Una perspectiva espiritual para gestionar los conflictos y generar Paz

Texto: Gerardo Moya García.

Imagen: Eugenia Cano (cargocollective.com/eugeniacano/)

 

Un Curso de Milagros (UCDM), como una perspectiva espiritual más, advierte que no existe separación entre lo creado y la fuente, así como entre la creación en sí misma. Al efecto refiere que la idea de separación entre nosotros, y entre nosotros y el origen, es la “causa” que nos mantiene en permanente “conflicto” unos con otros.

 

La única manera de “gestionar” el conflicto de fondo, es atender a sus causas, por ello, lo que UCDM propone es deshacer esta idea de separación e insertar en nuestro “sistema de pensamiento”, a partir de un entrenamiento mental, la idea de la “unicidad de todo lo que existe”, y que “ello” se trata de una verdad que está más allá de la percepción ordinaria humana que es a su vez equívoca, mutable, y temporal. En contraste, la realidad de unicidad a la que alude UCDM es eterna e inmutable; es decir, puede ser no reconocida, pero no puede ser cambiada. Un hijo podrá no reconocer la maternidad de su madre, pero eso no cambia que “sea” su madre.

Existen varios ejemplos con los que UCDM explica los efectos de un sistema de pensamiento (como el de gran parte del mundo actual) basado en la creencia de la separación. Esta creencia implica la proyección por parte del perceptor del mundo interno al mundo externo (como si fuera una película).

Al percibirse como un cuerpo (y por lo tanto separado), el ser humano se advierte vulnerable a lo que se encuentra fuera de él. Las “otras” personas o seres, pueden amarnos o agredirnos. En caso de considerarse como espíritu unido a su fuente, nada ni nadie lo puede dañar en caso de conflicto, ya que no existe nada separado de la fuente.

La creencia en el tiempo lleva implícitas otras consecuencias. Todas las personas con las que tenemos conflictos o con quienes convivimos, son su “pasado”. La creencia en el tiempo hace que juzguemos a las personas por lo que fueron y no por la persona que son en “este momento”. De ser posible ver a las personas frente a un conflicto, como si nunca antes las hubiéramos conocido antes, el diálogo y la búsqueda de soluciones fluiría mucho más.

El perdón visto desde UCDM, implica reconocer que al ser el mundo externo una mera “proyección” de nuestro sistema de pensamiento de separación, en realidad lo ocurrido solo ha ocurrido para quien así lo percibe, pero no ha ocurrido en la realidad; es decir, ha ocurrido únicamente dentro del “sueño” de quien(es) lo creen. Si esto es aceptado, entonces perdonar “no cuesta nada”, porque en realidad “nada” ha ocurrido. Éste es el origen de los principios evangélicos de “pon la otra mejilla” o “hay que perdonar 70 veces 7”, o “perdona a tus enemigos”, ya que en realidad, no son tus enemigos, sino UNO contigo y la fuente.

 

Con relación al Otro o la Otra, UCDM apremia a reconocer que el Otro/Otra eres Tú mismo (como en un espejo). En un conflicto, esta perspectiva te permite ver en el otro/otra, aquello que no te gusta de tí mismo, y a reconocerlo primero en tí para poder cambiarlo. Sólo podemos cambiarnos a nosotros mismos, no podemos cambiar a los demás. Aquello que cambies en tí, lo podrás reconocer en el otro/otra. En el mismo sentido, al no estar “separados” aquello que yo te haga a tí, me lo estoy haciendo a mí mismo. ¿Quién en su sano juicio desearía hacerse daño o engañarse a sí mismo?

 

La perspectiva de los conflictos hace referencia a que un conflicto se trata de una contraposición de intereses y necesidades; ¿Qué necesidad contrapuesta puede haber pues, cuando el bienestar del otro es mi bienestar y viceversa?

 

Agresión = a petición de amor. UCDM, explica que una agresión de cualquier tipo no es otra cosa que una “petición de amor” de quien se percibe separado de todo, o se ha olvidado de su unidad con la fuente. En función de ello conmina a responder a ella con una “respuesta amorosa” ya que eso es lo que se está pidiendo.

 

El milagro en la gestión de los conflictos estaría entonces en reconocer primero esa naturaleza no dual de la realidad y a actuar en consecuencia. Invertir las leyes de cómo se supone que “deberíamos” de actuar frente a un conflicto. De forma inmediata esto podría o no trasformar la manera en la que el otro/otra percibe el conflicto, sin embargo sí tendría seguramente un impacto en la manera personal de advertirlo. Ahí es en donde se encuentra la Paz, no afuera, sino dentro.

 

 

Retos y avances del sistema educativo indígena intercultural del Gran Nayar

Retos y avances del sistema educativo indígena intercultural del Gran Nayar.
Por: Graciela Larios


29 de febrero de 2015.-
Conservar nuestras raíces y fortalecer la unión de las escuelas indígenas es uno de los retos que planteó Pedro Cayetano, Director del Bachillerato Intercultural Muxatena, en el II Encuentro de Centros Educativos Interculturales.

Paulita Carrillo, perteneciente a la comunidad de San Andrés Cohamiata, puntualizó que el encuentro pretende identificar  historias y objetivos afines; así como los problemas, necesidades y experiencias de los centros educativos.

La importancia de los centros educativos interculturales y comunitarios son que las personas de la comunidad asumen que la educación del Estado no responde a sus necesidades culturales, contextuales y lingüísticas, por ende, han sido las propias comunidades y sus actores quienes generan estos proyectos educativos para favorecer la formación de sus jóvenes, para que no migren, no pierdan su lengua, y también construyan su propio desarrollo regional; con el respaldo de los derechos internacionales, constitucionales y estatales en materia cultural y educativa.

Uno de los logros de este segundo encuentro fue haber formalizado actividades para la próxima agenda de trabajo que incluyen: encuentros deportivos entre centros; intercambios culturales y artísticos; encuentro entre docentes y directivos para la revisión de planes de estudio y experiencias pedagógicas, así como acciones emprendidas en el marco de las áreas de educación para el trabajo

Actualmente existen 6 bachilleratos y una secundaria y al encuentro asistieron: Bachillerato Intercultural Muxatena de Presidio de los Reyes, Ruíz, Nayarit; Bachillerato Intercultural TaKutsi Niukieya de  Bancos de San Hipólito, El Mezquital, Durango; Bachillerato Intercultural Tamatsi Kauyumalie de Popotita, Mezquitic, Jalisco; Bachillerato Intercultural Tatei Yurienaka ‘Iyarieya de San Andrés Cohamiata, Mezquitic, Jalisco; Emsad-51 de San Miguel Huaixtita, Mezquitic, Jalisco.

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Represión, desigualdad y Ayotzinapa

Por Carlos Peralta, Académico del Programa Institucional de Derechos Humanos y Paz de ITESO

La represión de agrupaciones o movimientos, como la ocurrida recientemente en Ayotzinapa, no es un hecho aislado. Por más que vivamos en un régimen que se asume como democrático y defensor de los derechos humanos, se puede observar en lo cotidiano que lejos de atender de fondo los graves problemas que generan y propician las protestas sociales, estas suelen ser criminalizadas o contenidas.

En lugar de gestionar o negociar la solución de conflictos sociales, algunos gobiernos prefieren usar la vía de la represión, que si bien genera temor entre los actores y desarticula sus acciones, no atiende el origen de la inconformidad; por el contrario, genera más indignación, insatisfacción y resentimiento, con lo cual se agravan los problemas.

Tengamos presente que si la puntual actuación de los gobiernos en la contención represiva de los movimientos es lacerante, existen mecanismos que deberían identificarse como violencia estructural que contribuyen a sostener una baja calidad de vida, posibilitan diversas violaciones y obviamente, desde la perspectiva social, son vistas como agresiones al pueblo.

Podemos mencionar en esta línea la estrategia de explotación laboral que da lugar a la muy marcada desigualdad en recursos. Existe una dinámica feroz de acumulación de capital, que si bien es evidente en algunas empresas transnacionales, también se observa en empresas nacionales. La magnitud del incremento de la concentración de la riqueza, la monopolización de oportunidades y la inequidad en la representación política suponen una tendencia grave y preocupante, según la Fundación Oxfam, que además menciona en su informe “Gobernar para las élites”, que aproximadamente la mitad de la riqueza mundial está en manos del 1% de la población y que la mitad más pobre del planeta posee la misma riqueza que las 85 personas más ricas del mundo.

Para el caso mexicano en particular, según estudios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), esta desigualdad se genera por los bajos salarios de los trabajadores. A lo largo de un año cada mexicano en edad laboral trabaja un promedio de 2 mil 226 horas, mientras que en otros países de la OCDE —que engloba a 36 países industrializados—el promedio fue de mil 765 horas. A ello se suma que en su estudio, el promedio de ingreso de las familias en México es de 12 mil 850 dólares por año —unos 167 mil 000 pesos mexicanos— frente a los 23 mil 938 dólares —poco más de 311 mil 000 pesos— que las familias de los otros países analizados obtienen.

No todas las familias pueden realmente obtener los 13 mil 916.66 pesos mensuales que sugiere el estudio, ya que el salario mínimo de los mexicanos en 2014 es de 67.29 pesos diarios (Región “A”), lo cual se traduce en 2 mil 018.70 pesos por 30 días de trabajo, por persona. En otras palabras, los trabajadores en México trabajan más horas pero reciben menos ingresos, lo cual debería considerarse una fórmula de violencia estructural, porque no genera condiciones dignas de vida.

A esto debe agregársele que las empresas explotadoras de la mano de obra han encontrado en las leyes mexicanas y en diferentes gobiernos cobijo a sus políticas laborales y apoyo para el control de los inconformes. No en balde, en la literatura sobre la represión, se ha vinculado la desigualdad del ingreso a los altos niveles de represión. Mauricio Rivera (2010:74) afirma: “La población que padece mayor escasez socioeconómica experimenta mayor insatisfacción, lo que conduce al conflicto y a la inestabilidad sociales… En el último eslabón del argumento, conflicto e inestabilidad conducen al uso de la represión gubernamental”.

