Fuente: La Jornada Jalisco
Un grupo de estudiantes de Arquitectura del Iteso encontraron los planos del ferrocarril de Chapala, que recorría 25 kilómetros hacia Guadalajara y que luego se conectaba a la línea nacional. Datan de alrededor de 1917 y llevaban años perdidos. El hallazgo será la base para el proyecto Vía Verde de Chapala que realiza la universidad jesuita de Guadalajara.
Por más de una década, muchos investigadores –como Mónica Solórzano, profesora e investigadora del Departamento del Hábitat y Desarrollo Urbano (DHDU) del Iteso– los habían buscado. Fue hasta hace un par de semanas que un grupo de estudiantes de la licenciatura en Arquitectura dieron con ellos: son los planos del ferrocarril a Chapala, que datan de alrededor de 1917 y llevaban años perdidos.
“Jamás nos imaginamos encontrar esa reliquia, ese tesoro”, comenta Adriana Cuevas, una de las estudiantes que hallaron los planos en el Archivo Histórico de Jalisco. Tardaron más de cuatro horas buscando entre los acervos de entre 1917 a 1920, año en que partió el primer tren de Guadalajara con destino a Chapala.
Este hallazgo se dio en el marco del Proyecto de Aplicación Profesional (PAP) Vía Verde de Chapala, coordinado por Mónica Solórzano. Para la elaboración del estudio de factibilidad se había investigado en diversos acervos, así como en las propias localidades, datos o vestigios que ayudaran a determinar la ruta exacta del ferrocarril.
“Estos planos son muy importantes porque no teníamos el dato preciso de por dónde iba la ruta del ferrocarril (…) teníamos descripciones que hablaban de que salía de Chapala, que iba a Santa Cruz, Ixtlahuacán (de los Membrillos), Buena Vista y luego a La Capilla, pero como tal la ruta, por dónde pasaba exactamente no, teníamos varias hipótesis pero no claridad (…) con estos planos tenemos ya una pauta muy importante para recuperar la ruta y la memoria original de lo que era ese ferrocarril”, comenta.
Durante los primeros años del siglo XX Chapala fue el lugar elegido para vacacionar por el entonces presidente Porfirio Díaz y por años se coronó como el balneario más popular, con un atractivo especial para los extranjeros. Uno de ellos fue el noruego Paul Christian Schjetnan, quien, maravillado por la belleza del lugar, estableció ahí su residencia. Fue él quien, tras años de intentos de otros políticos y empresarios, se convirtió en el encargado de desarrollar, construir y administrar el ferrocarril de Chapala, que conectaba la localidad con Guadalajara y el resto del país. Para ello creo la empresa Compañía de Fomento de Chapala SA.
También se construyó el edificio de la estación –hoy el Centro Cultural González Gallo–, trabajo que fue encomendado al arquitecto Guillermo de Alba. Todo se estrenó el 8 de abril de 1920 con el primer viaje. Seis años después, tras una grave inundación en la estación, la empresa quebró y remató todos sus bienes.
Los planos, firmados por el propio Schjetnan, fueron encontrados los estudiantes Adriana Cuevas, Nayelly Buenrostro, Daf-ne Estrada, Yuriko García, Karla Ochoa e Irayda Rodríguez.
PAP Vía Verde de Chapala
Ya con los planos y el conocimiento exacto de la ruta del ferrocarril, las integrantes del PAP Vía Verde de Chapala continuarán su trabajo para recuperar la memoria del lugar, con la creación de un corredor verde similar a la Vía Verde del Mariachi, que se realizó con la ruta del ferrocarril a Chamela.
“Es una ruta que ha estado muy presente en ese lugar porque en el imaginario de la gente se habla mucho del ferrocarril de Chapala; tenemos la estación, que es de las más imponentes que hay en Jalisco (…) y aprovechando toda esa inercia es que tiene tanta importancia recuperarla”.
La intención, como toda vía verde, es que la ruta se convierta en un espacio lúdico y funcional tanto para habitantes de la zona como para turistas que deseen disfrutar a pie, en bicicleta o a caballo del paisaje y la arquitectura de esa región jalisciense.
El PAP comenzó este semestre y se encuentra en etapa de investigación.