Hidratarse es más que saciar la sed

Laura Rodríguez – 06⁄03⁄2014

Cansancio, sueño, falta de energía -y no sólo la sed- son síntomas de deshidratación. Para que el cuerpo tenga un funcionamiento adecuado, todo el líquido que sale debe ser repuesto para lograr un balance hídrico.

“Se recomienda que el consumo de agua sea igual a las pérdidas que tenemos en el día. En promedio, perdemos entre dos y  2.2 litros al día. Normalmente, una persona orina entre un litro y litro y medio diarios. Por las heces, entre 100 y 200 mililitros. Y las otras pérdidas serían por la sudoración, la transpiración. Por la misma respiración que tenemos hay pérdidas que no son muy visibles, pero también estamos perdiendo agua. Lo que se busca como objetivo es que tengamos un balance hídrico, que tomemos lo que estamos perdiendo. No más, ni menos”, explica Luis Aarón Quiroga Morales, profesor de la Licenciatura en Nutrición y Ciencias de los Alimentos del Departamento de Salud, Psicología y Comunidad (DSPC) del ITESO.

El experto en nutrición clínica comenta que, en una mujer, el agua significa entre el 45 y 55 por ciento de su composición corporal; en un hombre, es del 60 al 65 por ciento. En los niños la cantidad es mayor. Es por ello que el cuerpo requiere del líquido para funcionar.

“Sin agua, nuestro cuerpo no puede obtener la energía que requiere de manera adecuada. Sin agua, el organismo no podría funcionar en cuestiones de lubricación, o para poder eliminar algún tipo de sustancias, porque también el agua se encarga de eliminar algunos componentes y nos ayuda a regular parte de la temperatura corporal”, señala.

La hidratación, refiere el académico, no se basa únicamente en el consumo de líquidos, sino también en alimentos como frutas, verduras, sopas y algunos lácteos, que también contribuyen a esta función.

“Pasa algo muy similar como con las personas, entre más grasa tenga el alimento, menos agua va a tener. ¿Qué buscamos entonces? Que no nada más sea de manera líquida, sino que busquemos alimentos que dentro de su composición también nos aporten agua”, dice Quiroga Morales.

¿Qué pasa cuando una persona no está bien hidratada?

Tener dos por ciento de deshidratación ya puede derivar en consecuencias en el organismo. Además de la sed, la boca reseca, se pueden presentar alteraciones como somnolencia y cansancio. Mientras mayor sea el porcentaje de deshidratación, es más fuerte el impacto en la salud, de acuerdo con el experto.

“Nuestro cuerpo, para aprovechar la energía, también produce más agua. Por eso decimos que nuestras pérdidas [de líquidos] deben ser igual a las cantidades que ingerimos para que el cuerpo no tenga un desbalance hídrico. El paciente que tiene un desbalance de este tipo complica todas sus funciones. Pasa en el atleta, pasa en la persona que no hace ejercicio. Y hay sintomatología dependiendo el grado de deshidratación que tenga la persona”, comenta.

“Por cada hora de actividad física, la persona se deshidrata, por lo menos, dos por ciento. Hay actividades que duran hasta tres, cuatro horas. Quiere decir que si no se lleva una adecuada hidratación, la persona se puede deshidratar hasta seis u ocho por ciento”.

Además, los efectos por la deshidratación son acumulables y tienen consecuencias en el organismo.

“Si hoy no tomé agua, entonces mi cuerpo, de alguna manera, siempre tiende a tener unas pérdidas muy similares. Puede ser que cuando el cuerpo empieza a ver que se está deshidratando, cambia un poco esas pérdidas. Por ejemplo, si orinaba más, si orinaba un litro o litro y medio, tal vez orine menos. Pero a veces la misma condición climatológica, el mismo calor, hace que tus pérdidas sean por otro elemento, en este caso, por la sudoración”.

Lo ideal, de acuerdo con Quiroga Morales, es que la hidratación se realice con agua natural, que no tiene contenido calórico, o con bebidas lo menos azucaradas posibles.

La “Jarra del buen beber”

Una referencia para una adecuada hidratación es la llamada “Jarra del buen beber”, que recomienda un consumo diario de seis a ocho vasos de agua natural, de cero a dos vasos de leche semidescremada y bebidas de soya sin azúcar;  de cero a cuatro tazas de té y café sin azúcar; de cero a dos vasos de bebidas no calóricas, endulzadas con edulcolorantes artificiales; medio  vaso de jugo de fruta 100 por ciento natural o leche entera. Además, se sugiere evitar o limitar el consumo de refrescos, concentrados de jugo y otras bebidas altas en azúcares.

