based protein, which makes them ideal for enhancing diets in poorer parts of the world.

10 November 2015, Rome – Pulses, including all kinds of dried beans and peas, are a cheap, delicious and highly nutritious source of protein and vital micronutrients that can greatly benefit people’s health and livelihoods, particularly in developing countries — that was the UN’s message at the launch of the International Year of Pulses 2016 today.

8f6b547356“Pulses are important food crops for the food security of large proportions of populations, particularly in Latin America, Africa and Asia, where pulses are part of traditional diets and often grown by small farmers,” said FAO Director-General José Graziano da Silva.

“They have been an essential part of the human diet for centuries,” he added, “Yet, their nutritional value is not generally recognised and is frequently under-appreciated.”

“Pulses can contribute significantly in addressing hunger, food security, malnutrition, environmental challenges and human health,” UN Secretary-General Ban Ki-moon added in a written statement delivered on his behalf at the launch ceremony.

Running under the slogan “nutritious seeds for a sustainable future”, the UN General Assembly declared 2016 the International Year of Pulses to raise awareness of the many benefits of pulses, boost their production and trade, and encourage new and smarter uses throughout the food chain.

In a symbolic gesture following his address, the FAO Director-General planted a number of fava beans in a planter full of soil as he proclaimed the International Year opened.

Untapped potential

Pulses are part of the food culture and standard diet in most parts in the world and a key ingredient in many signature national and regional dishes, from falafel to dahl to chilli and baked beans.

There are hundreds of varieties of pulses grown throughout the world. Popular ones include all varieties of dried beans, such as kidney beans, lima beans, butter beans and broad beans. But also chickpeas, cowpeas, black-eyed peas and pigeon peas (learn more: What are pulses).

They are an affordable alternative to more expensive animal-based protein, which makes them ideal for improving diets in poorer parts of the world. Protein sourced from milk, for example, is five times more expensive than protein that can be sourced from pulses.

Because pulses yield two to three times higher prices than cereals, they also offer great potential to lift farmers out of rural poverty, and processing provides additional economic opportunities, especially for women.

Health benefits

While small, pulses are packed with proteins – double that found in wheat and three times that of rice.

They are also rich in micronutrients, amino acids and b-vitamins, which, the FAO Director-General underlined, are vital parts of a healthy diet.

Low in fat and rich in nutrients and soluble fibre, pulses are also excellent for managing cholesterol and digestive health, and their high iron and zinc content makes them a potent food for combating anemia in women and children. They are a key ingredient in healthy diets to address obesity and to prevent and manage chronic diseases such as diabetes, coronary conditions and cancer.

Because of their high nutritional content, pulses are a staple in emergency food baskets and since they do not contain gluten, they are also suitable for celiac patients.

Benefits for animals and the environment

But pulses don’t just benefit human health – they also improve animal and soil health and support biodiversity.

Crop residues from pulses can be used as animal fodder to increase nitrogen concentration in the diet, which improves animal health and growth.

The FAO Director-General particularly highlighted how the nitrogen-fixing properties of pulses can improve soil fertility, which extends the productivity of farmland, and eliminates dependency on synthetic fertilizers. The latter leads to a smaller carbon footprint and indirectly reduces greenhouse gas emissions.

What’s more, by improving soil health overall, pulses promote below-the-surface biodiversity, too, as they create a rich home for germs, bugs and bacteria of various kinds.

Because pulses as a group are very genetically diverse, they also hold a great potential for climate adaptation, as they enable farmers to select new varieties to adjust their production to changing climate conditions.

Finally, using pulses as cover crops and in intercropping systems – planting them in between other crops or as part of crop rotations — can reduce soil erosion and help control pests and diseases.

The co-chairs of the steering committee of the International Year of Pulses, Aydin Adnan Sezgin and Nadeem Riyaz, Permanent Representatives of Turkey and Pakistan to FAO, made opening and closing remarks at today’s ceremony, which also included a presentation by Mahmoud Solh, Director-General of the International Center for Agricultural Research in the Dry Areas (ICARDA).

Other recent international years have focused on soils, family farming, and quinoa.

 

Artículo original de la FAO

10 consejos para una alimentación saludable

1. Coma alimentos variados

Necesitamos más de 40 nutrientes diferentes y ningún alimento por sí solo puede proporcionarlos todos. El suministro de alimentos que existe hoy en día facilita tomar una amplia variedad de alimentos, tanto comprando alimentos frescos para cocinar como comprando comidas preparadas o comida para llevar. ¡Elija los alimentos siempre de manera equilibrada! Si toma un almuerzo rico en grasa, tome una cena con poca grasa. Y si un día toma carne en la cena, intente escoger pescado al día siguiente.

