Definen en Guadalajara concurso internacional [Open Gap]


Por Ana GuerreroSantos El Informador

El concurso de arquitectura internacional Open Gap sesionó en su más reciente edición en Guadalajara. Alrededor de 100 propuestas provenientes de más de 25 países de los cinco continentes fueron evaluadas por un jurado que estuvo constituido en su mayoría por profesionales tapatíos bajo la coordinación de Javier Olivar (egresado del ITESO), titular de la organización con sede en España.

Dirigido a estudiantes y recién egresados de Arquitectura, el tema para esta ocasión fue hacer un hotel inspirador, o bien, un conjunto de espacios destinados a la creación artística, a ser ubicado en el lugar elegido por el concursante. Dotado de premios en efectivo para los tres primeros lugares, el ganador fue Jorge Antonio Ruiz, de España, seguido por Gordan Vitevski, de Macedonia y  por el equipo de Sneider Muñoz, de Colombia.

Los temas en las ediciones previas habían ido de la reinterpretación de los mercados urbanos, pasando por la remodelación del ingreso del Ateneo de Madrid (a petición del propietario del emblemático edificio) o fotografía arquitectónica, hasta la realización de “un centro de interpretación de la naturaleza, o sea, un edificio que dé a conocer el entorno natural en el que se encuentra, y si tú lo quieres ubicar en el Desierto del Sahara, en las Cataratas del Niágara o en la Barranca de Huentitán, que sea como un pequeño museo que explique el sitio”. De acuerdo a Olivar, el hecho de otorgar libertad a la localización del proyecto, es lo que le ha traído éxito al concurso Open Gap ya que esto le brinda seguridad al concursante. “Por eso ha sido brutal la participación de más de 20 o 25 países distintos, tanto en inglés como en español, porque además el lenguaje de la arquitectura es universal y a la hora de hacer un plano, cualquier arquitecto puede leerlo aunque hable japonés o español”.

Los miembros del jurado convocado por Olivar para este concurso –que en sus siete ediciones anteriores en Madrid había invitado a personalidades de la arquitectura de países como Holanda, Francia y también México con el caso de Edgar González-, fueron en esta ocasión Álvaro Morales, Salvador Macías y Ricardo Agraz de Guadalajara, así como Jorge Ambrosi del Distrito Federal. “Nunca había hecho un jurado aquí –cuenta Olivar- pero coincide con que vengo para acá y como es totalmente digital, se puede manejar desde distintos lados”. Así que una vez en Guadalajara, lo que el organizador hizo fue “montar un jurado con arquitectos de prestigio” y los resultados obtenidos lo tienen satisfecho.

Olivar destaca que el gran fruto de este esfuerzo es lograr “una recolección de arquitectura y de formas de ver la arquitectura de muchos países”. Señala también la fuerte participación latinoamericana, europea, asiática y africana. “En este, el segundo lugar fue para Macedonia, un país (en el sureste europeo) del que no tienes mucha idea de lo que pueda haber, pero entregaron un proyecto súper interesante”.

Concurso para soñar, abierto

Y luego de haber trabajado por vez primera con un comité compuesto por mexicanos en su totalidad, el organizador califica la experiencia como interesante. “En verdad hay una forma distinta de ver las cosas. Una muy primaria y que influye mucho es el grafismo, la parte gráfica o presentación de las cosas, si lo tienes mal, es muy difícil que te pongan atención. Por otra parte, este jurado estuvo súper abierto, se comentaron proyectos de los que prácticamente nadie esperaba nada y se hizo el esfuerzo de decir qué hay detrás de cada propuesta y por qué”.

Los certámenes  de Open Gap son de dos tipos. “Tenemos los concursos académicos –se pone un tema no real, utópico, como este último que es un hotel para artistas para el cual tú puedes elegir el sitio donde lo quieres ubicar, no se va a construir, consta de un premio para los concursantes en efectivo y publicación del proyecto en revistas especializadas- y los que son por encargo”. Estos últimos sí cobran realidad, como Olivar dice, se realizan por la encomienda de clientes. A partir de ahora se buscará hacer esto mismo en México.

Por lo pronto Open Gap ha relanzado la segunda parte del concurso de la reinterpretación de la naturaleza, con fecha límite de registro del 27 de noviembre del año en curso (www.opengap.net/).

Son oportunidades que por ser irreales, sin límites ni presupuestales ni de terreno ni de ningún tipo, provocan a sus hacedores a experimentar “hasta dónde pueden llegar con su arquitectura”, la cual acorde a Javier Olivar, al final del día es la que viene a dictar las futuras tendencias en el mundo real.

Ana Guerrerosantos

PARA SABER
Experiencia mundial, encabezada por un arquitecto tapatío

En una ocasión, un salón completo de la Escuela de Arquitectura de Harvard se trasladó hasta Madrid, para participar de manera directa en uno de los concursos de Open Gap. Javier Olivar, director de la organización, asegura que estos concursos son “una recolección de arquitectura y de formas de ver la arquitectura de muchos países, dice el egresado del Iteso.

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