Fachada de Biblioteca Pública es una burla: Museotec


En cuestión de días se inaugurará la Biblioteca Pública del Estado Juan José Arreola, el edificio que será la puerta de entrada al Centro Cultural Universitario, que una vez culminado se convertirá en el corredor cultural más importante del occidente del país. No obstante, el resultado final del que ha sido calificado como el edificio “más importante” del complejo, es motivo de vergüenza para los arquitectos que lo crearon.

En 2005 el entonces rector general de la Universidad de Guadalajara, Trinidad Padilla López, anunció que el despacho de arquitectos Museotec era el ganador del concurso internacional para el edificio que se convertiría en la nueva sede de la Biblioteca Pública del Estado Juan José Arreola. En el proyecto participaron los arquitectos Antonio Toca Fernández, Francisco López Guerra, José Grinberg y Sara Topelson y contemplaba que la fachada fuera construida a base de láminas de cobre. No obstante, se decidió que esto no sería posible debido a falta de presupuesto.

“El problema desde el inicio fue que la Biblioteca no tenía más que 390 millones de presupuesto, para 40,000 m2. Algo absurdo, porque la biblioteca Vasconcelos costó 4 veces más, con la misma superficie construida. Nunca admitieron que se debería contar con un presupuesto con costos reales. 1º Se incrementó la capacidad de carga de las losas de la biblioteca, por encima de la norma internacional de 750 Kg. por m2, modificando el proyecto estructural (que no pagaron). 2º Se redujo en 60 cm. la altura de todos los pisos. Para “ahorrar” en la construcción. 3º No se aceptó nuestra propuesta de utilizar un sistema estructural con losas prefabricadas (hay compañías en Guadalajara que lo hacen muy bien) y se modificó, por tercera vez el proyecto estructural, con losas coladas en obra. Eso aumentó el costo y el tiempo de ejecución de la obra”, expresa el arquitecto Antonio Toca.

Se le cuestiona a Toca qué opinión le merece el resultado final “Lo consideramos una burla, primero con los 260 grupos que participaron en el concurso, para nosotros que lo ganamos es un insulto a la inteligencia de cualquiera y para el público es una mentira. Es una obra premiada, con una careta -una copia chafa del Museo del Holocausto en Berlín-. Esa fachada revela el enanismo intelectual de su autor y de los que se la pidieron, para ‘ahorrar’ [….] La fachada no es original, es un pegote, un disfraz de ‘lenguas indígenas’. Se asignó directamente -sin concurso- a un ‘cuate’, para taparle el ojo al macho. No toma en cuenta la solución interior de la Biblioteca”

Al respecto, se buscó a Mauricio de Font, director del CCU, pero no se encontró. La oficina de Comunicación Social de la Universidad de Guadalajara dijo que se está llevando a cabo un proceso jurídico por este tema, y la institución no puede hacer declaraciones públicas por el momento.

Historia de un proyecto

••• El 10 de mayo de 2005 se dio a conocer el fallo del concurso internacional para la construcción del edificio que sería la nueva sede de la Biblioteca Pública del Estado, del que resultó ganador el despacho mexicano Museotec. En el concurso se registraron 261 proyectos provenientes de 46 países. El presidente del jurado y director del Premio Pritzker, Bill Lacey, resaltó entonces “su entendimiento del contexto urbano de una biblioteca eficiente… que puede ser apreciada y aprovechada desde sus cuatro ángulos. Es un trabajo de arte y un elemento espléndido para la arquitectura de Guadalajara”.

El fideicomiso del CCU decidió descartar la propuesta de Museotec y aceptó la del tapatío Federico González Martínez, quien explicó a la revista Obras, en el artículo Guardián del conocimiento, que las líneas de acero “representan las lenguas indígenas y la superficie plana es la lengua española que unificó a todas las lenguas”.

Aunque el fideicomiso del CCU pidió a Museotec un proyecto de 35 millones de pesos, en esta publicación se da a conocer que la fachada tuvo un costo de 55 millones de pesos.

Fuente: Millenio