En el caso de Ayotzinapa observamos una normal rural donde estudian hijos de campesinos empobrecidos que sufren de violencia estructural y a la vez son críticos ante la realidad social que padecen. Estos jóvenes no se han conformado con un destino asignado, están buscando crear caminos diferentes para lograr una mejor calidad de vida en el marco de prestar sus servicios laborales como maestros. La represión de la cual fueron objeto, en la cual hubo tres muertos, varios heridos (algunos muy graves) y 43 desaparecidos, es una muestra más de las formas de violencia ilegítima ejercidas por los gobiernos, un ejemplo de represión que solo pretendía atemorizar y desmovilizar a los estudiantes pensando que la impunidad cubriría lo ocurrido. En este caso y lejos de desmovilizar, la pronta difusión de lo ocurrido ayudó a incrementar la indignación causada por la violencia y esta indignación está generando movilización y conciencia social sobre las acciones ilegítimas de los gobiernos y el futuro de los jóvenes en un país que no brinda suficientes oportunidades. Los gobiernos deben aprender que usar la violencia estructural o represiva, tarde o temprano genera indignación. La vía para atender los movimientos sociales va emparejada de mejorar su calidad de vida.

Derechos Humanos y una mirada a la Paz

Por: Mtro. Gerardo Moya García.

El primer abordaje que habría que hacer desde el paradigma de los Derechos Humanos, es que la Paz es entendida inicialmente como un derecho humano de tercera generación: “El derecho de los pueblos a la Paz”, junto con el del medio ambiente sano y ecológicamente equilibrado, o el derecho de los pueblos a la solidaridad internacional, entre otros.

En este sentido, nos encontramos en su ejercicio, frente a un derecho que los pueblos tienen frente a otros pueblos en el mundo globalizado de hoy, en el que la función de los Estados, es proactiva frente a otros Estados y otros pueblos del planeta en la prosecución de dicho fin.

Dicho de una manera sencilla, es el derecho que tenemos los pueblos, de llamar la atención sobre la Paz, cuando dos o más Estados o pueblos entran en Conflicto, ya que las consecuencias de ello, a nivel bélico, económico, político en el mundo de hoy, puede repercutir en el bienestar y en la vulneración per sé de otros derechos, no solo de las partes implicadas en el conflicto, sino del resto del planeta.

Por ello, la Asamblea General de las Naciones Unidas en su 57a sesión plenaria del 12 de Noviembre de 1984, (hace 30 años), emite la “Declaración sobre el Derecho de los Pueblos a la Paz”, cuya pretensión principal entre otras, fue la de prevenir una catástrofe nuclear mundial. En dicha Declaración, se reconoce que garantizar que los pueblos vivan en Paz, es el “DEBER SAGRADO”de todos los Estados.

Ahora bien, para defender éste derecho a nivel global, se requiere de la intervención de los Estados (al ser un “deber” para éstos) a través de los organismos Internacional o Regionales competentes. (Consejo de Seguridad o de Derechos Humanos) en el caso del Sistema Universal, o sus símiles en los Sistemas Interamericano, Africano o Europeo. El primer embate es entonces, el corto alcance que aún tienen dichos sistemas, cuyo único sostenimiento a la postre es el “acuerdo” de los Estados.

El otro embate a nivel global, lo lidera el falso debate: “derecho a la paz versus derecho a la seguridad”, en tanto que los Estados-Nación manipulan, persiguiendo sus propios intereses, con-venciendo de que es factible alterar la Paz, para salvaguardar la Seguridad de los mismos. En este sentido, uno de los principales obstáculos para la Paz entre los pueblos, es precisamente la malversación del derecho a la Seguridad. Dicho sea de paso, al interior de los Estados-Nación sucede lo mismo.

Sin embargo, cuando surgen conflictos en niveles locales o menores, el paradigma de los derechos humanos, desde el punto de vista de la gestión de conflictos que perturban la paz, se queda corto. Pensemos en el trato otorgado a la reivindicación Zapatista; o a la famosa “declaración de guerra contra el narco” de la pasada administración en México y sus fatales implicaciones, mismas que continúan con este gobierno. ¿Qué sucede con la regulación del uso de las armas? ¿Qué hay de la comisión de violaciones de derechos humanos por parte de las fuerzas armadas en labores de “seguridad interna”?

La “justiciabilidad” en el caso de las violaciones de derechos humanos; es decir, la judicialización y sometimiento a diversos procedimientos legales de dichas violaciones, nos llevan a la postre y de comprobarse las mismas, a solicitar la reparación del daño a las víctimas, medidas de no repetición, capacitación a servidores públicos, actos públicos de reconocimiento de la responsabilidad del Estado, y por supuesto la concebida “sanción” (económica, de privación de la libertad etc.) de los responsables.

Es ahí, en donde las teorías de Paz, pueden ofrecer luz, respecto de “otras maneras de gestionar” la defensa de violaciones de derechos humanos, que no generen mayor conflicto, resentimiento, o simulación de “conversión” por parte de las autoridades como generalmente sucede, pero cuya gestión permita resarcir los daños de las víctimas, sin violentar otros, o incluso los mismos derechos humanos que fueron violados, en el caso extremo de la pena de muerte, aplicada aún en algunos Estados.

cifs.iteso.mx

 

Calaverita #CIFS “Al mal gobierno”.

