Universitarios, elecciones y derechos

Por: Luis Gatica, estudiante de Ingeniería en Sistemas.

El voto es un derecho humano. Sí, se reconoce en el artículo 25 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. En resumen, dice que todos los ciudadanos gozaremos de participar en la dirección de asuntos públicos, votar y ser elegidos en elecciones periódicas. Este 2012 es nuestro turno de tener esas elecciones local y nacionalmente; los universitarios no olvidamos que sí tenemos vela en este entierro y este proceso electoral sin duda estará marcado en la historia por la participación de los estudiantes.

Si bien la Universidad Iberoamericana, el ITAM y la UNAM han conseguido reflectores y llamado la atención de jóvenes y adultos, hace algunos meses la situación era distinta. Apenas se vislumbraba el alcance de las redes sociales en la opinión pública después de los tropiezos de Peña Nieto en la FIL. Ello detonó el surgimiento de iniciativas que aprovecharon las plataformas virtuales como twitter y facebook. Se constituyó en esta última el grupo de Universitarios por una elección informada. Mes con mes el debate creció, pero no fue suficiente. Ileana Hernández, estudiante de Filosofía y Ciencias Sociales, dejó sobre la mesa que la información se quedaba en un mismo círculo cerrado de personas con acceso a recursos como la internet. Nació entonces el colectivo Voto Universitario ITESO.

Estudiantes de diversidad de licenciaturas y con experiencias como el Foro interjesuita de Derechos Humanos, trajeron a la universidad videos, exposiciones y la Semana de Diálogos por el Voto Informado. A su vez, surgieron los simulacros electorales, concurridos eventos en los que cientos de estudiantes y miembros de la comunidad universitaria han participado eligiendo presidentes y gobernadores. Los resultados fueron similares a los de otras universidades, a excepción de la FEU en CUCEI, donde favorecieron aplastantemente a los candidatos del PRI (sin inferencia alguna recordemos que Trinidad Padilla, hermano del ex-rector de la UdG Raúl Padilla, pertenece a este partido). Ese simulacro ha sido cuestionado en redes sociales después de hacerse públicos los comentarios de supuestos estudiantes de CUCEI en que acusan a los funcionarios de casilla de comportamientos inadecuados y hablan de irregularidades en los números de boletas.

Durante los simulacros en ITESO se veían distintas caras y se oían distintas voces. Había quienes estaban seguros de su decisión, así como los que votaban sólo para pasar un rato diferente. No obstante, casi en todo caso se repitió un patrón: la discusión. Ahora, el debate entre los universitarios emerge después de décadas en las que la participación estudiantil estaba lejos de ser noticia; en la agenda se colocan también los temas que nosotros elegimos.

El viernes pasado, Aristóteles Sandoval, candidato del PRI a la gubernatura de Jalisco, visitó el ITESO en temporada vacacional. Se lo esperara o no, al iniciar su ponencia en la Cumbre Internacional de Comunicación Política encontró a un grupo de universitarios inconformes. ¿Qué podía esperar si canceló su diálogo con estudiantes planeado para el próximo 29 de mayo? Ante reclamos en pancartas como “No veo, no escucho, no dialogo. Las viejas políticas del nuevo PRI”, Aristóteles decidió quedarse a un “diálogo directo” con los estudiantes después de la plática. El evento no fue como los estudiantes desearíamos. El candidato respondió algunas preguntas pero no hubo tiempo ni disposición para realizar una ronda de réplica continua. La interlocución no ocurrió pues el formato del evento, debido a la cancelación que Sandoval hizo al evento original, fue improvisado. Los alumnos seguimos exigiendo que el diálogo suceda en periodo escolar y no vacacional: ésta es una demostración más de que hemos comenzado a participar en la dirección de los asuntos públicos.

El ejercicio de nuestros derechos a la participación ciudadana y en la política ya ha comenzado, sin embargo, todavía falta un tramo muy largo por recorrer. Sin duda, un próximo gran reto será articular nuestra propuesta (derivada de la insatisfacción que permanece después del encuentro) con la de la Academia, las distintas agrupaciones de la Sociedad Civil, e inclusive la iniciativa privada, sin caer en la trampa de intereses oligárquicos. De otra forma estaremos condenados a pasar otros seis años con las violencias directas, simbólicas y estructurales que ya no pueden soportarse más.

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