¿Turismo informativo o voyerista?

Por: Mileva Rolón Palomera, estudiante de Ciencias Políticas y Gestión Pública. Becaria en el Programa de migración del CIFS.

De repente me percaté que nos encontramos ya justo en la mitad del semestre, las tiendas departamentales comienzan a vender árboles de navidad. Dentro de unas seis semanas, vendrán los días de asueto y nos veremos de frente con las figuras navideñas y el personaje de barba blanca y traje rojo; seguramente como cada año los pórticos de las casas lucirán los destellos de las luces de colores. Me gusta esa época por estar relacionada con la familia, la reflexión y por qué no decirlo, con la empatía hacia el otro, pero también son vacaciones ¿cierto?, eso me llevó a preguntarme a dónde me dirigiría en esas fechas. ¿Consideraría hacer un viaje diferente este año?
Algunos quizá se inspiren por la playa, las montañas, o… como está retumbando en el país vecino: un recorrido por la frontera entre EU y México.

Esta es una de las más recientes atracciones turísticas de Gray Line, una oficina de viajes de Tucson, Arizona que ofrece dos veces al mes -y seguramente también ofrecerá en navidad- por

tan sólo 89 dólares. Foto: Sofía de la Peña En el recorrido se observa la experiencia del migrante que transita por ese territorio: mirar la valla fronteriza, vivir las condiciones extremas del desierto de Arizona por unas horas, en donde  han muerto más de 130(1)  inmigrantes de octubre del 2010 a agosto de este año o bien, notar el papel primordial que tiene un galón de agua bajo temperaturas de más de 40º C. ¡Todo esto desde la comodidad de un bus!


Esta llamada atracción turística enfatiza su finalidad en una controvertida concientización social, pues la idea fundamental del recorrido es que el visitante observe con sus propios ojos la experiencia de los inmigrantes al transitar por esta zona y al final forme sus propias conclusiones de la situación fronteriza. ¿Hasta qué punto el querer conocer una realidad lejana a tus condiciones de origen, sin el contexto y el referente necesario más que informar, se convierte súbitamente en una mala película de drama? en este caso llamada: “Crisis de las fronteras: realidad y ficción”, mala porque es difícil su comprensión, es como mirar llorar a los actores sin escuchar los diálogos. Lo espectacular de la experiencia la hace vendible, llamativa para los curiosos, más no excepcional y mucho menos formativa, pues se puede caer fácilmente en un burdo amarillismo.

Vale la pena matizar la postura de las experiencias de sensibilización, de las que por supuesto soy partidaria, siempre y cuando tengan un propósito relacionado al despertar social y no a la simple dicotomía de espectador- actor en escena. Esta última relación sólo hace notar las diferencias entre uno y otro, sin pensar más allá de lo evidente, no provoca cuestionamientos, ni dudas, sólo sacia la necesidad de conocer momentáneamente la realidad. Los orígenes, las causas o consecuencias de las conductas, quedan de lado.

El Padre Sean Carroll, SJ, Director de la Iniciativa Kino en Nogales, Arizona opina que “Somos conscientes de la necesidad de organizar experiencias para sensibilizar bien,  y no hacer un espectáculo o faltarles el respeto a las personas migrantes (por ejemplo, los y las deportados en Nogales, Sonora)”. El error no está en la existencia de este tipo de prácticas, sino en los evidentes vacíos con los que cuenta este caso en particular, por un lado el pobre contexto de migración que se les proporciona a las personas dentro del tour y por otro, la intervención de los actores que denotan parcialidad en el tema. (Por ejemplo, se realizan entrevistas con los vecinos estadounidenses pero de los mexicanos en cambio, no se conoce nada en el tour).

Recordemos además que la condición de vulnerabilidad que sufren los migrantes hoy en día se debe en gran medida a su concepción como mercancía, no sólo por parte de los grupos de delincuencia organizada, sino también de otros sectores, como esta empresa que, en aras de una dudosa concientización, también ve en los migrantes un negocio. Arizona, el escenario donde se realiza este tour, es la primera entidad de Estados Unidos que obliga a los patrones a usar un sistema federal de verificación electrónica para determinar si sus empleados están autorizados a trabajar de manera legal en el país, de igual forma en el 2008,  jugó un papel polémico a nivel internacional con la ley ISB1070 que dictaba como delito estatal que un extranjero no llevara consigo los documentos de registro requeridos por la ley federal.

Foto: Sofía de la Peña

En medio de esta problemática, nace esta extraña modalidad de turismo con el supuesto objetivo de mostrar a la población estadounidense las dos visiones: por un lado la de entender las condiciones de viaje de los inmigrantes, sobre todo los riesgos, y por otro, conocer la visión de los vecinos cercanos a la frontera, pues se lleva al turista a charlas con los rancheros de la zona para que se hable del porqué de su postura en contra de los que consideran un peligro.

Pagar un boleto para ver un escenario estigmatizado por la violencia desde un camión de lujo en un tour que dura 8 horas, evidentemente no permite empaparte de la problemática migrante, sino tan sólo acercarte como curioso. Definitivamente, ver la situación de violencia en la frontera abiertamente como negocio no ayudará a la creación de una solución.   Por cierto, si México se dejara influir por la idea de transformar los escenarios violentos en turismo, podríamos convertirnos en uno de los principales destinos en el mundo, sólo hace falta mirar hacia Michoacán, Nuevo León, Veracruz y Chihuahua para explotar el mercado.

La respuesta a la inquietud de conocer las condiciones de riesgo por las que atraviesan los migrantes en búsqueda de una mejor vida, definitivamente no está en el voyerismo. Si lo que se busca es tener una visión más cercana hacia el problema de la migración más allá de lo que dicen los medios de comunicación, no es necesario engrosar los bolsillos de una agencia de viajes, que al igual que los grupos de delincuencia organizada depositan interés económico en el migrante, aunque ciertamente de forma distinta, pues el primero pide tu colaboración.

¿Qué hace la empresa Gray Line con los ingresos que estos tours le generan? Quisiera pensar que los destinan para apoyar a los migrantes, ¿será?…

Mientras tanto, aparecen poco a poco las decoraciones de halloween, y yo sigo pensando dónde pasaré la navidad… / willow452@hotmail.com / Twitter: @celticmileva

(1) ROMO, Rafael. CNN, Un recorrido turístico muestra la vida migrante en la frontera México-EU, consultado el 06 de octubre de 2011.

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