“Al mal gobierno”.

Por: José Bautista

La muerte asustada está de tanto conflicto social, pero más le indigna trabajar horas extras sin compensación salarial.

El caso de Ayotzinapa hasta a la muerte preocupa, porque ahora su lugar ha sido ocupado por quién nos debe cuidar,

La policía nos maltrata, los partidos y el narco se han vuelto uno, nos matan.

Si así las cosas están, la muerte muy pronto estará desempleada y acabada, y a los mexicanos más nos llevará la chingada.

 

La muerte tranquila estaba dormida en su aposento, sin darse cuenta que a México han convertido en un camposanto.

Los niveles de gobierno ya ni la burla perdonan,  si no van a defendernos del crimen organizado, al menos no nos estorben para autodefendernos.

 

El caso de Ayotzinapa no es un asunto aislado, a mi me suena más bien a un crimen más del Estado.

La indignación general que ha ocasionado este hecho, ha rebasado fronteras que no logran llenar el hueco, que han dejado los 43 normalistas del Estado de Guerrero por parte del mal gobierno y los “Guerreros Unidos”.

 

Al gobierno y los partidos  no les conmueve este caso, porque bien agarrados están del hueso que los mantiene alejados del ocaso.

La población indignada está quemando edificios de partidos muy bribones,

la verdad ya estuvo bueno de gobiernos tan ladrones.

La muerte empoderarse quiere pa’ soportar el trabajo de una fosa espectoral, para enterrar a toda la cloaca política con su democracia electoral.

Programa Empoderamiento y Conflictividad Social.

Paz imperfecta: una alternativa

 (En memoria de Francisco A. Muñoz Muñoz)

 

Por Gerardo Pérez Viramontes

 

El pasado jueves 23 de octubre, murió en Granada-España uno de los investigadores de la paz y los conflictos, más importantes de la península ibérica: el Dr. Francisco A. Muñoz Muñoz. Personalmente, tuve la oportunidad de interactuar con él a propósito de la elaboración de mi tesis de doctorado y posteriormente como compañero de la Red Iberoamericana de Investigadores sobre la Paz Imperfecta. Puesto que una de las mejores formas de honrar la memoria de quienes nos han precedido es difundir sus ideas, a través de estas líneas deseo compartir con el lector algunas de ellas que, desde mi perspectiva, constituyen una alternativa para construir paz en la vida cotidiana de este país.

  • Pensar la paz como una paz imperfecta.

Frente al modelo dicotómico que entiende la realidad como lucha entre contrarios  (buenos/malos, verdad/mentira) y que ha estado presente también en los estudios de paz, Francisco Muñoz consideraba importante posicionarse de una manera compleja y conflictiva frente a este tema. Planteaba la importancia de trascender el dualismo que se deriva de suponer, por un lado, la existencia de una bondad natural e inherente al ser humano, que lo haría al vivir en armonía permanente con los demás; y por el otro, que la violencia estructural es una fuerza omnipotente que bloquea o aniquila las capacidades humanas. Una perspectiva compleja y conflictiva de la paz –señalaba Muñoz­– tendría que llevarnos a pensar las complementariedades que se dan entre ambos extremos, para reconocer las formas en que los seres humanos, en situaciones de violencia extrema, como las guerras (o a partir de ellas), también actuamos de manera cooperativa, compasiva o amorosa. Igualmente, consideraba importante darnos cuenta de cómo, la mayor parte de nuestros conflictos, sabemos resolverlos de manera positiva. A esta nueva forma de ver las cosas, Paco Muñoz la denominó paz imperfecta, la cual ha venido a ser un nuevo paradigma en el marco de la Investigación para la Paz.

Puesto que la paz (imperfecta) es un hecho que está cotidianamente presente en nuestras vidas, una de las principales tareas del que quiere construir paz –proponía Muñoz– consiste en identificar y potenciar todos esos espacios, todas aquellas situaciones, esos innumerables contextos donde los seres humanos vamos construyendo relaciones positivas con los demás. En medio, entre la “paz perpetua” y la “violencia estructural”, existen miles de alternativas y posibilidades para hacer las paces (en plural) en todos los órdenes de la vida. En nuestras instituciones, con nuestros ritos y tradiciones, en los espacios públicos, con la ciencia y tecnología que tenemos, a partir de nuestros oficios o profesiones, utilizando las leyes y los códigos que nos hemos dado, relacionándonos de manera cuidadosa con la naturaleza, empleando con sabiduría los medios de comunicación…, podemos contribuir a la convivencia justa y pacífica que todos anhelamos. Nuestra creatividad e imaginación no tienen límites para hacer de la paz una realidad posible. Pero las mediaciones deben ser propiciadas, buscadas, potenciadas, aclaraba Muñoz.

  • La búsqueda de equilibrios dinámicos respecto del conflicto.

