Recurso académico: lectura literal

Introducción

La lectura de comprensión ofrece una estrategia que aborda los textos para conocer y entender su contenido: lectura literal.

A continuación se detallan las características de la lectura literal.

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Contexto de uso

Cuando se aborda un documento para descifrar su contenido literal. Comprender lo escrito. Para la elaboración de un resumen.


Propósitos

Reconocer, recordar e identificar el contenido, por ejemplo, conceptos, nombres, personajes y sus rasgos, tiempo, ideas principales y secundarias, relaciones de causa y efecto, hechos, épocas y lugares. Apropiarse de los contenidos de un texto.

Este tipo de lectura permite traducir las ideas principales del texto en proposiciones lógicas. Se trata de la recuperación y discernimiento de las ideas constitutivas de un texto. Se puede abreviar como “leer las líneas” (Grey, 1960. Citado en Alderson, 2000).


¿Cómo se elabora?

  1. Hojea el documento (si está impreso) o revísalo de manera general (si es digital).

  2. Identifica y examina la función de los elementos paratextuales verbales e icónicos.
    Al identificarlos se puede recurrir al subrayado o toma de notas. Los paratextos verbales son: títulos, prólogos, índices, referencias bibliográficas, notas al pie, etc. Los paratextos icónicos son: ilustraciones, esquemas, fotografías, variaciones tipográficas, infografías, diagramación, etc.
    Ver ejemplo.

  3. Lee detenidamente el documento.
    Es aquí donde comenzamos a leer, identificamos términos nuevos y los buscamos en el diccionario si fuera necesario; discriminamos aquella información que parece útil y subrayamos aquellas ideas principales; escribimos notas de la información que parece relevante; escribimos a un lado de cada párrafo de qué trata con oraciones breves, o bien, palabras clave. Es recomendable identificar aquellas palabras que se repiten para identificar el tema. Cada persona tiene su propio estilo.

  4. Identificar el tema.
    Una vez leído el texto la pregunta básica para delimitar el tema de una lectura es ¿De qué trata el texto? o ¿De qué nos está hablando? Se puede identificar también porque se suele repetir las palabras o términos relacionados.
    Ver ejemplo.

  5. Identificar la idea principal o tesis general.
    Es recomendable leer con atención párrafo por párrafo e incluso, oración por oración. Se puede observar los conectores para identificar qué conexión existe, preguntarnos ¿Qué nos está diciendo o comunicando? ¿Qué tipo de relación tienen las oraciones de cada párrafo? ¿Qué relación tiene el párrafo con el anterior y con el subsiguiente?
    Ver ejemplo.

  6. Identificar las ideas secundarias o argumentos de apoyo.
    Esto es, reconocer aquellas ideas usadas por el autor para desarrollar el tema, o bien, defender o atacar la tesis u opinión. Para ello es necesario consultar las notas o el texto subrayado y/o volver a la lectura las veces necesarias.
    Ver ejemplo.

  7. Examinar conceptos clave, perspectivas teóricas o datos relevantes para el contenido.
    A partir de la lectura es posible identificar estos elementos.
    Ver ejemplo.

  8. Discernir las conclusiones del autor.
    Con base en las ideas presentadas ¿llega a una conclusión? ¿cuáles?
    Ver ejemplo.

  9. Releer todo el texto deteniéndose en información relevante.
    Una vez identificadas las ideas o argumentos y conclusiones del autor se recomienda releer el texto a manera de cerciorarse de tener toda la información relevante que constituye el mensaje del texto.

  10. Reproducir en algún medio escrito la progresión temática y desarrollo conceptual del texto.
    El propósito de realizar una lectura literal es apropiarnos de las ideas del texto relacionando la información nueva con aquella que ya conocemos. Finalmente, se puede elaborar un organizador gráfico o una síntesis o cualquier otro organizador que nos permita agrupar el contenido esencial del documento.
    Ver ejemplo.

 


Fuentes de consulta

Alderson, J. Ch. (2000). La evaluación de la lectura. Cambridge: CUP

Argudín, Y. y Luna, M. (2001). Libro del profesor. Desarrollo del pensamiento crítico. México: Universidad Iberoamericana y Plaza y Valdés.

Backhoff, E., Andrade, E., Sánchez, A., Peon, M. y Bouzas, A. (2006). El aprendizaje del Español y las Matemáticas en la Educación Básica en México: sexto de primaria y tercero de secundaria. México: Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación.

León, J. A. (1999) Mejorando la comprensión y el aprendizaje del discurso escrito: estrategias del lector y estilos de escritura en Pozo, J.L. y Monereo, C. El aprendizaje estratégico. Madrid: Santillana.

Oliva, A (2004) Aprender a leer para aprender leyendo. Buenos Aires: Universidad de Flores.

Pérez Zorrilla, M. (2005). Evaluación de la comprensión lectora: dificultades y limitaciones del sistema educativo. Revista Educación del Instituto Nacional de Evaluación y Calidad del Sistema Educativo. (Número extraordinario), 121-138. Accedido el 08 de abril, 2013, desde http://www.oei.es/evaluacioneducativa/evaluacion_comprension_lectora_perez_zorrilla.pdf

Sánchez González, Manuel (1 de marzo de 2017). Los beneficios de la inmigración. Recuperado de http://www.elfinanciero.com.mx/

Serani, M. (1997). La lectura. México: Paidós.