La universidad sin universidad

Taller de construcción de estufas ecológicas en la Unitierra, en Oaxaca.
Taller de construcción de estufas ecológicas en la Unitierra, en Oaxaca. Foto: Unitierra.

El aprendizaje es un aspecto de la vida cotidiana que puede cultivarse; el estudio, un ejercicio autónomo y gozoso, de gente libre. Esas premisas fueron las semillas de la Universidad de la Tierra en Oaxaca (Unitierra).

No es una universidad como las otras; de hecho, la llaman así para reírse del sistema oficial y para reivindicar una vieja tradición de las primeras universidades: la de que un grupo de amigos aprendan y estudien juntos, alrededor de una mesa, no para obtener un diploma o avanzar en la pirámide educativa, sino por el mero placer de hacerlo, por la pasión que un tema les inspira.

“Por eso creamos nuestra universidad. Están con nosotros jóvenes sin diplomas; algunos nunca asistieron a la escuela. Podrán aprender las habilidades de un oficio o un campo de estudio como aprendices de alguien que las está ejerciendo —una partera, un abogado agrario, un geógrafo, una agricultora urbana, un constructor con adobe…”, se lee en su página web.

Sin títulos ni jerarquías, la Unitierra ha compartido su experiencia con otras personas y organizaciones para la creación autónoma de empeños semejantes, como la Universidad de la Tierra en Chiapas, la Universidad de la Tierra en Puebla, la Universidad de la Tierra en California y la Universidad de la Tierra en San Pablo Huitzo, Oaxaca.

Unitierra

:: unitierraoax.org

:: Unitierra en Facebook.

:: “Reaprendiendo la esperanza: la historia de Unitierra”.

:: “Es importante recuperar la esperanza como una fuerza social”. Entrevista con Gustavo Esteva.