Evidencias e impactos del cambio climático a nivel nacional y global

Por Dr. Omar Masera  y M. en C. Leonor Solís
Centro de Investigaciones en Ecosistemas UNAM, Campus Morelia.

El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) concluyó que el cambio climático global es un hecho y que su causa es debida a las actividades humanas. El ritmo actual de aumento de la temperatura media a nivel global –que no tiene precedente en cientos de miles de años-,  el derretimiento de glaciares y el deshielo acelerado del polo norte, y el aumento de eventos extremos como huracanes y sequías, hacen patente este fenómeno.

El IPCC inició su labor en 1988. Desgraciadamente, a veinticuatro años de su creación, las emisiones a nivel global no han disminuído ni se han mantenido, todo lo contrario: están por encima de lo que se había predicho.

Los principales agentes que influyen en el calentamiento global son los Gases de Efecto Invernadero (GEI). Los gases de efecto invernadero más importantes son: el vapor de agua , el dióxido de carbono, el metano , el óxido nitroso y los halofluorocarbonos. Estos gases son emitidos a la atmósfera como subproductos de diversas actividades económicas: procesos industriales, transporte, generación de energía y cambios de uso de suelo. La acumulación de estos gases se debe  su larga permanencia en la atmósfera, al grado de que sus concentraciones actuales son 70% mayores respecto a su valor inicial antes de la revolución industrial. El mayor porcentaje de emisiones proviene del consumo de energía a partir de los combustibles fósiles: el carbón, el petróleo y gas natural.

La responsabilidad histórica por las emisiones de estos gases corresponde en más de 80% a los países industrializados. Sin embargo, países en vías de desarrollo como  India y China contribuyen de manera creciente al aumento de las emisiones planetarias. Así pues, si estas tendencias de contaminación continúan, los impactos negativos del cambio climático se acentuarán en el corto plazo.

Evidencias del Cambio Climático y su significado:

– La superficie total del planeta se calentó 0.74ºC durante el siglo XX. Esta cantidad puede parecernos irrelevante si pensamos en las oscilaciones diarias de la temperatura a nivel local. La cuestión es que este pequeño cambio en la temperatura global produce un efecto en cascada en los eventos climáticos planetarios, por ejemplo, una mayor presencia y frecuencia de eventos extremos: ondas de calor, heladas, incendios, inundaciones y sequías.

– El nivel promedio del mar ha subido más de 10cm y su tasa de aumento se ha duplicado en los últimos 12 años. 10 cm son el tamaño de un celular y parecen irrelevantes, pero esos 10 cm de aumento han hecho desaparecer islas completas en la Polinesia. Y podrían afectar severamente estados como Tabasco generando que gran parte de su superficie se convierta en pantanos permanentes.

– El grosor de las capas de hielo y nieve en glaciares y polos ha disminuido 10% de su volumen desde hace 30 años. Considerando que los glaciares guardan el 70% del agua dulce del planeta. En la que se basa nuestra subsistencia, podemos decir que hemos disminuído un 7% el suministro de agua dulce total planetaria.

– El calentamiento en el mar ha provocado la muerte de arrecifes coralinos. Con ello, se dan los más severos efectos de la biodiversidad marina ya que los arrecifes son reservorios de biodiversidad equivalentes a las selvas en ambientes terrestres.

¿Cuál es el impacto en nuestra vida?

Las implicaciones del cambio climático en nuestra vida cotidiana, a veces, son difíciles de vislumbrar. Sin embargo, los efectos del cambio climático incluyen alteraciones en:

(1) el suministro de agua potable en zonas secas y en ciudades.
(2) los ciclos agrícolas y la producción de alimentos
(3) las pesquerías comerciales,
(4) el desarrollo económico
(5) la salud pública. La tendencia sería hacia un incremento en las enfermedades como la malaria o la fiebre amarilla que se dan en zonas cálidas.
(6) eventos extremos, tales como: inundaciones ,sequías, huracanes , incendios, entre otros.
(7) el abasto de energía, ya sea en la cpatación de agua en las presas hidroeléctricas, en el funcionamiento de la red eléctrica por agagones crecientes debidos a las ondas de calor, etc.

México y Cambio climático

México se encuentra en un lugar intermedio entre los emisores de carbono a nivel mundial, ocupando el lugar 14 entre los países con más emisiones de GEI. Su contribución es actualmente cerca  del 1.5% de las emisiones mundiales. En cuanto a emisiones per cápita, de acuerdo al último inventario, en México se emitieron en promedio 5.9 toneladas  equivalentes de bióxido de carbono por habitante. En cuanto a emisiones totales, México tiene el primer lugar de emisiones en América Latina, con cerca del 25% del total de emisiones de esta región.

Los efectos del cambio climático se están haciendo sentir de distintas maneras en cada región del país, dependiendo de su latitud, geografía y nivel socioeconómico de los pobladores. Nuestro país es altamente vulnerable ante el aumento de temperaturas y ante la alteración de los ciclos hidrológicos, así como a la incidencia de sequías e inundaciones severas. Se han hecho estudios de los impactos sociales y económicos debidos a desastres como inundaciones y sequías en los estados que se consideran los más vulnerables, como Veracruz, Tabasco, Campeche, Tamaulipas y Yucatán, seguidos de Chiapas, Oaxaca y Chihuahua.

Sabemos que, de manera directa, se ven amenazadas:
1. La integridad de las zonas costeras, playas, pesquerías, arrecifes y manglares;
2. Nuestra riqueza en biodiversidad (hasta el 40%);
3. El suministro de servicios agua, especialmente en el centro del país y en las zonas desérticas y semi-desérticas;
4. La productividad del sector agropecuario (especialmente el de siembra de temporal);
5. La producción petrolera; el suministro regional de energía (cuya demanda es creciente);
6. La economía del sector turístico.

Para todos estos casos los impactos económicos debidos al cambio climático son evidentes; por ejemplo, basta considerar que después de los ingresos petroleros, los ingresos del turismo están entre los más importantes a nivel nacional y que, después del petróleo, las mayores exportaciones del país vienen del sector agrícola.

Está claro que el calentamiento global es reflejo de una crisis estructural, un efecto no previsto de la generalización del modelo de desarrollo urbano-industrial, que ha intensificado la presión sobre los recursos naturales, el medio ambiente y la base productiva de los distintos sectores económicos. Es evidente entonces que para contar con soluciones permanentes ante una crisis sistémica como el cambio climático es necesario hacer cambios estructurales: en el diseño de las ciudades y los sistemas de transporte masivo; en la ingeniería social; en la estructura de generación de energía y los sistemas de distribución; en el sistema agrícola/alimentario y en la forma que manejamos nuestros bosques.

Uno de los más importantes y a nuestro alcance, son los cambios en el estilo de vida; por ejemplo hacer verdad las 3 Rs: reciclar, reusar y reducir el consumo. Con estas medidas y la transición a las energías renovables, se podría reducir las emisiones por energía en aproximadamente 80% en los países desarrollados y en 50% en los países en desarrollo. Para que estos cambios tengan el efecto deseado, deben involucrar a millones de personas. En otras palabras, estamos hablando de generar hábitos, acciones que parecen invisibles y sumadas nos permitirían hacer un cambio hacia un modelo de desarrollo más sustentable.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *