se incendia la Escuela de Arte de Glasgow


glasgow

por Alejandro Hernández Gálvez [ARQUINE]

Al mismo tiempo que en la ciudad de México nos preguntamos si las fotografías en la sección de negocios del periódico Milenio en las que aparece un casual Sir Norman Foster —nota: fue mejor vestido a la presentación del concurso del rascacielos que ganó en Park Avenue— junto a Fernando Romero presentando el proyecto del nuevo aeropuerto de la ciudad a autoridades federales es el anuncio oficial del resultado de un concurso llevado a cabo con toda la opacidad de la que el gobierno es capaz o sólo parte del desfile —¿seguirán, en la misma sección, fotos de los otros participantes presentando, casuales, su proyecto a las autoridades del gobierno federales?—, al mismo tiempo, pues, la verdadera y trágica nota en las redes sociales de arquitectura es el incendio de la Escuela de Arte de Glasgow, fundada en 1845 pero que desde principios del siglo pasado ocupa un edificio diseñado por Charles Rennie Mackintosh —y que este año estrenó un anexo diseñado por Steven Holl. Hasta ahora los reportes de la BBC dicen que el incendio empezó en el sótano, aunque el fuego ya alcanzó al último piso, por lo que muchos temen por la famosa biblioteca de la escuela.

En su Historia crítica de la arquitectura moderna, Kenneth Frampton dice que en ese edificio, de granito gris local en tres de sus lados y “a pesar del abierto respeto de Mackintosh por el ladrillo, vidrio y hierro estuvieron presentes y abundantemente en los grandes ventanales de estudio que, orientados hacia el norte, ocupan toda la longitud de la fachada principal. Al propio tiempo, y desde un punto de vista técnico, Mackintosh —como su contemporáneo norteamericano Franck Lloyd Wright— hizo toda clase de esfuerzos para añadir sistemas ingeniosos y modernos de control ambiental, como por ejemplo el todavía efectivo consistente en calefacción y ventilación a través de tuberías montadas en la escuela desde un principio”.

Más información

GLASSGOWW