Para el Dr. Muñoz, quien también fue especialista en historia antigua, un asunto fundamental para avanzar en el entendimiento de la paz, consistía en poner en marcha un “giro epistemológico” que nos permita ver las cosas de otras maneras. En este sentido, entendía la conflictividad más allá de una perspectiva meramente antropológica, al considerarla como un fenómeno que está presente en la vida misma, y que en el caso de los humanos adquiere características cualitativamente diferentes (“participamos de la conflictividad que existe en el universo”, señalaba). Culturalmente, a través de los procesos de socialización, hemos aprendido fórmulas para enfrentar los conflictos de manera noviolenta, y en términos biológicos, la naturaleza nos ha dotado de mecanismos para mantener los equilibrios de la vida. Biología y cultura, en el caso del ser humano, van siempre de la mano. Esta perspectiva del conflicto (que yo calificaría de cosmológica), llevaba a Paco Muñoz a cuestionarse por las necesidades que debemos de satisfacer como especie. Retomando el modelo propuesto por Max-Neef, el Dr. Muñoz, enfatizaba la importancia de considerar las capacidades, como la otra cara de las necesidades, con las que podemos incidir sobre nuestras condiciones de vida. Palabras más, palabras menos, este especialista en historia antigua enfatizaba: 1) la importancia de concientizarnos sobre las capacidades que tenemos para afrontar y regular constructivamente los conflictos ya que forman parte de nuestra condición humana; 2) que saber interpretar y vivir los conflictos es un signo de calidad de vida; y 3) que debemos reconocernos mutuamente como seres de la misma especie con idénticas necesidades.

Unas semanas antes de su muerte, el D. Francisco Muñoz exponía en una reunión de investigadores para la paz los avances de una reflexión colectiva que se viene elaborando en torno al empoderamiento pacifista. Ahí se señalaba: «El empoderamiento pacifista intenta sistematizar las diferentes esferas, entidades humanas e instituciones por donde circula el poder. Su mirada es mucho más amplia e inclusiva que el segmentado enfoque estatal del poder, haciendo un mayor énfasis en lo “público”, entendido como aquello perteneciente o relativo a todo el pueblo. Sin embargo, en sus análisis no se aleja del todo del Estado, porque lo reconoce, también, como mediador en los conflictos». En esta cita logramos identificar el carácter mediador del poder que está presente en todas las interacciones entre seres humanos, el giro epistemológico que supone considerarlo no solo como una atribución del Estado, y la perspectiva compleja que supone pensar las relaciones conflictivas y complementarias que se establecen entre el poder constitutivo de las personas y los pueblos, y el poder político que debe ejercer el Estado para regular la convivencia social en marcos jurídicos y de derecho.

La vida y obra de una persona no pueden resumirse en unos cuantos párrafos. Como académico, como historiador, como residente del Albaicín… muchas cosas más se pueden decir de esa gran persona (imperfecta) que fue Francisco Muñoz. Paco: muchas gracias por haber compartido conmigo parte de tu camino por la vida. ¡Abrazos hasta la eternidad!

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Derechos Humanos y universidades jesuitas

Por: Resu Rodríguez, Proyecto de fortalecimiento de la formación integral al estilo ignaciano, CUI.

¿Cuál es la importancia de la defensa de los derechos humanos en la educación jesuita? ¿Qué tiene que ver con su misión?

Como obras confiadas a la Compañía de Jesús, las universidades jesuitas mantienen una misión común: la vivencia de una fe ligada a la justicia. Eso hace que la mayoría de las enunciaciones de la misión de las universidades estén vinculadas al compromiso social y a la búsqueda de sociedades que vean por la dignidad de las personas antes que otros intereses.

¿Cómo se traduce esto en la vida universitaria? Por medio de asignaturas, proyectos, programas de investigación, institutos en algunas ocasiones, servicios de asesoría legal y acompañamiento, entre otras actividades. Claro, siempre cabe la pregunta de qué nos está faltando y la inquietud porque una cultura verdadera de paz y respecto a los derechos humanos se haga vida en la convivencia dentro de las comunidades universitarias y no sólo como programas formales enunciados. Es el caso de los colectivos de estudiantes y profesores que se involucran con lo que está pasando afuera del campus, se organizan y se ponen en acción para volverse defensores o defensoras de derechos humanos.

En estos tiempos violentos en México, es importante recordar esta misión en la que el Reino de Dios se traduce en el goce pleno de los derechos y la vida digna para todas y todos. La labor en DDHH en la educación jesuita es estar permanentemente atentos a servir a la sociedad y no sólo a servirse de ella. ¿Para qué estudiar, escribir, aprender, desarrollar o experimentar? ¿A quién le va a servir aquello que hacemos? Esa es la pregunta importante, que debe estar punzando muy frecuentemente en nuestras mentes y corazones.

Como esfuerzo del Sistema Universitario Jesuita para fortalecer el trabajo en torno al tema, cada dos años se realiza en distinta sede el Foro de Derechos humanos , cuya XI edición está por suceder en este mes de octubre en la Universidad Iberoamericana de Puebla.

