Indígenas universitarios/as emergiendo entre ciudades en el Día Internacional de los Pueblos Indígenas

Isaura García, egresada mixteca de Psicología, y Antonio García, Wixárika estudiante de Ciencias Políticas y Gestión Pública en ITESO.

Ya hace unos días, en el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, celebrado cada año desde 1994 al ser proclamado así por la UNESCO, asistimos al 4º Encuentro de Estudiantes y Profesionistas Indígenas de Nayarit convocado por la Unión de Indígenas Profesionistas de Nayarit A.C. y la Unión de Estudiantes Indígenas por México A.C., para los días 8 y 9 de agosto en la colonia Zitakua: una colonia en Tepic de composición mayoritariamente wixárika cuyo origen se remonta a los años noventa. El interés por asistir a este evento se motivó con el fin de, además de presenciar las ponencias del atractivo programa, acercarnos a otros indígenas y su quehacer en un contexto diferente al de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG).

Una primera diferencia es que en la ciudad de Tepic la población indígena está más presente, sobre todo por los wixáritaari y na’ayerite (huicholes y coras), en comparación a la ZMG, pese a que aquí hay indígenas hablantes de hasta 60 lenguas, el 46 % de todos la población identificada con este criterio en el Estado. Desde luego, hay otros aspectos que favorecen dicha visibilidad: la población del Área Metropolitana de Tepic es 11 veces más pequeña que la ZMG; en Nayarit hay 5 indígenas hablantes de lenguas por cada 100 habitantes y en Jalisco hay 8 por cada 1,000: además, mientras que en Nayarit el 69% son poblaciones urbanas en Jalisco lo son el 87%. Estos factores, sumado a sus devenires históricos, parecen contribuir a que el imaginario de ciudad sea menos rígido hacia los indígenas en Tepic.

Posiblemente estas condiciones, con la suma del propio movimiento estudiantil indígena en los últimos años, ha propiciado la apertura por parte de las universidades y sus espacios organizacionales, lo que se nota al comparar dicha población en sus principales casas de estudio: en la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN), hay alrededor de 320 estudiantes indígenas mientras que en la Universidad de Guadalajara (UDG), se identificaron el semestre pasado al menos 87; la primera atiende a más de 13 mil alumnos en todo el estado y la segunda a casi 69 mil en sus centros metropolitanos; todo esto, a nivel de licenciaturas.

En este contexto se llevó a cabo la 4ª edición del encuentro, lo cual habla de una experiencia y proyección ganadas por parte de las organizaciones convocantes. Los invitados fueron un académico de la UAN, un funcionario del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI), voceros del Consejo Intercomunitario del Río San Pedro, la Asociación de Indígenas Profesionistas del Noroeste, una anfitriona wixárika que planteó el tema de género, activistas indígenas organizados así como jóvenes indígenas que se escolarizan en ciudades.

A través de ellos conocimos los avances y grandes retos en materia de derechos político-electorales y lingüísticos en congruencia a una sociedad plural; los proyectos que llevan a cabo profesionistas en municipios de Sinaloa para defender los derechos de indígenas que cohabitan en ellas, así como su propuesta de educación pertinente a nivel medio superior y actividades que promueven las culturas e identidades indígenas; de la participación de la mujer e indígenas en general, en espacios de poder indígenas como en niveles de gobierno; de la resistencia de la región pluriétnica Nayarita hacia el proyecto de la presa hidroeléctrica Las Cruces; así como el punto de vista sobre el “bullying”, identidad y redes sociales por parte de jóvenes indígenas que se escolarizan en las ciudades. Por otra parte, se hicieron actividades juveniles y culturales, como un concurso de belleza indígena, así como la proyección de “Los últimos guardianes del peyote”, un documental referente a la defensa de Wirikuta, sitio sagrado para los wixáritaari.

Gracias a este evento fuimos parte de la confluencia de resistencias y propuestas en diferentes realidades indígenas, urbanas y rurales, así como los esfuerzos del Estado en materia indígena. Esto nos ha permitido dimensionar y tener un sentido más realista de los retos para articular la minoría indígena universitaria en la ZMG, en busca de abrir espacios de diálogo que visibilicen las realidades indígenas que también aquí confluyen, para sembrar cambios en el ámbito urbano como rural.

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