Sentimientos vivos para edificios inertes: Enric Miralles


Fuente: edgargonzalez.com   http://www.edgargonzalez.com/2013/07/17/sentimientos-vivos-para-edificios-inhertes-enric-miralles/

“Dibujar no es sólo dibujar, es cortar, buscar, pegar, mezclar, amontonar, gritar, mirar…”. Hace unos días se cumplían 13 años de la muerte de Enric Miralles y Anatxu Zabalbeascoa recogía en su décimo aniversario este  y otros fragmentos, pequeñas huellas que el arquitecto fue dejando en compañeros, alumnos y amigos.

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_enric_edgargonzalezEnric Miralles empezó su carrera con el equipo de Albert Viaplana y Helio Piñón. Junto a Carmen Pinós creó su propio estudio y posteriormente abrió EMBT junto a Benedetta Tabliabue, llevando a cabo en ambos proyectos de gran reconocimiento internacional.

Todos los que tuvieron la oportunidad de conocerle o convivir con él destacan la humanidad de su trabajo, como su mirada y sus investigaciones iban más allá de los edificios, del espacio a intervenir para buscar y crear armonía con el paisaje y así reforzar su significado.

Sus propuestas eran ambiciosas, con mucha ilusión detrás y calidad, una calidad que lograba construyendo con el entorno, estudiando todos los fragmentos, reinterpretando y transformando mediante la superposición de capas. Estas capas se construyen con el tiempo y lo absorben beneficiándose y transformándose al unísono. Su forma de absorber cada momento es envidiable, como si de un viaje se tratase, los edificios aprendían durante su creación hasta detenerse hábilmente en la estación oportuna. Mientras sus inquilinos crecen en ellos, aprenden, en una dicotomía entre lo público y lo privado en los que ambos forman parte del otro: relacionándose, aportando y recibiendo.

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Su obra no ha terminado de ser estudiada y no dudo que seguirá llenando muchas publicaciones y en todas los materiales ocuparán un capítulo importante. Una técnica de adición de materiales que al igual que las escenas cotidianas que busca que tengan lugar en su entorno han de ser encuentros naturales, improvisados… Y es que su modo de construir buscaba una arquitectura humanizada, impulsando a quien la miraba o disfrutaba a interactuar con ella y con la escena urbana que acaparaba y definía. Nunca buscó negar su naturaleza, todo lo contrario, jugar con ella, con sus funciones ya sean estructurales, de cerramiento u ornamentales. Los materiales aportan profundidad, cualidades originales cuya finalidad en el juego de su proceso constructivo le ayudaban a poner el edificio en contexto, en dependencia del entorno.

Su trabajo delata la vitalidad de este genio, su ansia por relacionar al lugar, el edificio y el habitante y su pasión por buscar fuerza, armonía y pasión en sus obras