“La Declaración sobre los Defensores de los Derechos Humanos postula que el Estado a través de las autoridades competentes, tendría que garantizar protección a la persona o colectivo “frente a toda violencia, amenaza, represalia, discriminación, negativa de hecho o de derechos, presión o cualquier otra acción arbitraria”, pero hay evidencia clara del riesgo que representa ser defensor o defensora en México”. Así, el tema que se propone para este foro es los Derechos humanos y acceso a la justicia: la dignidad de las personas frente a las formas de poder en México. Algunos de los ponentes que participarán son Adela Cortina, Alejandro Solalinde, Rafael Moreno SJ, Alberto Patishtán y Javier Corral.

El premio “Tata Vasco”, otorgado desde 1994 en el marco de este foro, será para el movimiento Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en México (FUNDEM), dedicado a la búsqueda de personas desaparecidas durante el pasado sexenio. Los detalles del XI Foro se pueden encontrar en: http://www.iberopuebla.mx/forodh/default.asp

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Campaña Internacional de Agricultura Familiar de la FAO: www.fao.org
Más información del Seminario: http://www.idea.unal.edu.co/

 

Como surge Ley para el Fomento y Participación de las Organizaciones de la Sociedad Civil en el Estado de Jalisco

Dr. Carlos Armando Peralta Varela,

Programa Empoderamiento y Conflictividad Social.

19 de septiembre del 2014.– La historia de las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) en Jalisco, es muy importante. Tal vez, la primera OSC creada en Jalisco fue el Organismo de Nutrición Infantil, ya que fue fundado en 1954 (y aún continúa trabajando). Pero el número y tipo de agrupaciones generadas por los ciudadanos ha mostrado un relevante crecimiento. Actualmente, en Jalisco existen centenas de agrupaciones, tan sólo como un dato que nos ayude a dimensionar su crecimiento, cabe mencionar que el Instituto Jalisciense de Asistencia Social (IJAS), cuenta en el 2014 con más de 830 de las asociaciones civiles y fundaciones registradas[1].

Debemos observar que las OSC en la actualidad, contribuyen al complejo desarrollo de la sociedad. Si bien atienden problemas relacionados con la pobreza, su gama de acción es más amplia en la medida en que ayudan a resolver problemas sociales como el educativo, aportan políticamente en procesos cívicos–democráticos, atienden temas vinculados a la ecología y la movilidad no motorizada, luchan por la equidad de género y en contra de la violencia, por la defensa de los derechos indígenas y la defensa de los derechos humanos en general, entre otras líneas de acción. En resumidas cuentas, su labor busca la satisfacción de las diversas necesidades humanas y la atención de derechos.

Sin embargo, a pesar de su larga trayectoria y de su relevancia no se contaba en Jalisco con una Ley específica para fomentar la acción de estas agrupaciones. El marco jurídico para propiciar su desarrollo había sido prometido en pasados sexenios, pero no se había logrado. Tan sólo para fundamentar esta idea podemos mencionar dos datos históricos:

1)      El Foro de Organizaciones Civiles logró concretar el 13 de enero del 95, una firma de acuerdos y compromisos con el primer gobernador del PAN en la entidad, el Ing. Alberto Cárdenas Jiménez. Entre otros, asumió el compromiso de impulsar una Ley de Fomento para las OC. No se logró concretar este compromiso.

2)      En el 2000, el movimiento llamado “Poder Ciudadano”, generó la Agenda Ciudadana por Jalisco, que fue firmada por el Lic. Francisco Ramírez Acuña en calidad de gobernador electo. En la agenda explícitamente se pedía una Ley para el fomento de las OSC, sin embargo, el gobernador electo cambio la redacción y redactó el compromiso de la siguiente manera: “Se promoverá la revisión de los marcos normativos vigentes para que faciliten el desarrollo pleno de los organismos de la sociedad civil y la cultura asociativa en Jalisco, particularmente en materias como la asistencia social, la organización social, la participación ciudadana, planeación participativa y el desarrollo democrático en Jalisco”. En cualquier caso no se generó una ley para fomentar la labor de las OSC.

Hace casi tres años un grupo de organizaciones de Jalisco llamado Red Espiral, junto con Corporativa de Fundaciones y el Programa Empoderamiento y Conflictividad Social (del CIFS), retomó la lucha para que en Jalisco existiera una ley que promoviera a las OSC. Sabían de la existencia de la Ley Federal y de los intentos anteriores para que se dictaminara una ley estatal, y a pesar de las dificultades que preveían en el camino, consideraron importante aventurarse a gestionar una ley. Las agrupaciones de la Red Espiral estaban motivadas ya que identificaban una serie de dificultades impuestas por los gobiernos para lograr su labor y la Ley podría ser una fórmula para mejorar sus condiciones y oportunidades de trabajo. Consideraron importante: 1) poder participar en la toma de decisiones que afectan a las OSC, 2) transparentar y mejorar la lógica de reparto de recursos y 3) que las organizaciones fueran tomadas en cuenta como instituciones de interés público.

Tuvieron que entrar en interacción con dos legislaturas, realizar muchas sesiones de trabajo, gestionar foros, pero por fin el sábado 16 de agosto del 2014, fue publicada en el Periódico Oficial del Estado de Jalisco la Ley para el Fomento y Participación de las Organizaciones de la Sociedad Civil en el Estado de Jalisco.