2. Base su dieta en alimentos ricos en hidratos de carbono

La mayoría de la gente no toma suficientes alimentos ricos en hidratos de carbono como el pan, la pasta, el arroz, las patatas y otros cereales. Más de la mitad de las calorías de su dieta deben venir de estos alimentos. Pruebe con el pan integral, la pasta y otros cereales para aumentar su ingesta de fibra.

3. Tome muchas frutas y verduras

La mayor parte de la gente no toma la suficiente cantidad de estos alimentos que proporcionan importantes nutrientes protectores. Intente comer al menos cinco raciones al día. Pruebe nuevas recetas o vea qué platos preparados están disponibles en el supermercado.

4. Mantenga un peso corporal saludable y siéntase bien

El peso adecuado depende de muchos factores tales como el sexo, la altura, la edad y la genética. El sobrepeso aumenta el riesgo de padecer varias enfermedades tales como los problemas cardiacos y el cáncer. El exceso de grasa aparece al ingerir más calorías de las que se necesitan. Estas calorías suplementarias pueden provenir de cualquier nutriente que contenga calorías (las proteínas, las grasas, los hidratos de carbono o el alcohol) pero la grasa es la fuente más concentrada de calorías. La actividad física es un buen método para quemar calorías y puede hacerle sentirse bien. El mensaje es simple: si está ganando peso, tiene que comer menos y ser más activo.

5. Coma raciones moderadas: reduzca, no elimine alimentos

Si ingiere las raciones adecuadas de cada alimento, es más fácil comer de todos los grupos de alimentos sin necesidad de eliminar ninguno. Por ejemplo, algunas raciones razonables son: 100g de carne, media pieza de fruta, media taza de pasta cruda o 50ml de helado. Las comidas preparadas pueden ofrecer un medio práctico para controlar las raciones y a menudo aparecen las calorías que contienen en el envase, lo cual ayuda a su recuento. Si come fuera, podría compartir parte de su comida con un amigo.

6. Coma regularmente

Saltarse las comidas, sobre todo el desayuno, puede conducir a una sensación de hambre descontrolada, causando a menudo una sobre ingesta. Realizar una media mañana o una merienda puede ayudar a contener el hambre, pero no coma demasiado para no sustituir las comidas principales. No olvide contar estas tomas como parte de su consumo total de calorías.

7. Beba muchos líquidos

¡Los adultos necesitamos beber por lo menos 1,5 litros de líquidos al día! Y necesitamos más cantidad si hace calor o si realizamos mucho deporte. El agua es obviamente una buena fuente de líquidos pero la variedad puede ser tanto agradable como saludable. Otras opciones son los zumos, el té, el café, la leche, etc.

8. Muévase

Como hemos visto, la ingesta de demasiadas calorías y no hacer suficiente ejercicio pueden dar lugar a un aumento de peso. La actividad física moderada ayuda a quemar las calorías que nos sobran. También es bueno para el corazón y para el sistema circulatorio, y para la salud en general y el bienestar. Así que haga de la actividad física una rutina diaria. ¡Use la escalera en vez del ascensor (tanto como para subir como para bajar)!. Dé un paseo en su descanso para comer. ¡No hace falta ser un atleta para moverse!

9. ¡Comience ahora! y realice los cambios gradualmente

Realizar los cambios de su estilo de vida gradualmente es mucho más fácil que hacerlos de repente. Durante tres días, anote los alimentos y bebidas que consume entre las comidas y en las comidas. ¿Toma muy pocas raciones de fruta y verdura? Para comenzar, trate de comer solamente una ración más de fruta y verdura al día. ¿Sus alimentos preferidos son ricos en grasa y le hacen ganar peso? No elimine estos alimentos y se sienta mal, en cambio intente escoger comidas bajas en grasas o comer menos cantidad de éstos. ¡Y comience a usar la escalera en el trabajo!

10. Recuerde: todo es cuestión de equilibrio

No hay alimentos “buenos” o “malos”, sólo dietas buenas o malas. No se sienta culpable de los alimentos que le gustan, simplemente tómelos con moderación y escoja otros alimentos que le proporcionen el equilibrio y la variedad que necesita para conseguir una buena salud.

Artículo original obtenido de EUFIC                                            guia-basica-nutricion-culturista

 

Nutrición en Navidad

¡NAVIDAD NO ES SINONIMO DE SUBIR DE PESO!

La navidad es una época muy especial que nos une con nuestras familias y amigos, nos ayuda a pasar buenos momentos, pero a su vez nos acerca irremediablemente a la comida.

Casi todas las actividades que realizamos durante esta época giran en torno de los alimentos, ya que la comida es una de las mejores formas de demostrar gratitud, cariño y afecto. Además, seamos sinceros, quien le puede decir no a un tamal, a un quequito de navidad o a un buen vaso de rompope?

