Construcciones desde el imaginario [Arquine]


Ocurre con las ciudades lo que en los sueños: todo lo imaginable puede ser soñado, pero hasta el sueño más inesperado es un acertijo que esconde un deseo, o bien a su inversa, un temor

Italo Calvino

por Juan José Kochen / @kochenjj

La idea de poder leer e interpretar la ciudad desde las construcciones de la mente estriba en su prominente carácter formal y espacial, pero a la vez de su condición imaginaria. Esta forma de buscar lo invisible y utópico de las ciudades es un eje central para la planeación y materialización de los elementos que las conforman.

Julie Mehretu (Addis Ababa, Etiopía, 1970) imagina y dibuja ciudades con secuencias de edificios en procesos deconstructivos. Mehretu traza los aspectos reconocibles de la ciudad con base en la razón de un manifiesto (Source materials) para su visualidad. Este manifiesto conceptual se basa en una realidad producida por la arquitectura como la proyección de ficciones desde el imaginario de una circunstancia.

Su obra –Gray Area, City Sitings, Stadia, Palimpsest, Black City, Drawing into Painting– se basa en imágenes e instantáneas recordadas y posteriormente imaginadas en distintas capas, como parte de un ejercicio que busca una ciudad mental como especulación futura, pero a la vez con una estructura de orden crítico y social. “Son ciudades microscópicas, como telarañas, concéntricas, en expansión, ligeras como cometas, transparentes, trazadas con filigrana, imposibles…para verlas a través de su opaco y ficticio espesor”. Podrían ser estas Ciudades invisibles de Calvino, como narrativas visuales en lugares intercambio.

Ciudades escondidas, continuas, sutiles, llenas de signos, deseos y memorias que se conforman a partir de la imposibilidad. Mehretu no sólo sugiere una representación de ciudades invisibles que nacen de la imaginación sino que identifica dos tipos de ciudades; las que a través de los años y las mutaciones siguen dando forma a los deseos y aquellas en las que los deseos o bien logran borrar la ciudad o son borrados por ella. Esta identidad plástica parte de una inquietud imaginaria o abstracta pero que se cimenta en un trasfondo social relacionado con la arquitectura y el urbanismo. La artista se basa en un proceso epistemológico en el que los elementos irrealizables de las ficciones desaparecen en el fondo de la historia cultural de la ciudad como metáfora.

“Creo que la arquitectura refleja las maquinarias de la política. Me interesa la arquitectura como una metáfora sobre el espacio, pero sobre todo sobre los espacios del poder, sobre las ideas del poder”. Así, la construcción del espacio ficticio permite sondear potenciales más allá de los límites técnicos, sociales y espaciales hacia una crítica política-social. La necesidad de rescatar las ciudades del imaginario resulta una condición importante del programa arquitectónico para la planificación de ciudades, y aunque no se logren materializar o poner en práctica, seguirán siendo utopías en la invisibilidad de la ciudad, esperando el momento de ser reclamadas.

Fuente Arquine

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