A pesar de todo el esfuerzo, el tener una ley es un primer paso, porque ahora debe hacerse valer. Las organizaciones deben felicitarse por este logro, sin embargo, aún debe aplicarse la ley para lograr cambiar las condiciones de apoyo hacia las ONG’s.

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[1] Este dato se puede consultar en la página: http://www.jalisco.gob.mx/es/prensa/noticias/12095

 

YO VIVO LA PAZ ¿Y TÚ? Día Internacional de la Paz


Por: Carlos F. Castañeda

Tlaquepaque, Jal. 15 de septiembre de 2014.- El próximo  21  de  Septiembre se conmemorará a nivel internacional el Día  internacional  de  La Paz, que fue establecido por la Organización de las Naciones Unidas. Desde el ITESO el lunes 22 de este mes de las 10:00 a las 18:00 hrs., se realizará una jornada continua de oración por la paz dentro de la Universidad, esa será una manera de tener presente el día por la paz entre la comunidad universitaria.

Ante el escenario de violencia que estamos viviendo en nuestro país, los medios de comunicación masivos difunden principalmente los hechos negativos alrededor de nuestra situación social, el  colectivo YO VIVO LA PAZ ¿Y TÚ?, conformado por organizaciones que en Guadalajara trabajan en favor de la paz, se han unido para celebrar este día para realizar una serie de intervenciones en el espacio de la Vía Recreativa de Guadalajara, precisamente el próximo domingo 21 del presente mes.

La propuesta es hacer visible el esfuerzo de personas e instituciones que llevan a cabo acciones concretas en favor de una situación social diferente y que normalmente no son evidentes en los medios masivos de comunicación.

En el andador de la av. Chapultepec, entre la avenida La Paz y Lerdo de Tejada se instalarán una docena de representantes de las siguientes instituciones:

Sección de Derechos Humanos y Pastoral del trabajo de la arquidiócesis de Guadalajara, Comunidad CRECE, Constructores de paz, Centro educativo Oblatos, Colores de Jalisco, Guerreros de luz, Dirección de prevención de adicciones del ayuntamiento de Guadalajara, Parlamento Jalisciense de la Mujer, FAFI: Fundación para apoyo a la formación de la infancia, COMNAPAZ México, Colectivo vidas dignas y empoderadas, COVIDYE, Creando una cultura de paz AC. CREAPAZ, Portavoces de Paz, Misioneras Ecuménicas,  El juego es pensar S.C., Pulsando desde el corazón, FM4 Paso Libre (Dignidad y justicia en el camino A.C.)  y el Programa Institucional de Derechos Humanos y Paz.

Entre las intervenciones y actividades que van a realizar algunas de estas agrupaciones son un taller de valores, un taller de Mediación Escolar, la yoga de la risa, una exposición con grupo de mujeres “Una salud por la paz”, Jóvenes con Mimo, y exposición de murales pintados con el tema de la paz, una lotería de valores y juegos cooperativos, otro mural que se hará en colectivo por la paz y juegos para niños y adolescentes sobre cultura de paz,  también habrá lecturas compartidas sobre historias de migrantes e indígenas y sobre la invisibilidad de las personas, el juego del Bebeleche de los valores y otras expresiones de paz de niños de Michoacán, Jalisco y Guanajuato.

Cabe mencionar que esta es solo una muestra del tipo de trabajo o colaboración que hacen algunos organismos de la sociedad civil en cuanto al tema de Paz pero hay muchas otras instituciones que en acciones pequeñas y cotidianas colaboran construyendo un mundo de relaciones equitativas, armoniosas, justas que construyen a la cultura de paz y al ideal de la Paz Positiva.

Invitamos a los miembros de la comunidad universitaria a visitar esta exposición de actividades en la Vía Recreativa y a unirse con un poco de tu tiempo en la jornada de oración el lunes 22 en el campus de nuestra universidad.
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Soy bilingüe: hablo 100% wixárika y 60% de español

 

 Por: Roxana Xamán Mc Gregor.

Imagina que llegas al ITESO y el coordinador de la carrera te habla ¡en na’ayeri! En la oficina de admisión también hablan en na’ayeri. Quizá trates de explicar: “Soy bilingüe: hablo 100% español, 50% inglés, 0% na’ayeri. No le entiendo nada.” Imagina que te responden: “Aprenda na’ayeri, está en el ITESO.” ¡Cómo vas a aprender na’ayeri si desde que naciste hablas en español! ¡18 años después resulta que tienes que aprender otro idioma! En México este problema hipotético es tan real que 6.5 millones de personas lo viven, los 6.5 millones de hablantes de alguna de las 68 lenguas originarias.

En el Programa Indígena Intercultural iniciamos en 2014 un proyecto dedicado a conocer el uso y conocimiento del idioma español en comunidades indígenas, con el objetivo de elaborar propuestas que permitan a los alumnos indígenas mejorar su comprensión del idioma. Para ello realizamos un diagnóstico en siete centros educativos interculturales (una secundaria y seis bachilleratos) cuya lengua materna es el wixárika o huichol y el na’ayeri o cora.

