Por: Óscar Humberto Castro
Guadalajara ocupa junto con Lima el nada honroso peor lugar (muy por debajo del promedio), de 17 ciudades que comprende el Índice de Ciudades Verdes de América Latina y que fue presentado a finales del 2010.
Dicho Índice es el resultado de un proyecto de investigación realizado por Economist Intelligence Unity, un grupo de expertos convocado por The Economis patrocinado por Simens S.A., basado en un estudio similar realizado en el 2009 en 30 ciudades de Europa.
El principal objetivo del estudio fue medir y evaluar el desempeño ambiental de 17 ciudades principales de Latinoamérica, de acuerdo con una gama de 31 indicadores, (16 de carácter cuantitativo y 15 de carácter cualitativo), agrupados en torno a ocho categorías principales (Energía y CO2, Transporte, Agua, Calidad del aire, Uso de tierra y edificios, Desechos, Saneamiento y Gobernanza medioambiental).
De las ocho categorías, Guadalajara aparece en Agua y Gobernanza medioambiental en la clasificación “muy por debajo del promedio”; en Energía y CO2, Transporte y Saneamiento en la clasificación “debajo del promedio” y en Calidad del Aire, Uso de Tierra y edificios y Desechos en la clasificación “promedio”.
Las otras tres ciudades mexicanas en el Índice de Ciudades Verdes de América Latina (Ciudad de México, Monterrey y Puebla), aparecen dos clasificaciones arriba que Guadalajara, es decir dentro del promedio. Estar en el promedio no es nada alentador para estas tres ciudades, pero lo es todavía menos para La Perla Tapatía, que en materia de sustentabilidad tendrá poco que presumir cuando en octubre próximo lleguen los invitados a la justa panamericana, provenientes de ciudades más “verdes” que la nuestra.
Entre otras cosas destacadas del informe, está la posición que ocupan las ciudades brasileñas en la tabla de resultados generales. De las 17 ciudades latinoamericanas que comprende el estudio, seis son brasileñas. Cuatro de ellas fueron clasificadas como encima del promedio (Belo Horizonte, Brasilia, Río de Janeiro y Sao Paulo) y una como muy por encima del promedio (Curitiba, claro está). Solamente una ciudad brasileña en el reporte, Porto Alegre, fue calificada como promedio. A este respecto, el reporte concluye que “existe un activo sobresaliente que es común entre las ciudades brasileñas incluyendo a Porto Alegre: unas fuertes políticas ambientales”.
La conclusión no puede ser más evidente. Algo han estado haciendo los gobiernos brasileños a lo largo de las últimas décadas junto con los ciudadanos para lograr reorientar el desarrollo de sus ciudades para acercarse al paradigma de la sustentabilidad. La coartada de que la sustentabilidad es cara y accesible solamente a países desarrollados muestra en este estudio debilidades que se antojan irrebatibles.
Referencias:
– El texto completo del reporte puede consultarse en:
– http://www.revistavivienda.com.ar/destacadas/sustentabilidad-para-17-ciudades-latinoamericanas