Una mirada etnográfica a los Albergues y Casas de Migrantes [Segunda Parte]

Por Heriberto Vega Villaseñor, miembro del Programa de Migración donde colabora como asesor del  PAP que maneja este programa, así como apoya en el seguimiento a los jóvenes que participan en el escenario de migrantes del Voluntariado Universitario de Manos Solidarias y del proyecto de Estudio y atención a la migración en tránsito por México.

.:Parte II:.

Una media hora después del desayuno, la coordinadora solicitó algunos migrantes voluntarios para ir por comida, Wilmer, Marvin y Adonay se ofrecieron y salieron en la camioneta rumbo a una bodega de la Sedesol en donde les entregaron una dotación de alimentos varios, de ahí se fueron a una tienda de una cadena de supermercados donde les regalaron fruta y verdura ya madura que debía consumirse a la brevedad, también fueron a una carnicería donde les regalaban algunos retazos de huesos y de carne que muy bien servía para hacerles caldo a los migrantes y que pudieran comer algún trozo de carne. Hecho el recorrido regresaron al Albergue y ayudaron a acomodar los alimentos en la cocina.

Ese día vinieron del Grupo Beta y representantes de la Quinta Visitaduría de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, les ofrecieron una plática sobre los Derechos Humanos y les repartieron un folleto explicativo y con los datos de las autoridades con las que se podían hacer denuncias. También vinieron los de la Fiscalía Especial y se llevaron a declarar a cuatro muchachos chapines que habían sido asaltados en la Estación Migratoria por agentes del INM coludidos con policías municipales. En la mañana llegaron unos veinte migrantes más. En las afueras de la casa también rondaban los polleros que se hacían pasar por migrantes y los que ofrecían supuestos trabajos para los migrantes, cuando en realidad eran enganchadores del crimen organizado.

A las 14:00 hrs. se cerró el albergue y se desalojó a todos los migrantes. Los que ya llevaban tiempo les comentaron que era para que los que colaboraban en el albergue como voluntarios pudieran comer y tener un pequeño descanso. Sin embargo les comentaron también que el día anterior había llovido a esa hora y que entonces  por esa circunstancia el albergue se quedo abierto. Se volvió a abrir a las 16:00 hrs. se elaboró la lista de comida  que pasa a la encargada de la comida para que sepa cuántos platos hay que preparar y se repartieron fichas para consulta médica. Los tres tuvieron atención médica del Doctor, quien venía a la casa todas las tardes a dar servicio gratuito a los migrantes por invitación del Padrecito.

Esta tarde hubo una plática sobre las enfermedades sexuales y sobre la necesidad de protegerse con el uso del condón. Además vinieron unas señoras de un grupo de iglesia y les organizaron una dinámica y una oración. Llegaron también algunos activistas de la red Todos los Derechos para Todos para solicitar algunos datos y el Padrecito estuvo en el patio platicando con los voluntarios y con alguno de los migrantes que por ahí se encontraban, también pegó unas fotocopias en el tablero mural con noticias recientes acerca de migrantes en tránsito por el país. En ese momento uno de los voluntarios se le acercó para decirle algo, parecía muy alterado.

De inmediato el Padrecito fue con la Coordinadora General y llamó a dos de los voluntarios, estuvieron dialogando un rato y luego salió la coordinadora quien se dirigió a un grupo de migrantes que estaban en uno de los rincones del patio, llamó a uno de ellos y estando aparte le dijo que no podía seguir en la casa y que él sabía muy bien la razón de ello… el supuesto migrante hizo gesto de disgusto pero no reclamó, fue por sus cosas y se fue exigiendo al grupo con el que estaba que lo siguieran, pero no le hicieron caso.

Después se supo que era un pollero que uno de los migrantes había reconocido y del cual refirió que los había abandonado apenas salieron de Tapachula una vez que les había cobrado.

Esa tarde salió un grupo de unos cinco o seis migrantes con destino a Arriaga, pues aunque originalmente se querían ir a Comitán, alguien les dijo que estaba muy peligroso por ahí y que mejor se fueran por el otro rumbo. Estaban esperando solamente a que les cobraran unos envíos que les hicieron a tres de ellos sus familiares en Estados Unidos, así que partieron cuando llegó el voluntario encargado de ir a hacer los cobros y les entregó el dinero.

Ya se percibía el aroma de comida nuevamente y se hizo entrega de las fichas para el acceso al comedor, ya previamente se había revisado el número de comensales para que la cocinera preparara lo suficiente para todos. Eran las 18:00 hrs. y, como en la mañana, cada uno recibió su plato de comida y su agua, se hizo una oración de bendición de alimentos y de petición a Dios por el buen camino. Al final de la cena se hizo el aseo de la loza y del comedor.

A las 19:00 hrs. se abrieron las duchas y se le ofreció a cada migrante una barra de jabón para que pudieran bañarse. Había duchas para hombres y otras para mujeres. Un requisito de la casa es que todos tienen que bañarse antes de pasar a los dormitorios, además de que el calor lo exige. Así que una vez tomado el baño y de que algunos lavaron su ropa se hizo el acomodo en cada dormitorio: uno de mujeres y dos de hombres: el velador, que ya había llegado, junto con los voluntarios revisó el acomodo de las personas y les dio las indicaciones para la noche. Bajó para revisar si habían llegado nuevos migrantes y llegadas las 20:00 hrs. cerró la puerta del Albergue y media hora después se apagaron las luces.

La Coordinadora del Albergue se fue apenas los migrantes comenzaron a ducharse y los voluntarios hicieron entrega del registro al velador en turno. Esa misma tarde,  otro de los voluntarios había terminado ya el vaciado de registros del mes que apenas terminó y elaboró unas gráficas con los datos. En la cena le entregó los resultados al Padrecito, comentaron que había aumentado notablemente el número de migrantes al inicio del mes, sin embargo así había sucedido en el mes anterior, y luego fueron disminuyendo. Un dato a notar era el aumento de mujeres migrantes, así como el paso de menores de edad. Se habló del caso del pollero expulsado de la casa, y con ello el Padrecito aprovechó para comentar con los voluntarios sobre los acechos del crimen organizado y la necesidad de estar atentos para detectar a los falsos migrantes reportarlos… eso fue lo que las muchachas voluntarias que se habían hecho sus amigas, les contaron al día siguiente, después de la misa a las 7:00 hrs. en la capilla con techo de palmas y con paredes de viento…

… y eso fue lo que me contaron a mí esos tres amigos: Wilmer, Marvin y Adonay, los tres catrachos simpáticos y agradecidos con Dios porque se habían librado de un secuestro masivo a bordo la Bestia por el rumbo de Oaxaca, cerca de la casa del P. Alejandro, eso fue lo que dijeron el día que los conocí a estos peregrinos en la Casa de la Caridad Cristiana en la ciudad de San Luis Potosí, un mes después de que estuvieron allá, en la frontera sur de nuestro país. Y me dijeron también que habían estado en diferentes Albergues y Casas de Migrantes y que no todas hacían lo mismo ni tenían iguales servicios, unas eran más grandes otras más chicas, estaban junto a templos o en lugares cercanos a las vías, con mucho o poco personal, con mayores o menores comodidades, en algunas había padrecitos o madrecitas o sólo con personas de bien, pero todas ellas eran, eso sí, refugios de ayuda que Dios les ponía en su viaje.

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