Encontramos que los alumnos tienen conocimientos desordenados del idioma: cometen errores básicos (acentuación, ortografía) y otros más complejos, que modifican la estructura y coherencia de su discurso. Desde mi experiencia docente en nivel bachillerato con alumnos en Guadalajara y Mazatlán, los errores básicos presentados por los alumnos que participaron del estudio, no son más graves a los que cometen otros jóvenes del país en el mismo grado escolar. En cuando a los errores complejos del uso de la lengua (elaboración y comprensión del discurso), los estudiantes indígenas evaluados sí mostraron deficiencias considerables, con respecto a otros alumnos del mismo grado escolar.

El que los alumnos indígenas no dominen bien el español no es cuestión de capacidad, sino de situación, ya que reciben una educación inadecuada para su contexto: se asume que conocer el idioma español en México es una obligación, la educación del Estado tienen una estructura, metodología y contenidos inadecuados para la población indígena: escuelas multigrados (un profesor atiende a dos o más grupos), enseñanza con material exclusivamente en español y/o con profesores que no tienen una formación especializada para la enseñanza del español como segunda lengua, entre otros.

Esta problemática requiere de un cambio de paradigma para iniciar con una solución de fondo: que se trate a la lengua indígena como una igual al español, que se modifiquen las estructuras, de modo que el hablante indígena encuentre los espacios para estudiar, trabajar, relacionarse con otros en su idioma. Por lo pronto, desde el Programa Educativo Intercultural acercamos a los educadores herramientas para que mejoren su conocimiento del español (talleres, guías, material de apoyo); acompañamos y motivamos el trabajo del profesor con los alumnos (con diseño de metodologías y seguimiento al proceso de enseñanza-aprendizaje).

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¿Por qué las personas tienen que salir a tomar las calles? Reflexiones sobre la movilización de los wixárikas

Por: Carlos A. Peralta Varela, Programa de Derechos Humanos, CIFS – ITESO

2 de septiembre de 2014.- Las organizaciones o las comunidades no salen a movilizarse, marchar y tomar las calles por pasatiempo. Lo hacen por necesidad. Su acción busca llamar la atención de la sociedad y de las autoridades para atender una necesidad o para resolver un problema importante.

En el caso de la reciente movilización de los wixárikas (huicholes), el 20 y 21 de agosto pasados, tuvieron que dejar su casa, venir a Guadalajara e instalarse frente a dos dependencias del gobierno federal, para que las autoridades se movilizaran y cumplieran con algo que ya habían ganado legalmente en los tribunales y que podría haberse resuelto hace años. Tenían la razón ética y jurídica para actuar, y si resumiéramos su solicitud es esta: “ya estuvo bien de mentiras y de darle largas al problema ¡Queremos acciones concretas!”.

En julio de 1953, una resolución presidencial que fue publicada en el Diario Oficial de la Federación, les otorgó a los wixaritari de San Sebastián Teponahuaxtlán un total de 240 mil hectáreas. Hace poco más de una década pobladores de Huajimic, perteneciente a Nayarit, invadieron sus tierras y se apropiaron de 10,000 hectáreas. Obviamente los wixárikas tenían muchos caminos posibles de acción, uno de ellos era haber intentado desalojar a los invasores. Sin embargo, decidieron seguir un camino más respetuoso y denunciaron el hecho ante las autoridades, pero éstas no hicieron nada al respecto. No se resignaron y decidieron seguir el muy largo y tortuoso camino que marca la ley para lograr la restitución de sus tierras.

Desde el año 2007, han interpuesto demandas y llegaron a tener 45 juicios de restitución de tierras de los cuales a partir del 2012, se han emitido cinco sentencias a su favor y ninguna de éstas se había ejecutado. Es decir, siguieron el proceso que marca la ley, gastaron dinero en los juicios, pasaron cinco años para que se reconociera (a través de las sentencias) que debían restituírseles las tierras, pero han pasado otros dos años más sin que nada efectivo suceda.

Mientras se realizaban los juicios otra dependencia federal intervino, la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) y sugirió que el caso se desahogara como parte del programa Conflictos Sociales en el Medio Rural (COSOMER). Entre 2009 y 2012, la dependencia aparentó atender el conflicto y dijo buscar que el problema se resolviera por la conciliación entre las partes, sin embargo, la SEDATU no atendió el conflicto de fondo y la invasión persistió.

El colmo fue que el Tribunal Superior Agrario ordenó que un tribunal de Nayarit ejecutara una de las sentencia de restitución por un total de 10,000 hectáreas. Sin embargo, en Nayarit no quisieron ejecutar la sentencia. Es decir, las autoridades no quisieron hacer caso cumplir y ejecutar una orden de un tribunal.

Tengamos presente entonces que la movilización de los wixárikas se debió a un conflicto que ellos no provocaron y que no fue atendido adecuadamente. Teniendo la autoridad federal, la posibilidad de resolver desde hace años el problema de la invasión, no actuaron. En este caso la comunidad se vio obligada a tomar las calles tan solo para lograr ser escuchada y atendida en forma efectiva.  Nos queda por último la idea de que si la autoridad fuera eficiente en la solución de problemas que aquejan a la sociedad, ésta no tendría que salir a las calles.

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