La casa de Luis Barragán: diez años de ser patrimonio mundial


Por: Juan Palomar Verea

En días pasados se celebró, por parte de las autoridades del Instituto Nacional de Bellas Artes, de la Oficina en México de la UNESCO,  de la Dirección de Patrimonio Mundial del INAH, del Gobierno de Jalisco y de la Fundación de Arquitectura Tapatía Luis Barragán (FATLB), el décimo aniversario de la declaratoria por la UNESCO como patrimonio de la humanidad de la casa que Luis Barragán edificara para sí mismo en 1947 en Tacubaya, México.

La historia ya tiene sus años. A la muerte del arquitecto, en 1988, dejó dispuesto que una porción mayoritaria de sus haberes se destinara a una asociación cultural. Dicha asociación fue la FATLB. Los demás herederos minoritarios accedieron a vender, en 1993,  sus porciones al Gobierno del Estado de Jalisco, gestión hecha posible por la eficaz y lúcida intervención del entonces Secretario de Cultura, Juan Francisco González, la participación del Secretario General de Gobierno José Luis Leal Sanabria, y la decisión del Gobernador Carlos Rivera Aceves.

Desde entonces la gestión de la casa y sus contenidos fue encomendada a la Fundación de Arquitectura Tapatía Luis Barragán. La finca y sus colecciones (incluyendo la biblioteca y el archivo personal del arquitecto, propiedad exclusiva de la FATLB) fueron desde 1994 abiertas al público como una casa-museo. A la fecha, decenas de miles de visitantes han podido acercarse y conocer de primera mano una de las obras maestras de la arquitectura del siglo XX. La institución está regida por un Consejo Técnico en donde concurren la FATLB, el Gobierno de Jalisco, el Gobierno Federal a través de Conaculta y representantes de la sociedad civil.

Gracias a las gestiones de la FATLB y de la dirección de Patrimonio Mundial del Instituto Nacional de Antropología e Historia, encabezada por el doctor Francisco López Morales, en el año de 2004 se obtuvo para la casa la designación de patrimonio de la humanidad. Esta muy señalada distinción subraya la importancia de la obra y ayuda a su protección y difusión.

Veinte años ya se cumplen también de que una institución privada (la FATLB) ha logrado, contra viento y marea, preservar, restaurar y mantener en funcionamiento ese sitio que interesados, arquitectos y artistas de todo el mundo buscan conocer en México. Se han hecho los esfuerzos conducentes para buscar la mayor autosuficiencia económica posible gracias a los ingresos propios de la casa (entradas, librería, utilización de espacios, exposiciones, conciertos, donativos); además se han conseguido indispensables aportaciones del Gobierno de Jalisco, Conaculta, la Cámara de Diputados, el Gobierno del Distrito Federal. Todo este trabajo descansa en su mayor parte en los muy meritorios trabajos de la directora de la Casa-Museo, Catalina Corcuera Cabezut. Actualmente, se continúa contando con el apoyo de la Secretaría de Turismo del Gobierno de Jalisco y su titular, el licenciado Enrique Ramos Flores.

La Fundación de Arquitectura Tapatía Luis Barragán y sus sucesivas directivas han trabajado también por la preservación de otras obras del arquitecto. Señaladamente, fue gracias a sus gestiones que el ITESO adquirió la casa González Luna/ Iteso-Clavijero. Se logró también la declaratoria como patrimonio artístico de las Torres de Satélite y la defensa de numerosas fincas de la autoría de Barragán y de otros de sus contemporáneos, en Guadalajara y en México.

Los diez años que ahora cumple la casa de Luis Barragán como patrimonio de la humanidad son un hito en el camino. Es responsabilidad de las actuales y las futuras generaciones el asegurar que esta herencia se preserve y aproveche en beneficio de todos los mexicanos y, ciertamente, de toda la humanidad.