Se dice que las personas consumen hasta un 25% de alimentos de más durante la época de navidad y con este excedente de comida, existe una mayor posibilidad de que estas personas aumenten unos kilitos. Posteriormente a esta fecha, se inicia un ciclo donde el resto del año pasamos buscando opciones rápidas para eliminar todo el peso que ganamos durante las fiestas…

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Lo que mucha gente no sabe es que las navidad no es sinónimo de subir de peso y mucho menos es sinónimo de romper la dieta. Hay muchos conejos útiles que nos pueden ayudar a disfrutar de los placeres de la navidad, pero manteniendo siempre una alimentación sana.

Recuerde que en esta época también puede cumplir y mantener sus metas y propuestas de sentirse y estar bien; manténgase firme con lo que usted desea y siga las siguientes recomendaciones:

  1. Utilice la moderación- coma rico, coma lo que le guste, pero cuide el tamaño de las porciones. Evite a toda costa los excesos. Deje de comer cuando se sienta satisfecho y no espere sentirse exageradamente lleno. Sírvase un plato y trate de no repetir… si es mucha la ansiedad, repita ensaladas o vegetales.
  2. Busque modificar sus recetas- no tiene que eliminar las recetas que mas le gustan en navidad, si desea busque opciones mas saludables… elimine o reduzca las grasas, utilice leche descremada en sus recetas, evite los aderezos, utilice sustitutos de azúcar, todo esto ayuda a reducir el contenido de calorías.
  3. Alimentación inteligente- cada vez que se sienta en la mesa a comer, inicie con las ensaladas, vegetales o sopas descremadas, estas le ayudaran a sentirse mas llenos y disminuir el consumo de los otros alimentos.
  4. No abuse del alcohol- muchas personas no cuentan todas las calorías que el alcohol aporta en su dieta (7 cal/ 1 gr de alcohol), el exceso de alcohol no solo aporta calorías que fácilmente se almacenan en forma de grasa, si no su exceso que no permite disfrutar 100% las fiestas.
  5. Sea creativa- en la planificación de actividades y fiestas y sugiera ideas como incluir frutas para picar, incluir ensaladas verdes o tablas de quesos, prepare dips con menos grasa que pueden ser elaborados con yogurt, o prepare refrescos y/o jugos naturales.
  6. Busque un equilibrio- si sabe que va para una fiesta en la noche, trate de equilibrar la alimentación durante el día. Esto quiere decir que si cree que va a comer mucho en alguna fiesta, coma liviano el resto del día, y utilice frutas y vegetales, que son mas difíciles de hallar en estas actividades.
  7. Comparta- si las fiestas son en su casa, reparta entre las visitas la comida que sobró, para que así no tengamos la tentación a solo unos pasos de distancia.
  8. Mantenga su ejercicio físico- camine, baile o incorpore alguna actividad para acumular 30 minutos diarios de actividad física.
  9. No abandone los hábitos sanos de alimentación: no abandone sus hábitos alimentarios, siga realizando 5 tiempos de comida al día y no se olvide de los 8 vasos de líquido que necesitamos al día.

Recuerde la navidad es una época para disfrutas, así que en estas fiestas le deseamos un muy feliz nutrición….

Artículo original obtenida de Dos Pinos

Desnutrición: Un arma mortal para la vida de los niños

La violencia acaba con la vida de un niño cada cinco minutos. La desnutrición actúa en proporción inversa: cinco niños mueren cada minuto a consecuencia de ella o, lo que es lo mismo, 330 niños cada hora, casi 8.000 cada día. Es el enemigo común al que hay que derrotar si queremos acabar con la mortalidad infantil.

Hora del almuerzo en un hospital de Liberia

Haitham Faisal tiene ahora 21 meses. Nació en el pueblo de Al-Saddah, en Yemen, antes de que empezara la guerra. Era un bebé sano y cuando tenía un año pesaba 12 kilos. Hace unos meses, después de que estallara el conflicto en Yemen, perdió el apetito y comenzó a vomitar. Su madre tuvo que vender la única parcela de terreno que tenía para dar de comer a Faisal y sus dos hermanos, pero aun así no podía alimentarlos.

Durante dos semanas Faisal fue tratado por desnutrición aguda grave en el centro de salud de un pueblo cercano. Aunque le dieron el alta, a las pocas semanas empezó a vomitar otra vez. Esta vez tuvo también diarrea y no podía comer. Fue entonces cuando su madre decidió llevarlo al hospital Al-Sabeen.

¿Hay algo más violento que no poder dar de comer a tus hijos? ¿Cuánta violencia nos generan las imágenes de niños desnutridos con barrigas hinchadas, apenas sin fuerza para respirar y seguir viviendo? Visitar un centro de tratamiento de desnutrición, enfrentarse a las miradas casi sin vida de los niños es, probablemente, una de las experiencias más violentas que puede vivir un trabajador humanitario.

