Muere Marco Aldaco (1933 – 2013)


FOTOGRAFIÁ: Laura Jiménez

Por Enrique González

A lo largo de su carrera –que comenzó en 1972 con la célebre casa que le construyó en Acapulco a los Guinness- le han colgado etiquetas como “arquitecto de los ricos y famosos” o “arquitecto de playa, las cuales lo tienen “resentido” y segregado de otros proyectos.

Las casas habitación han marcado su trayectoria, ¿hay alguna otra área de la arquitectura que le interese tanto?
Marco Aldaco: El arquitecto como yo no escoge el trabajo; a uno lo escogen. A mí me clasificaron por esa famosa casa de Acapulco. Fue mi perdición, porque me catalogaron como ‘arquitecto de palapas y de mar’.
“Para mí, de los géneros de la arquitectura, el más importante es la casa. Necesitamos arquitectos que sepan hacer casas”, enfatiza este arquitecto que, a pesar de haber sido catalogado por varias revistas especializadas como uno de los mejores del mundo y contar en su lista de clientes a Aristóteles Onassis o a los Azcárraga, ha cumplido tres años sin tener un solo proyecto.
“La misma fama internacional que tengo me ha cerrado muchas puertas. Piensan que soy arquitecto para millonarios y esas cosas. Estoy muy resentido hasta cierto punto, porque la gente no ha entendido que yo puedo resolver casas pequeñas, el gobierno no me da una mano, nadie me da nada”, comenta.
Discípulo, amigo y protegido de Ignacio Díaz Morales -pionero de la arquitectura moderna jalisciense- Aldaco, quien egresó de la Escuela de Arquitectura de la UdeG fundada por aquél, ha estampado su estilo de composición (que muestran a la naturaleza y materiales autóctonos como elementos indisociables) en sitios como Acapulco, Careyes, República Dominicana, Puerto Vallarta, Ixtapa, Cancún o Guadalajara.
Y aunque el estilo regionalista, la espiritualidad y los espacios intimistas campean por sus casas, no considera haber sido influenciado por Luis Barragán.
¿Qué tanto influenció Barragán su obra?
MA: No puedo decir que influyó en mí porque mis formas constructivas no fueron similares a las suyas. Cuando le conocí, ya se estaba muriendo. Estamos de acuerdo en muchas cosas, la más importante: un sentido de la humildad en la obra arquitectónica, cosa que yo considero que élla perdió en los últimos instantes, llevado por las ganas de ser un gran artista. El que no haga obras de arte, no es arquitecto; toda la arquitectura es un arte, pero no todo el arte es arquitectura.
Recomiende tres arquitectos.
MA: Ninguno (risas)¿ ni uno. Los que son famosos es pura onda.
Dos sitios en los que se puede conocer parte de la obra de Aldaco son: www.casatriton.com y www.casamaoritze.com.