Jóvenes y tecnología

En la conversación del Ágora Viva de la semana pasada, Patty Mora, nos compartía datos del estudio que ella y Fernando Escobar están haciendo sobre los jóvenes y la tecnología.

A mí me llamaron la atención en especial los datos numéricos sobre los hábitos de consumo, como estos:

160420 jovenes y tec bis

En primer lugar, porque me refieren a mí misma. Me veo en esos números, y aunque padezco un poco de nomofobia (miedo irracional a estar desconectada del celular) porque sí me da miedo salir en la noche sin el aparatejo, me pregunto por ¿qué producen estos hábitos?

Patty apuntaba algunos elementos relacionados con el impacto en el cerebro, todo un ámbito que creo que vale la pena estudiar. Claudia Micher nos dejó también un recurso interesante para conversar (el compañero omnipresente). Pero más allá de eso (que no creo que sea trivial) ¿qué hacemos con los aparatejos? ¿qué hacen los jóvenes? ¿hay coincidencias entre nuestros hábitos? (buenos o malos) ¿hay puntos de encuentro?

Hablamos de que los jóvenes son cada vez más creadores de lo que les interesa, tienen los medios para ello. Lo hacen fuera de la escuela (porque la escuela no está ahí). Me gustaron mucho los ejemplos que Patty propuso sobre las actividades creativas de los jóvenes en y con estos aparatejos, como: escribir literatura en twitter, toda una nueva exploración con microcuentos, poesía; o generar imágenes creativas, relatos, con texto breve, en instagram; o las prácticas fanficción que reescriben historias conocidas y crean sus propios mundo; o booktubers que crean videos para compartir los libros que van leyendo.

¿Cómo, nosotros los adultos, usamos la red para expresarnos, para explorar nuevas posibilidades, para conectarnos con otros? ¿Son esas precísamente las práctias diferenciadoras?

Está también el otro lado de la moneda, claro: Patty mencionaba que hay mucha ansiedad en los jóvenes. Que la velocidad y la inmediatez que permiten las tecnologías favorecen esa ansiedad. Uno de los chavos que compartió en la sesión hablaba sobre cómo “esperar” sí causa ansiedad, pero cómo “esperar” (por ejemplo, la respuesta de una chica) también invita a prácticas diferentes más profundas, en este caso, en las relaciones interpersonales. Todo un tema, emociones, aparatejos, prácticas, jóvenes… que medio empezamos a conversar gracias a los aportes de Rosana Torres y la participación de los estudiantes.


Por lo pronto, les dejo la presenteción de Patty para que cada quién explore los datos y se haga sus propias preguntas:

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[el video de la sesión] [la recopilación de tweets]

[sigamos conversando #agoraiteso]