Ya tenemos la cuarta y última versión que despega des del programa internacional Think Space, una competición de la mano de Zagreb Society of Architects (con Hrvoje Njirić como padre) cuyo tema gira entorno al concepto Borders (bordes, fronteras, límites).

Moral Borders: affordable utopias supone un reto jugosísimo por su programa radicalmente experimental y destructor de estereotipos tan bien digeridos por el mundo –en general–. Su brief trata de camelar al participante a base increpar sus estructuras mentales de percepción e impresión de las escenografías en las que vivimos. En esta competición la única regla es que todo vale porque todo es cuestionable, y de ahí todo es redefinible.

Pese a oscilar por entre argumentos –a priori– bastante abstractos, y manteniendo la abstracción como playground (sólo gracias a ella uno consigue despojarse de las ataduras propias de las religiosas patentes d’aujourd’hui), las bases del concurso recurren a redibujar situaciones terrenales –seguramente por la necesidad de repensar los criterios más mundanos, y menos operativos–, usando como herramienta de formalización los marcos utópicos definidos por moralidades “inventadas”. Repensar la arquitectura como un proyecto social desde la premisa de la definición de este “nuevo ente social”, es decir, dejar de creer en las estructuras éticas dadas y abnegadas, y producir un nuevo personaje, que vivirá en un nuevo marco, bajo nuevos criterios, dentro (o fuera?) de un nuevo espacio, y como fin, explotando su nueva moral. El candidato deberá ser dramático en su cirujía social para demostrar que el arquitecto aun puede jugar –y ser determinante– con los códigos de la interface de la sociedad. Dibujar utopías del siglo XXI arrebatiendo contra todo: el quien, el donde, el como y el cuando.