El ITESO se suma a la campaña ¡Por un mundo sin armas!

Por Alonso Garibay,  es egresado de la carrera de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad del Valle de Atemajac, trabaja actualmente para Amnistía Internacional México.

“Sé que mi firma es un granito de arena para presionar a los líderes mundiales” dijo Diego Solís, estudiante del ITESO, invitando a las personas que no conocen la problemática, a que se solidaricen, se animen y participen en la campaña No Más Armas de Amnistía Internacional.

En la ciberacción emitida por la organización menciona que “cada minuto muere una persona víctima de la violencia armada, 500,000 personas al año. La mayoría de estas víctimas son jóvenes. Las mujeres y niños sufren la violencia de las armas de fuego, utilizadas para cometer violencia sexual, secuestros u otros graves abusos”. El movimiento internacional nos invita a formar parte de esta campaña, puesto que “ahora tenemos una oportunidad histórica para controlar el comercio de armas ya que en marzo culminarán las negociaciones para un tratado sobre comercio de Armas. Este tratado tiene muchos enemigos, tantos que en julio de 2012 Estados Unidos lo bloqueó”. [Más información AQUÍ].

La cita era a las 10:00 horas en el ombligo de dicha universidad, el clima, un tanto frío y nublado, no impidió que se llevara a cabo esta actividad artística. Empezaron los bocetos en el piso, los trazos realizados con gis generaban un mapa mundial, mapa que fue intervenido con obras de artistas universitarios, éstos poseían una impresión de un arma, la reconstruían, la coloreaban, dejaban un mensaje en su obra y la posicionaban en el planeta dibujado.

Paralelamente, en la mesa del grupo de promoción de Amnistía Internacional se empezaban a generar otros trazos, estas líneas eran las firmas de la comunidad universitaria que, solidariamente, ejercieron su demanda a los líderes mundiales (principalmente a Barack Obama) por un tratado efectivo de armas.

En el transcurso del día, decenas de personas que transitaban el circular lugar, regalaban su “autógrafo” en la petición de AI, miraban las obras de sus compañeros, charlaban con activistas y observaban la exposición fotográfica que demostraba las atrocidades generadas por el descontrol de armas actual.

En punto de las tres de la tarde, se hicieron presentes las percusiones, en una colaboración musical que, de manera rítmica, ametrallaban a los transeúntes cautivando y accionando para que colaborasen con la causa.

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El saldo: cientos de firmas, decenas de colaboradores artísticos, nuevos miembros de la organización, una galería virtual con las obras que se apoderaron del mundo dibujado y la importante convergencia en una campaña que a todos nos compete.

El arte es un arma que desarma. ¿Y tú, de qué te desarmarías?

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