Foto: Archivo

Effect of whole and ground Salba seeds (Salvia Hispanica L.) on postprandial glycemia in healthy volunteers.

Effect of whole and ground Salba seeds (Salvia Hispanica L.) on postprandial glycemia in healthy volunteers: a randomized controlled, dose-response trial.

Ho H1, Lee AS, Jovanovski E, Jenkins AL, Desouza R, Vuksan V.

Abstract

OBJECTIVE:

Incorporation of seeds into food products may attenuate postprandial glycemia. Whether these should be consumed as whole or in ground form is not known.

SUBJECTS/METHODS:

Using an acute, randomized controlled crossover design, the glycemic response of 13 healthy participants (6M:7F; 25.4±2.6 kg/m(2)) was studied on nine separate occasions. Test meals consisted of 7, 15 or 24 g of whole or ground Salba baked into white bread, and three control breads matched for energy, and macronutrient profile. Capillary blood samples were collected at fasting and over 2 h post consumption.

RESULTS:

A significant effect of dose (P=0.04), but no effect of form (P=0.74) or dose-form interaction (P=0.98) was found. No adverse events were reported.

CONCLUSION:

This study demonstrates that both ground and whole Salba are equally effective in attenuating blood glucose levels in a dose-dependent manner when incorporated into bread. Flexibility in the use of either the ground or whole seed may increase the ease of incorporation and acceptability as a dietary supplement.

Eur J Clin Nutr. 2013 Jul;67(7):786-8. doi: 10.1038/ejcn.2013.103. Epub 2013 Jun 19.

Chia (Salvia hispanica L) gel can be used as egg or oil replacer in cake formulations.

J Am Diet Assoc. 2010 Jun;110(6):946-9. doi: 10.1016/j.jada.2010.03.011.

Chia (Salvia hispanica L) gel can be used as egg or oil replacer in cake formulations.

Borneo R1, Aguirre A, León AE.

Abstract

This study determined the overall acceptability, sensory characteristics, functional properties, and nutrient content of cakes made using chia (Salvia hispanica L) gel as a replacement for oil or eggs. Chia gel was used to replace 25%, 50%, and 75% of oil or eggs in a control cake formulation. Seventy-five untrained panelists participated in rating cakes on a seven-point hedonic scale. Analysis of variance conducted on the sensory characteristics and overall acceptability indicated a statistically significant effect when replacing oil or eggs for color, taste, texture, and overall acceptability (P<0.05). Post hoc analysis (using Fisher’s least significant difference method) indicated that the 25% chia gel cakes were not significantly different from the control for color, taste, texture, and overall acceptability. The 50% oil substituted (with chia gel) cake, compared to control, had 36 fewer kilocalories and 4 g less fat per 100-g portion. Cake weight was not affected by chia gel in the formulation, although cake volume was lower as the percentage of substitution increased. Symmetry was generally not affected. This study demonstrates that chia gel can replace as much as 25% of oil or eggs in cakes while yielding a more nutritious product with acceptable sensory characteristics.

2010 American Dietetic Association. Published by Elsevier Inc. All rights reserved.

Nutrición medira la composición corporal con aire

El Laboratorio de Nutrición y Ciencias de los Alimentos del ITESO instaló un nuevo equipo de medición de grasa corporal que es único en Jalisco. Se trata de un pletismógrafo que mide la composición corporal por medio del desplazamiento de aire y que será destinado a la investigación y el uso en clínica, llamado Bod Pod.

Nutrición

El equipo contiene un aditamento que no se encuentra en ningún otro lugar del país, con el cual también se podrán hacer mediciones en niños. Texto Judith Morán Foto Luis Ponciano

Está Navidad, regálese un chequeo médico

Laura Arellano, académica de la Licenciatura en Nutrición y Ciencias de los Alimentos del ITESO, recomienda conocer el estado de salud para evitar padecimientos como el síndrome metabólico.

Un chequeo médico que permita conocer el estado de salud en el que se encuentra, podría ser su regalo ideal en esta temporada navideña.

Chequeo medico

“Yo recomiendo que los adultos nos hagamos un examen anual y, mucho más, los que tenemos familiares con diabetes o que hayan tenido infartos, porque tenemos más riesgo. Lo que a lo mejor a una persona que tiene antecedentes no le haría daño, a nosotros sí, porque tenemos más riesgo”, explicó Laura Arellano, académica del Departamento de Salud, Psicología y Comunidad del ITESO.

