Para abrir el año


Por: Juan Palomar

Para comenzar el año y ver con claridad el panorama las lluvias de estos días se encargaron de limpiar el aire y dejarlo de la mejor calidad posible. La ciudad se enfila ya en los primeros pendientes de la temporada. Quede esta claridad para ir distinguiendo mejor el rumbo a tomar ante cada prueba, cada circunstancia, cada disyuntiva que aparezca en los meses venideros.

Muchos son los temas sobre los que es necesario perfilar alternativas y respuestas capaces de mejorar las condiciones urbanas. Afortunadamente ya se ha avanzado en los esquemas de coordinación metropolitana que han sido motivo de reflexión y debate desde hace años. Faltará que el Instituto Metropolitano de Planeación logre una efectiva consolidación y obtenga los apoyos y consensos necesarios para comenzar sus vitales funciones con la certidumbre y contundencia esperadas. Es inevitable insistir en que entre las primeras tareas de un organismo técnico de esta naturaleza figura la definición del modelo general (territorial y urbano) capaz de darle sentido y consistencia a toda la conurbación.

Demasiados años han transcurrido en los que los municipios de la zona metropolitana han tratado de llevar adelante su desarrollo sin una coordinación estrecha y efectiva con los demás actores. Afortunadamente parece ahora ya muy bien establecido un acuerdo –tácito y expreso- acerca de la necesidad de planes y programas que comprendan plenamente a toda la compleja realidad de la zona conurbada.

Una prueba de fuego en este sentido será la de las políticas concretas que habrán de definirse en términos del transporte público a ejecutarse de inmediato. El rezago en estos términos es ya intolerable y no es responsable seguir dejando acumularse una problemática que incide negativamente sobre la calidad general de vida. El anuncio presidencial sobre el apoyo específico para el tren eléctrico en la Zona Metropolitana de Guadalajara vuelve más urgente definir con lucidez y certeza las líneas que llevarán prioridad. Es una obviedad a estas alturas insistir en que la definición de esas líneas estratégicas está íntimamente ligada con el desarrollo económico y urbano que habrá de determinarse en el territorio concernido.

La coyuntura general parece ser sumamente significativa. Las grandes medidas urbanas que sean propuestas y llevadas a cabo durante estos años serán altamente definitorias de la gran ciudad que finalmente habrá de consolidarse en el primer cuarto del presente siglo. De allí la urgente necesidad de que prevalezca la lucidez y el sentido de proporción que permitan sopesar con certeza las alternativas- Y tomar las decisiones necesarias.