Ayn Rand, ¨El manantial¨ . El valor del Súper Héroe.


Por: Sandra Valdés.

Sé que me voy a meter en terrenos agrestes al defender y revivir “El Manantial” (“The Fountainhead” título original) de Ayn Rand. Ya que se ha atacado en algunos contextos su “escandaloso” apoyo al individualismo.   Sin embargo, creo, ahora visto desde la distancia del siglo XXI exhorta ciertos valores que hemos perdido como sociedad, y principalmente como gremio y que tal vez valga la pena ponerlos sobre la mesa.

No es casualidad que últimamente la figura del Súper Héroe aparece renovada y en algunos casos parece haberse re-inventado. En este proceso parecen tener más arraigo los Súper Héroes que  surgen del hombre común, como es el caso del clásico Batman o bien los más actuales como Scott Pilgrim y Kick-Ass, personajes que carecen de súper poderes y que a pesar de ello deciden ponerse una capa y defender sus principios hasta las últimas consecuencias.

Hace unos días estuve platicando con mis alumnos que están por graduarse y me preguntaban sobre la práctica profesional en nuestra ciudad… finalmente terminamos preguntándonos: ¿qué significa la integridad?, ¿qué es ser coherente?, ¿qué significa tener una práctica profesional ética?. Estas preguntas podrían sonar poco llamativas frente a otros temas más “fashion”, pero resultan de suma importancia a quien se inicia en este arduo camino y también para algunos viejos lobos de mar, que no les vendría mal replantearse el valor ético de la práctica profesional.

Cada decisión que se toma en nuestra profesión nos da la oportunidad de poner a prueba nuestro instinto ético, nuestra integridad y coherencia, especialmente en esta sociedad altamente susceptible a la mediocridad y la corrupción, signos de nuestro tiempo.

Corrupción no es únicamente dar mordidas, esa es la perspectiva fácil.

Cuando dentro de un grupo de poder, conscientemente o no, se ponen sus miembros de acuerdo para poner el listón de exigencia y calidad muy bajo, y así con la ley del mínimo esfuerzo mantener una zona de confort común, dando como consecuencia, reitero, consciente o inconscientemente, bloquear a aquel que no está dispuesto a seguir ese juego.   ¿Qué pasa entonces?, ¿Que se tiene que hacer en ese momento?,… ¡hay que leer el libro!.

Lo que sí les puedo adelantar, es que ante esto el arquitecto Howard Roark se presenta en forma de súper héroe.

El libro se divide en tres partes importantes, tituladas con los nombres de los personajes clave:

I. Peter Keating un arquitecto graduado con honores, pero carente de personalidad, lo que llamaría Rand un parásito, que vive de copiar a otros arquitectos y otras arquitecturas.

La historia de Keating es muy interesante, ya que, es consciente de su falta de identidad creativa y de su falta de ética. Y su única motivación es el reconocimiento público, aunque esta se base en la manipulación de la opinión pública y como dice otro de los personajes clave del libro, Ellsworth, “hay que dejar que las masas alaben la mediocridad y habrás destruido la integridad de todo”.

II. Ellsworth Toohey, crítico de arquitectura, cuyo único valor respetable es la coherencia desde la que ejerce su trabajo, el no es juez y parte, solo juez. Es decir crítico no arquitecto.

Manipulador, engreído y consciente del poder de los medios de comunicación en la opinión pública.   Su trabajo es destrozar voluntades individuales, por el rompimiento que éstas puedan ejercer frente a sistemas preestablecidos.    Trabaja en la creación de colectivos alentándolos a exhortar la mediocridad, ya que como el explica, al poner a la mediocridad como el grado más alto al que aspirar, es más fácil que la mayoría se sientan más cómodos y de esta manera es más fácil acceder a la felicidad.

III. Howard Roark, personaje central, es un arquitecto seguro de su identidad, ejerce su profesión desde sus convicciones más profundas, creativo, inteligente, sobrio y principalmente, entregado a la búsqueda de formas nuevas, fiel creyente de que la creatividad surge desde una búsqueda personal, no desde ordenes o sistemas impuestos o preestablecidos, institucionalmente o por otras personas.     Muy odiado por sus colegas ya que ejerce desde la integridad, la libertad y la seguridad de saber estar haciendo lo correcto, por su capacidad de ser coherente.

Es increíble que un libro que fue escrito en un contexto tan distinto hace tantos años, de pronto establezca vínculos tan cercanos al contexto de la práctica actual. ¿El gremio de la arquitectura, tan marcado por un proceso de globalización puede ser descrito por el libro?, ¿Guadalajara es tan parecida al Nueva York de los años 30?, ¿ustedes creen que necesitamos más súper héroes?, ¿creen que todos llevamos a un súper héroe dentro?

…cualquier semejanza con la realidad es mera casualidad.

, , ,