De esta forma será más fácil prevenir o atender a tiempo padecimientos como el síndrome metabólico.

“El síndrome metabólico es un conjunto de varios factores de riesgo que aumentan la posibilidad de que una persona se pueda enfermar de enfermedades cardiovasculares, como infartos, derrames cerebrales, embolia, problema del sistema circulatorio, o que tengan más riesgo de desarrollar diabetes tipo II”, agregó la profesora de la Licenciatura en Nutrición y Ciencias de los Alimentos.

Para que una persona tenga el síndrome metabólico, debe tener tres de los siguientes cinco padecimientos.

Obesidad en el área abdominal (más de 80 centímetros en mujeres y más de 90 centímetros en hombres). Esto se relaciona con enfermedades cardiovasculares. Triglicéridos séricos mayores de 150 miligramos por decilitro. Bajo nivel de colesterol bueno, conocido como HDL. Esto es menos de 40 miligramos por decilitro en hombres y, de 50, en mujeres. Glucosa elevada en ayuno, es decir, más de 100 miligramos por decilitro. Y presión arterial alta, alrededor de 130/85.

“El síndrome es algo que puedes revertir, porque se necesitan tener tres condiciones. Obviamente, va a haber momentos en que si mantienes los factores de riesgo durante mucho tiempo, ya no los vas a poder controlar sólo con dieta, los vas a tener que controlar con medicamento, y entonces ya tienes el síndrome. Pero al inicio, cuando empiezas a detectar que ya hay alteraciones en tus valores normales de glucosa, de lípidos, de peso, sí puedes revertirlos y salirte del riesgo. Regularmente, con que bajes de peso, triglicéridos mejora, siempre y cuando no sea hereditario, HDL mejora, la circunferencia disminuye y sales del riesgo”.

Sedentarismo, dieta inadecuada y estrés son algunos de los factores que propician estos males, que no afectan únicamente a los adultos.

“En el Hospital Civil, los jueves va un grupo de niños obesos, con síndrome metabólico, casi todos. Y ves chavitos de 7 años, 8 años, con presión arterial alta, ya desarrollando diabetes tipo II. Son niños que llevan papás obesos, que los han metido en una dinámica bien complicada, de estilo de vida, y son niños que deberían estar viviendo su infancia no en un hospital”, opinó Arellano Gómez.

Es por ello que la especialista recordó que los padres tienen la responsabilidad de que sus hijos se alimenten de manera adecuada.

“Son niños de 7 años, 10 años, y ya con problemas de gente de 50. ¿Cuántos años van a vivir? Se van a morir antes que sus papás. Si el niño está obeso o desnutrido no es culpa del niño. Los papás son los que tienen la responsabilidad de alimentarlo bien.  Un niño no tiene poder de adquisición, un niño no va a ir a ganar dinero, en la mayoría de los casos, y luego solito se va a ir al súper a comprar las cosas. Alguien le tiene que dar el dinero o alguien le tiene que comprar las cosas. Aquí la regla es que el niño decide cuánto comer y tú decides qué va a comer”, agregó.

Así que un chequeo médico, hacer ejercicio, controlar los niveles de estrés y tener una dieta saludable pueden ayudar a llevar una vida sana desde la infancia.

“Entonces, mi recomendación es que se hagan exámenes una vez al año, le inviertan un poquito a eso. Que estén al pendiente, cada temporada del año, qué frutas y verduras tenemos, para que las traten de consumir, cinco al día. Tomar agua, evitar las bebidas azucaradas. Los adultos, que reúnan al menos 150 minutos de actividad física a la semana. Si tienen exceso de peso, tratar de bajar. No necesitan bajar los 20 kilos ni llegar a su peso ideal, con que bajen el 10 por ciento del peso que tengan, disminuyen mucho el riesgo de síndrome metabólico.  Y con los niños, ya saben los papás que hay que invertirle a los hijos tiempo, dinero y esfuerzo”, concluyó.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) informó el mes pasado que México ocupa el segundo lugar en obesidad entre adultos y niños, entre los países que integran al organismo.

De acuerdo con estos datos, casi un tercio de los adultos mexicanos (32.4%)  sufrían de obesidad en 2012. Casi un tercio de los niños mexicanos también padece sobrepeso u obesidad. Texto Laura Rodríguez Foto Archivo