… desde Arquine 2


Para cerrar el segundo y último día de conferencias del congreso Arquine 2011, Bjarke Ingels sorprendió a la audiencia con una presentación de sus espectaculares proyectos, los cuales se caracterizan por soluciones radicales a problemáticas y conceptos bien identificados. Propone crear “Utopías pragmáticas” para poder aspirar a una “Sustentabilidad hedonista”. La forma de sus proyectos está en función de obtener un objetivo específico, ya sea para prolongar la intensidad de la interacción de la calle hasta los últimos pisos del edificio, permitir que las viviendas tengan más luz solar, o evitar obstaculizar la vista del edificio existente detrás del suyo. Dentro de las ideas radicales, en el pabellón de Dinamarca en Shanghai se instaló una pista de bicicletas para recorrer todo el edificio y ver la exposición, o una pista de esquí sobre una planta generadora de energía, o hasta un gigantesco globo-espejo para reflejar la ciudad de Estocolmo.¨

Por su lado, Teddy Cruz, en un elocuente discurso,  presentó su “Pesimismo optimista” en el que declara que “Las mejores ideas de transformación de la ciudad vendrán de los lugares de mayor marginalidad”. Considera que el “El conflicto es una herramienta operacional” y mostró su análisis de la situación San Diego- Tijuana realizado para la bienal de Venecia.

Kjetil Thorsen y Craig Dykers, del despacho noruego Snohetta ofrecieron una excelente presentación de sus proyectos, incluido el proyecto para el Museo de Ciencias Ambientales de Guadalajara. En su práctica, destaca el uso de las cubiertas como la solución del proyecto, así como la apropiación de los usuarios del sus proyectos. Para ellos, la fachada de sus edificios es un lienzo para ser pintado por la gente.

En la foto la propuesta de un esquema de patio extruido y deformado de BIG (Bjarke Ingels) para un edificio habitacional en Nueva York.

Por Jorge López de Obeso

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