Conservación del patrimonio, acento de la Bienal de Venecia


Frontispicio de la iglesia de San Lorenzo, sede permanente de México en la bienal, para cuya restauración se destinarán 1.5 millones de euros Foto Ericka Montaño Garfias

Fuente La Jornada por: Ericka Montaño Garfias.

Una de las constantes dentro de la Bienal de Arquitectura de Venecia, en su 13 edición, ha sido el reconocimiento a Italia en general, y a esta ciudad en particular, por los trabajos de restauración y conservación de su patrimonio histórico. Dos ejemplos dentro de las Bienales de Cine y de Arquitectura, que comenzaron esta semana, son la proyección de películas restauradas y la rehabilitación de la Sala d’Armi, donde se encuentra el Pabellón de Argentina, en el Arsenal, sede del encuentro de arquitectura.

Caminar por las callecitas de Venecia o durante los traslados en vaporetto permite ver una ciudad donde varios edificios son sometidos a labores de conservación. Algunos inmuebles se encuentran cubiertos con malla en toda su estructura, mientras otros trabajos conviven con los visitantes, como el museo de l’Accademia, donde andamios y protecciones se añaden a las obras de arte, como ocurre en las salas X y XI.

Precisamente en este recinto, en otra sala, comenzó este jueves la exhibición del resultado de uno de los trabajos de restauración más impresionantes: el del cuadro La huida de Egipto, de Tiziano, considerada su primera obra maestra y restaurada en los talleres del Museo del Hermitage.

Tiziano nunca visto, La huida de Egipto y la gran pintura veneciana es el nombre de la muestra que también incluye obras de Giovanni, Bellini, Giorgione, Cima da Conegliano, Sebastiano del Pombo y Durero, entre otros.

La huida de Egipto, pintada en 1507, fue adquirida en 1768 por Catalina La Grande, y pertenece ahora a la colección del Hermitage, en San Petersburgo, donde comenzaron los trabajos para limpiar el paso del tiempo, en 1999, y en los que se emplearon también rayos infrarrojos, para devolverle su esplendor original. Tras la restauración, la National Gallery de Londres le dedicó en abril pasado una exposición temporal, y esta es la primera vez que el cuadro regresa a Venecia. Una vez que finalice su temporada en las salas de l’Accademia, el próximo 2 de diciembre, regresará a San Petersburgo, de donde, por cierto, nunca había salido.

David Chipperfiel, director de la 13 Bienal de Arquitectura, reiteró el miércoles durante la inauguración que no es casualidad que la principal exhibición de arquitectura se realice en Venecia. En la introducción al encuentro, que se encuentra en una serie de documentos que se entregaron a la prensa nacional y extranjera en los días previos a la inauguración, Chipperfield destaca que la arquitectura de Venecia, modesta o grandiosa, se combina con la laguna para crear algo más allá de la naturaleza.

Añade: Contra cualquier pronóstico, Italia se mantiene como el hogar espiritual de la arquitectura y es aquí donde se entiende por completo la importancia de los edificios, no como espectáculo individual, sino como manifestación de valores colectivos y sus adecuaciones para la vida diaria.

Fue en Venecia donde en 1964 se firmó la Carta Internacional sobre la conservación y la restauración de monumentos y sitios, también llamada Carta de Venecia 1964, en el segundo Congreso Internacional de Arquitectos y Técnicos de Monumentos Históricos, adoptada por Icomos el año siguiente.

Dicho documento establece: “Cargadas de un mensaje espiritual del pasado, las obras monumentales de los pueblos continúan siendo en la vida presente el testimonio vivo de sus tradiciones seculares. La humanidad, que cada día toma conciencia de la unidad de los valores humanos, los considera como un patrimonio común, y de cara a las generaciones futuras, se reconoce solidariamente responsable de su salvaguarda. Debe transmitirlos en toda la riqueza de su autenticidad.

Por tanto, es esencial que los principios que deben presidir la conservación y la restauración de los monumentos sean establecidos de común y formulados en un plan internacional dejando que cada nación cuide de asegurar su aplicación en el contexto de su cultura y tradiciones.

Hoy se realiza la restauración de la Sala d’Armi del Arsenal, una de las dos sedes de la Bienal de Arquitectura. Estos trabajos comenzaron con la inauguración del Pabellón de Argentina, quien tiene la concesión para su uso durante 22 años, y asume el costo de su restauración. (Sin ir más lejos, otro de los proyectos vigentes de restauración es el de la Iglesia de San Lorenzo, inmueble en el cual México invertirá 1.5 millones de euros en los próximos años, de acuerdo con un convenio de comodato que le permite utilizarlo como pabellón permanente.)

En cuanto a la cinematografía, que en este momento tiene literalmente todos los reflectores hacia la 69 Muestra de Cine, este año se restauraron tres filmes para su proyección

Il caso Mattei fue filmada en 1972 por el director Francesco Rosi, quien este viernes recibe el León de Oro por su trayectoria.

Otra cinta es Porcile, una de las películas menos conocidas de Pier Paolo Passolini, y la tercera es Stromboli terra de Dio, filmada en 1950, la cual marca el inicio de la relación personal y profesional de Ingrid Bergman y Roberto Rosselini.

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