Piedra, Papel o Tijera. Precisión, levedad y la labor actual del arquitecto: Italo Calvino “Seis propuestas para el próximo milenio”


Por: Sandra Valdés

Italo Calvino cita a Paul Valery:

“La levedad para mí se asocia con la precisión y la determinación, no con la vaguedad y el abandonarse al azar… tenemos que ser ligeros como el pájaro, no como la pluma”

Hace 27 años Italo Calvino ya lo había escrito en su libro “Seis propuestas para el próximo milenio”

La levedad tendrá que ser una de las características del siguiente milenio, y a este concepto dedica el primer capítulo del libro, o más bien la primera parte de la conferencia que escribió para Harvard.    Últimamente me he acordado mucho de él, y decidí ir a mi librero y volverlo a leer… ya entrados en lo que hace 27 años fue el próximo milenio, aparece mucho más pertinente que nunca.

Mis maestros escribían con pluma fuente, yo escribo con lápiz y mis alumnos escriben con iphone… y así en este proceso, esta tendencia hacia la ligereza en el cambio de la forma de escribir lo más importante es apelar al derecho a equivocarse, al derecho y sobre todo a la capacidad de borrar.

¿por qué tomarnos tan en serio?, tal vez todo sería más fácil si no tuviéramos esa necesidad de ser indelebles en todo y creo que esto es una cuestión generacional.    Un buen termómetro para medir esto, sería, a mayor necesidad de protagonismo de autor, mayor necesidad de ser indeleble.

Si lo ponemos en términos tectónicos, podríamos claramente hablar en términos de peso (físico y monetario), entre más atrás en el tiempo la arquitectura va adquiriendo mayor peso (físico y monetario de nuevo).    En la antigua Grecia se construyeron las ciudades de mármol, en el siglo XX vimos edificios de titanio, pero tuvo que entrar el mundo en crisis económica para asumir la responsabilidad del peso que estaba intentando cargar.   Y el impacto de esta pesada infraestructura no solo fue económico, también hay que entender el impacto ambiental que representó, ¿cuántas minas se explotaron para sacar esas piedras?, ¿cuántos paisajes se tuvieron que erosionar para extraer arena? y ¿cuántas selvas perdimos para extraer madera?

Apenas estamos empezando a despertar sobre si continuar con esta tendencia, ¿queremos seguir asociando “el progreso” como sinónimo de nuestra capacidad de construir estas infraestructuras pesadas inamovibles?, ¿por que nos resistimos a dejar ir el espejismo que fue la arquitectura del siglo XX, la construcción de masas complejas y vistosas, pero principalmente y sobre todas las cosas, pesadas e impagables?

¿Cuánto nos costaría seguir la pauta del pasado?, definitivamente tenemos que entender que esta imagen del arquitecto indeleble tiene que empezar a cambiar, los arquitectos no podemos seguir escribiendo con pluma fuente, tenemos que entrar a la era de la NO-INTERVENCIÓN, la era en la que nos tocará, sobreponer, reciclar y reutilizar estructuras pasadas, pero sobre todo y quizá nos toque tener que borrar para recuperar paisajes perdidos, inmuebles devastados y aguas contaminadas.

Tenemos que sustituir la asociación progreso- construcción- producción- consumismo por progreso- reutilizar- borrar -recuperar y proteger.

Ahora nuestra mejor herramienta será el borrador o las tijeras.

Tendremos que hacer de la levedad, la soportable realidad de nuestro bienestar.

No podemos seguir pretendiendo que partimos de cero cuando tenemos montañas de basura acumulada.

En un territorio sobre-construido y sobre-explotado, nuestro recurso principal ya no es la hoja en blanco, el nuevo diseño del espacio tiene que partir de la utilización del recurso más ligero con el que contamos, el aire y el vacío.

La arquitectura ya superó la era de construir con piedra, de diseñar con tinta, ahora tenemos que volver a lo más básico, a diseñar con el borrador a imprimir con aire para recuperar y proteger espacios olvidados y deteriorados por el “progreso”.

Y creo que antes de terminar es importante puntualizar en algo, y es la PRECISIÓN

ya que el borrador o las tijeras no son una herramienta que se puede tomar a la ligera, no se debe borrar todo ni cortar todo, tenemos que ser precisos y éticos como el bisturí de un cirujano, y Calvino lo apunta bien en la cita con la que abro, hay que ser ligeros como el pájaro y no como la pluma, y esa es la relación inseparable de la precisión y la levedad.

Imágen: Gerhard Richter. Firenze- 2000

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