REFORESTARTE

Reforestar la ciudad es un arte.

Requiere no sólo la ancestral sabiduría de conocer qué árboles deben ir en qué espacios, sino también lograr resolver las distintas y complejas variables que influyen para que un árbol sobreviva en un ambiente ante amenazas determinadas.

La Zona Metropolitana de Guadalajara enfronta cada día un mayor deterioro ambiental, derivado de sus actividades económicas, sociales y políticas. Nunca antes nuestros árboles se habían habían visto sujetos a amenazas permanentes: talas por interponerse a obras viales; talas indiscriminadas por obstaculizar la vista espectaculares; mutilaciones salvajes por atreverse a rozar cables de todo tipo; tala total por arrojar “basura”.

Esta situación demanda mejores estrategias para amortiguar el deterioro ambiental y mejorar nuestra calidad de vida.  Por eso hoy más que nunca es muy importante la creación y conservación de las áreas verdes urbanas.

Así nació ReforestArte, un proyecto creado por jóvenes que pretende crear y difundir conciencia en la sociedad tapatía, acerca de la urgente necesidad de recuperar espacios verdes que le brinden a la ciudad una mejor imagen urbana y a sus habitantes una mayor calidad de vida.

En el proyecto Árbol ConSentido, entendemos el árbol como parte de nuestro patrimonio.  Un patrimonio finito pero renovable.  En esencia este proyecto lo que busca es generar y preservar patrimonio natural en los espacios urbanos, especialmente aquellos que están desaprovechados.

Un árbol puede caerse o ser talado en minutos, pero para que un árbol pueda alcanzar la  majestuosidad de su madurez puede tardar décadas.

Sembremos y cuidemos hoy el patrimonio que será indispensable mañana.

¿PARA QUÉ REFORESTARTE?

1.Para capturar hasta 2,350 kgs de bióxido de carbono en una hora.

2.Para producir, en el caso de árboles adultos, hasta 1.7 kgs de oxígeno molecular en una hora, lo cual representa en un día, el oxígeno necesario para 64 personas en el mismo lapso.

3 Para aumentar la humedad relativa del aire hasta en un 10% (bajo su sombra).

4 Para reducir la temperatura ambiental en el día hasta de 2°C, y por las tardes hasta de 5°C, bajo su sombra.

5 Para incrementar la cantidad de vapor de agua, cedida por una planta a la atmósfera, en el orden de los  350 a 800 litros.

6 Para filtrar hasta una tonelada de polvo en un año.

7 Para reducir la velocidad del viento hasta en un 50%.

8.Para diluir las emisiones radioactivas del aire y el sonido.

9 Para reducir hasta en 15 decibeles la contaminación por ruido.

10 Para proteger la piel humana de los rayos ultravioleta emitidos por el sol.

11 Para producir esencias medicinales o curativas.

Y SI LAS ANTERIORES RAZONES NO FUERAN SUFICIENTES:

PORQUE HEMOS PERDIDO LA SENSIBILIDAD DE OBSERVAR Y APRECIAR LA FORMA COMO UN ÁRBOL VISTE Y EMBELLECE  NUESTRAS CALLES Y NOS BRINDA UNA MEJORA SUBSTANCIAL EN LA CALIDAD DE VIDA!


CÓMO REALIZAR UNA BUENA REFORESTACIÓN

– Considerar a la ciudad como un ecosistema integrado.  El impacto y transformación del ambiente urbano por parte del hombre debe ser el más apropiado para mantener el ecosistema equilibrado.

– La arborización urbana debe integrarse a la planificación de la ciudad y a los servicios municipales básicos.

– Contar con un vivero que provea de las plantas necesarias y adecuadas en los tamaños mínimos permitidos.

– En las arborizaciones exitosas intervienen organizaciones o instituciones que disponen de técnicos y administradores para realizar de una manera eficiente el manejo de información, de personal, de los aspectos financieros, de las relaciones públicas, etcétera, y cuentan con el apoyo de autoridades municipales.

– Es importante llevar a cabo una adecuada promoción y concientización que suscite la protección y cuidado de los árboles por parte de la ciudadanía y que minimice el vandalismo.

– Se requiere concientizar a la ciudadanía de los beneficios que obtendrán al realizar esta intervención.

– Debe realizarse una socialización previa a la actividad y durante todo el proceso para que la comunidad participe voluntariamente en el momento de la siembra.

– Hay que realizar un seguimiento posterior a la actividad para monitorear la vegetación colocada y en caso de que alguna planta no se adapte colocar una nueva.

– Es muy importante asignar responsables en la comunidad para regar y dar mantenimiento.

Fuente: MORALES, Álvaro, “Forestaciones urbanas exitosas”, en CLAVIUS, La Jornada Jalisco,  Septiembre 2012