Cada cierto tiempo, casi de manera cíclica, se produce una hambruna, una crisis nutricional, como ya ocurrió en Etiopia, Somalia, el Sahel o el Cuerno de África. Y cuando esto ocurre, las imágenes de niños famélicos, suelen dar la vuelta al mundo. Se habla de sequía, de malas cosechas, de cambio climático, de pobreza, de conflictos. Siempre hay un detonante, un culpable, que es el que acaba disparando el gatillo.

Pero el arma ya estaba cargada. La desnutrición, cuando es crónica, empieza en el vientre de la madre, el periodo conocido como los 1.000 días críticos para la vida, que va desde la gestación hasta que el niño tiene dos años. En esta etapa es cuando se produce el desarrollo básico del niño, y, si no recibe una alimentación y atención adecuadas se pueden generar daños físicos y cognitivos irreversibles, que afectarán su salud y su desarrollo intelectual para el resto de su vida.

Pero hay otro tipo de desnutrición, la aguda que, en su forma más grave, conlleva un alto riesgo de mortalidad y afecta a 17 millones de niños en todo el mundo. Cuando un niño no recibe los nutrientes que necesita su cuerpo se debilita y se vuelve más vulnerable a enfermedades como la neumonía, la diarrea o la malaria. Enfermedades contra las que no puede luchar porque sus defensas están debilitadas. Sus probabilidades de no superar la enfermedad se multiplican por nueve.

La pregunta es si somos capaces, si queremos terminar con la violencia que conllevan el hambre y la desnutrición. Sabemos que existen recursos y conocimientos suficientes para erradicarlos. Hace apenas unas semanas se dieron a conocer los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Representantes de países de todo el mundo decidieron los 17 objetivos que marcaran la nueva agenda global de desarrollo de Naciones Unidas para 2030. Erradicar el hambre en el mundo y asegurar que cualquiera, especialmente los más vulnerables, tengan acceso a alimentos es el propósito del Objetivo 2. Según esta ambiciosa hoja de ruta, para 2030 habremos conseguido acabar con la desnutrición y la malnutrición, sobre todo, entre los niños, adolescentes, mujeres embarazadas y lactantes.

En los últimos años el conocimiento sobre la desnutrición, sus causas y consecuencias es mucho más amplio. Sabemos qué hay que hacer para prevenir la desnutrición crónica y cómo tratar la desnutrición aguda de manera efectiva. De hecho, se han conseguido logros significativos en los últimos años. Entre 2000 y 2013, la prevalencia de la desnutrición crónica ha pasado de un 33% a un 25%.

El primer paso es descargar el arma: eliminar todas las balas desde la primera a la última. Esto implica mejorar la nutrición de las madres y los niños durante el período de los 1.000 días, fomentar la lactancia materna, promover el consumo de sal yodada y hábitos de higiene saludables, crear instalaciones adecuadas de agua y saneamiento o lograr una atención sanitaria adecuada para las madres y sus hijos.

El segundo paso es tratar con eficacia y rapidez la desnutrición aguda cuando se produce. Y en esta línea, la solución también está en nuestras manos. Los alimentos terapéuticos listos para usar, compuestos por una mezcla de pasta de cacahuete, vitaminas y minerales, tienen un alto valor energético y ya existen fábricas que los producen en muchos países de África. Algunos médicos los conocen ya como los sobres milagrosos. En dos o tres días los niños recobran su vitalidad y en cuatro semanas se pueden recuperar completamente.

Haisal, el niño yemení de 21 meses, es uno de los que ha conseguido recuperarse. El tratamiento que recibió en el hospital de Al-Sabeen en Yemen, apoyado por UNICEF, salvó su vida. En 2014, junto a nuestros aliados, hemos dado tratamiento contra la desnutrición a 2’3 millones de niños en situación de emergencia y seguiremos haciéndolo cada día, cada mes, cada año. Trabajaremos sin descanso hasta que no quede un solo niño sin atención. Hasta que la desnutrición deje de ser un arma letal en la vida de los niños.

Javier Martos es director ejecutivo de UNICEF Comité Español.

Artículo original aquí.

Proceso de atención nutricia

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Del ABCD del estado de Nutrición al proceso de Atención Nutricia.

Facilitador:
LN Leticia Salazar Preciado
Dirigido a:
Nutriólogos, dietistas y médicos que requieran adquirir o actualizar sus conocimientos y desarrollar habilidades para la orientación alimentaria y el Proceso de Atención Nutricia (NCP).
Duración:
140 horas
Horario:
Sábados 9:00 a 14:00 hrs.
Plan de estudios:
Módulo 1: Introducción a la nutrición
Módulo 2: Evaluación y Diagnóstico nutricio
Módulo. 3: Intervención nutricia
Módulo  4: Monitoreo nutricio y evaluación  
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