Las experiencias locales y la defensa de la vida campesina

Por Jaime Morales Hernández, académico del Centro de Investigación y Formación Social de la universidad [CIFS-ITESO] y miembro del Programa de Ecología Política del mismo centro. Desde hace más de 25 años trabaja con comunidades campesinas e indígenas en México y Centroamérica.

En el escenario actual de crisis en el medio rural, y ante las perspectivas que se presentan para el futuro, los movimientos sociales rurales y urbanos continúan proponiendo y construyendo alternativas ciudadanas en la búsqueda de alimentos para todos, del fortalecimiento de la agricultura familiar y de la sustentabilidad comunitaria. Los días recientes hemos sido testigos de las celebraciones del Día del Maíz en muchas comunidades y varias importantes ciudades de México, y en ellas las y los ciudadanos de este país, festejamos a nuestro maíz y a nuestra cultura nacida en torno a esta planta maravillosa y demandaron entre otras cosas: la cancelación de las siembras de maíz transgénico, las políticas públicas hacia la soberanía alimentaria, el cumplimiento del derecho a la alimentación y  la promoción de la agricultura campesina sustentable y familiar.

Como parte de estos procesos, el pasado fin de semana en el corazón del escenario rulfiano de “El llano en llamas”, en el Ejido San Isidro del municipio de San Gabriel, Jalisco, se llevó a cabo el encuentro “Sin Tierra no hay Maíz; Queremos Heredar Tierra, No Lucha”, donde participaron personas provenientes de todo el estado y pertenecientes a organizaciones y comunidades campesinas, organizaciones de la sociedad civil e instituciones educativas. El encuentro tuvo como ejes la defensa de la tierra, la defensa del maíz y la defensa del agua como elementos fundamentales de la vida campesina, y las discusiones se desarrollaron en torno a las experiencias y estrategias en distintas comunidades.

En el encuentro, las autoridades del Ejido San Isidro, dieron cuenta de su larga lucha en defensa de la tierra que viene desde 1939, cuando por resolución presidencias se les dotó de una superficie de 536 hectáreas de las cuales aún hoy no les entregan 280 has. y que actualmente están siendo explotadas por diversas empresas en la producción intensiva de cultivos de exportación altamente demandantes de agua y con un elevado uso de agro tóxicos. A lo largo de este tiempo la lucha de los ejidatarios ha recorrido todas las instancias jurídicas que establece la ley, y han sufrido la represión y el asesinato de líderes y asesores.

En este momento el ejido se encuentra en espera de la sentencia a favor del juicio interpuesto ante la autoridad, para que por fin se haga justicia y les otorguen la posesión de las hectáreas restantes para por dar cumplimiento total a la resolución de 1939. Las y los agricultores de San Isidro tienen una larga experiencia en la práctica de la agricultura ecológica y el comercio justo y han desempeñado un papel fundamental en la formación y capacitación de los habitantes del ejido y de la región, la intención de las autoridades locales es establecer este tipo de agricultura en las tierras que les corresponden, como una estrategia para favorecer la alimentación y salud de las familias de la comunidad.

Por ello en el marco del encuentro se formuló un documento llamado Declaración de San Isidro,  y que en su parte final señala “Las organizaciones presentes en el encuentro, exigimos a los tribunales correspondientes, apegarse al marco legal y dar satisfacción a las demandas de tierra del Ejido San Isidro para que le permitan a las y los campesinos sembrar sus alimentos y poder heredar a sus hijos un futuro digno”.

Acompañar y fortalecer los esfuerzos de las familias campesinas por defender su tierra, su maíz y su agua, es defender su vida, y también nuestros alimentos, y nuestras vidas, significa además caminar hacia relaciones más equitativas entre el campo y la ciudad y hacia una sociedad mexicana más justa, y más sustentable. El actuar y participar en estos movimientos ciudadanos, es ante todo un deber ético ante las generaciones futuras.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *