Artículo por Dayana San Pedro e Ivanna Leal
¿Nos influyen las emociones al momento de alimentarnos?
La comida es parte de nuestro día a día y nuestra cultura, la usamos para festejar, crear memorias o reconfortar nuestras emociones, situaciones en las que muchas veces al no saber distinguir entre las diversas hambres podríamos orillar a abusar del comer desde el ´hambre emocional’.
Pero… ¿podría esto realmente perjudicar nuestra salud?
Si el comer emocionalmente es nuestro único método de enfrentamiento a nuestras emociones, si podría desencadenar entonces alguna conducta riesgosa o malos hábitos alimenticios como lo es el comer cotidianamente en exceso o sin conciencia.
HAMBRE EMOCIONAL
Algunos científicos llaman al intestino el «segundo cerebro» porque ayuda a realizar diversas funciones nerviosas, neurotransmisoras y hormonales, que afectan directamente cómo nos sentimos. El control del apetito es un proceso en el que se estimulan distintas regiones cerebrales, por lo que se ha establecido una teoría de la existencia de un centro de hambre y un centro de saciedad, donde las señales periféricas llegan al sistema nervioso por vías neuronales (a través del nervio vago) o por vías humorales (con secreciones endocrinas que se vierten al torrente sanguíneo).
La ingesta de ciertos alimentos con altos niveles de azúcares o carbohidratos elevan los niveles de triptófano en la sangre, que eleva los niveles de serotonina en el cerebro, un neurotransmisor que está directamente relacionado con el humor, siendo por lo que comer tiene un efecto similar a los antidepresivos. La mayoría de las investigaciones, presentan que el hambre emocional se da como un mecanismo de supresión de emociones negativas, sin embargo, existen factores como género y edad que influyen en la relación de emociones con el consumo de alimentos “confort”.
Cuando presentamos alguna emoción que nos afecta se genera una necesidad por controlarla y una forma de sentir que lo hacemos es a través de la comida, ya que ésta provee un camino fácil de obtener satisfacción. En muchas ocasiones, confundimos la necesidad desencadenada por la emoción que nos afecta con el hambre, llevándonos a obtener respuestas placenteras a nivel cerebral que disfrazan los sentimientos reales, los cuales, a pesar de calmarse momentáneamente mientras comemos, seguirán ahí al terminar.
Esta respuesta de nuestro cuerpo ante el manejo de emociones con la comida, se le llama hambre emocional, que es importante destacar que no está mal sentirla, sin embargo, el peligro reside cuando se convierte el único mecanismo de control emocional. Una puerta de entrada para trabajar la relación con la alimentación emocional es conocer el hambre que se presenta en tu cuerpo, hacerse la pregunta de qué es lo que tu cerebro quiere comunicar que le hace falta.
Hambre emocional y fisiológica, ¿cómo identificarlas?
El hospital privado de la Universidad de Córdoba, nos sugiere que si bien, existen distintos tipos de hambre, cuando nos referimos al inicio de búsqueda de alimento podemos hablar de dos tipos:
- Hambre fisiológica: cuando la búsqueda apunta a cubrir necesidades energéticas del organismo.
- Hambre emocional: el inicio de búsqueda de alimento está originado puramente a partir de un estado emocional.
Pero existen características más particulares que nos pueden ayudar a identificar cada una con más claridad, la siguiente tabla es propuesta por el blog de la nutricionista “Nutrion is the new black”, en la que nos resume algunas de ellas:
Hambre emocional | Hambre fisiológica |
Llega de repente | Se presenta gradualmente |
Se presenta como un antojo de alimentos o platillos específicos | Se puede satisfacer con cualquier comida del momento |
Al comer lo necesitas de forma automática y sin pensar a conciencia (comer de más o de menos sin darte cuenta) | Te das cuenta de las cantidades que comes de forma consiente |
No se para de comer pese a sentirte lleno, callando la saciedad natural del estomago | Paras de comer al estar lleno |
El antojo es mental, solo se piensa como en el sabor y la textura | Sientes el hambre a nivel estomacal, como un rugido o vacío |
No todo es negativo
Y es que no está mal si en ocasiones llegamos a satisfacer nuestra hambre emocional, ya que como se mencionó al inicio del artículo, el hambre emocional es meramente natural y comer es parte de nuestra cultura que impulsa a la creación de memorias compartidas.
Querer silenciar el hambre emocional por completo sería ir en contra de nuestra propia naturalidad. Es necesario entender que en ocasiones la necesitamos, aquí lo importante es saber que se presenta como una situación particular y no como la única forma en la que nos alimentamos. De esta manera evitaremos excesos y consecuencias perjudiciales.
Ahora que ya sebes un poco más del tema y si sientes que te identificaste con algo o simplemente te gustaría saber más sobre el tema, acá abajo te alcanzamos una cajita con links listos para que los revises y tengas acceso a una variedad de contenidos sobre el tema, esperando puedas sentirte más orientad@ y apoyad@. 😊
Recursos; Artículos, Podcast, Contacto de profesionistas y videos sobre el tema: |
Abbey Sharp “What To Do If You NEVER Feel FULL! Plus Intuitive Eating With a Medical Condition. YouTube: |
Cuentas de profesionales – Instagram: @nutrionisthenewblack y @Stefyactiva |
¿De qué tiene hambre mi vida? Se Regalan Dudas Podcast:
https://open.spotify.com/episode/29xiAlIhuh5nz8zHc4EZtN?si=1mYLoR9tQYCuOXU6hiNIjw |
Ana Arizmendi, psicóloga, maestra de nutrición y dietética: |
Referencias bibliográficas:
Arizmendiz, A. (2020). ¿De qué tiene hambre mi vida? T4-E32. Se regalan dudas [Podcast]. Disponible en https://open.spotify.com/episode/29xiAlIhuh5nz8zHc4EZtN?si=27f039ecebc94855
Nyklícek, I., Vingerhoets, A., & Zeelenberg, M. Emotion Regulation and Well-Being. Springer Science. Pp. 281-293. Disponible en http://www.mariskakret.com/wp-content/uploads/2015/10/Kret_Springer_2010.pdf#page=300
. Imágenes descargadas de banco gratuito: Freepick.com
. Nutrióloga de la IBERO alerta sobre el comer emocional derante la pandemia, María IsabelFlores, IBERO MX, 2022, https://ibero.mx/prensa/nutriologa-de-la-ibero-alerta-sobre-el-comer-emocional-durante-la-pandemia
. Cultura alimentaria en la sociedad mexicana, Erik Escudero, Foodtech, 2020, https://thefoodtech.com/nutricion-y-salud/cultura-alimentaria-en-la-sociedad-mexicana/
. Hambre emocional: ¿Influyen las emociones en nuestra alimentación?, Dra. Fabina Stloman, Hospital privado universitario de Córdoba, https://hospitalprivado.com.ar/blog/actualidad/hambre-emocional-influyen-las-emociones-en-nuestra-alimentacion-.html
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