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Casa Alarcón Menchaca

Ilustración de la construcción completa.

 

En algunas de las obras del arquitecto Ignacio Díaz-Morales, podremos observar el predominio de la razón y, en otras, lo veremos suspender el cálculo para dejar paso a la intuición artística. No es casual, entonces, que estudiara las ciencias exactas de la ingeniería al tiempo que dialogara con las humanidades. Esta mezcla afortunada le permite vincular la lógica matemática con las definiciones sustanciales de su pensamiento y, a la vez, dejar que la poética sugiera los perfiles materiales de su obra.

La casa Alarcón Menchaca, felizmente en buen estado de conservación, muestra hoy en día un atinado ejemplo de síntesis de esos dos mundos: el poético y el racional. Aquí Díaz-Morales entreteje los tesoros de sus hallazgos: la amabilidad y cortesía de su arquitectura temprana con el sabor hispanoárabe y, al mismo tiempo, la funcionalidad sencilla y eficiente de una arquitectura bien construida, una composición que ordena y delimita claramente las zonas comunes, las privadas y las de servicio.

La casa es grande, como una antigua villa renacentista se abre a la luz del sur con amplios ventanales y dialoga con un generoso jardín rodeado de sucesivas fuentes, que se enlazan por arroyos en el piso entre la casa y el paisaje verde. Mientras el arco y el dintel conversan, el mármol Santo Tomás, la piedra de recinto y la piedra de castilla aportan sus texturas y un acento gris de fondo, para resaltar el colorido de los matices verdes, los muros blancos y los diferentes brillos de las fuentes que cantan como las voces de un piano.

 

Fotografías de distintos ángulos de la construcción.

 

Casa de David Alarcón Zaragoza y Mercedes Menchaca

 Calle Mixtón 22, Col. Jacarandas, Zapopan.

Autoría: Ignacio Díaz-Morales, 1971-1975

Estado actual: conservada