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Casa Díaz-Morales

Sala de la casa.

 

Construida en un solar vecino a la casa de sus suegros y a la intervención que él mismo hizo a la finca González-Luna Morfín, la casa familiar de Ignacio Díaz-Morales es sin duda uno de los mejores ejemplos de su arquitectura porque —a pesar de la peculiar dimensión del terreno— logra componer un conjunto de espacios en los tres niveles de manera que todos tengan amplitud, funcionalidad, iluminación y ventilación adecuadas.

En su propia casa, Díaz-Morales pudo perfeccionar el espacio continuo, que se logra evitando encerrar los espacios, dejando a la vista la continuación de un espacio con el siguiente como si fuera un laberinto. Este modo de ordenar los recintos se acentúa aún más cuando un muro no se cierra tampoco en su altura, dejando ver que la cubierta también se prolonga hacia el espacio vecino.

La composición libre, no simétrica, de la urdimbre de espacios continuos fue una lección que seguramente Díaz-Morales como Barragán y Urzúa aprendieron y atesoraron en las soluciones vernáculas mediterráneas.

 

Casa de Ignacio Díaz-Morales y Margarita González-Luna Morfín

Avenida del Sur 322 (hoy Efraín González Luna 2062), Guadalajara.

Autoría: Ignacio Díaz-Morales / Proyecto: 1956 – Construcción: 1957 /

en colaboración con el ingeniero Carlos Petersen

Estado actual: conservada


 

La inclinación de Ignacio Díaz-Morales por la ingeniería supuso que no siguiese los pasos de su padre en la abogacía, pese a lo cual don José lo apoyó en su vocación y un buen día le obsequió un libro sobre catedrales francesas. El mismo Díaz-Morales rememoraba que quedó fascinado por aquellas maravillas. Si fue la causa o no de su preferencia por la arquitectura poco importa, pues pronto se convirtió en un experto conocedor de la historia de la arquitectura, dominio que a sus 73 años y al pie del Partenón en Atenas, le llevó a escribir: da miedo tanta perfección.

Patio del estudio del Arq. Díaz Morales.

Así como el arte aprende del arte, la arquitectura aprende de la arquitectura. En ese sentido, Díaz-Morales alimentó constantemente su obra con variados estudios y lecciones de viaje, como las que encontró en el orden clásico griego, en el renacentista Palladio, en los trazos reguladores ad pentagonum o en el encanto musical de los jardines de Granada. Díaz-Morales guio su composición arquitectónica con ejes de vertebración y simetrías, al mismo tiempo que recurría a la composición libre de espacios continuos, a los muros siempre blancos o a las posibilidades del arco de medio punto.

Su saber ilustrado y memorioso tuvo largo vuelo y le sirvió para aprender el oficio, para trabajar en la restauración del patrimonio edificado, para entender la ciudad, para organizar sociedades civiles, y para fundar escuela y enseñar con vehemencia a varias generaciones de arquitectos.

Hizo de su propia vida un oficio y de su oficio una morada según el decir de Unamuno: Dichoso aquel que logra hacer de la morada en que su oficio se cumple, otro cuerpo más para su espíritu.

Cuarto de la casa Díaz-Morales

Para el arquitecto Ignacio Díaz Morales, la familia necesita de un edificio propio para realizarse, y esa edificación se llama la casa, allí tienen lugar todas las funciones físicas y espirituales, éstas últimas las más importantes. La casa debe propiciar ante todo la comunicación, porque el amor es una comunicación cada vez más íntima y el anhelo de coexistencia espacial. Por ello, el amor es el que le da razón de ser a la casa.

El arquitecto Díaz Morales se inspiró en el programa que S.S. Paulo VI enunció en una conferencia para arquitectos. En ella, daba sentido a la casa que debe ser: hogar, santuario, escuela, taller y albergue. El arquitecto consideraba exhaustivo, perfecto y con jerarquía ese programa.

Díaz Morales analizó de manera profunda cada uno de los términos, y sus conclusiones se encuentran en los muros de esta casa, la que edificó para él y su familia.

Textos

Alberto González González

Entrevistas realizadas en mayo y junio de 1980

Referencia bibliográfica

Eduardo Arias Castañeda, Javier Díaz Reynoso y Alberto González González,

La estética, el bien común y la casa en la teoría y en la obra del Arq. Ignacio Díaz Morales.

Escuela de Arquitectura ITESO (Tesis profesional).

Guadalajara, Jalisco, agosto de 1980


 

Texto realizado por las hijas de Díaz Morales sobre su casa