Sobre el Less is More ó la desaparición de los elementos arquitectónicos.


Con la celebración de los 126 años del nacimiento del arquitecto alemán Mies van der Rohe, se han producido una buena cantidad de publicaciones electrónicas que nos hablan tanto de la vigencia de su obra, como del interés que aún existe en ella alrededor del mundo. Desde el doodle que Google ha realizado para éste día, con un dibujo que muestra el Crown Hall de Chicago con la palabra GOOGLE detrás de su fachada de cristal; hasta una infografía publicada por Archdaily que celebra el aniversario con una serie de highlights de la vida profesional de quien en otro momento habría de llamarse Maria Ludwig Michael Mies.

Less is more, es un aforismo utilizado por Mies – frase original de un poema de Robert Browning titulado Andrea del Sarto, (called the Faultless Painter) – que describe su manera de abordar el proyecto de arquitectura y que después sería emparentado por los historiadores con el minimalismo – y que alude en gran medida a la depuración del diseño con la finalidad de obtener claridad constructiva, formal y espacial. Sin intentar desmembrar filosófica ó históricamente – al menos en este momento – la profundidad de dicha frase lapidaria, propongo una sencilla reflexión en la que es posible reconocer una actitud de reducción compositiva en su arquitectura.

Durante su etapa americana, Mies tendrá la oportunidad de poner en práctica unas ideas en gran medida determinadas por la industrialización del acero para la construcción. Como si de un laboratorio de pruebas se tratara, es en el campus del IIT en Chicago donde es posible observar la concreción de un lenguaje, al advertir como Mies ensaya una manera de hacer que se va depurando hasta conseguir una forma, por la cual será internacionalmente conocido. Muchos edificios en dicho campus comparten ese lenguaje compuesto por estructuras de acero a la vista y tapas híbridas en cristal y ladrillo; siendo los más sobresalientes el Minerals and Metals Research Building y el Siegel Hall. Este último caracterizado, entre otras cosas, por la esquina rehundida y vestida en metal que permite “girar” la fachada correctamente. El problema clásico de las esquinas de un edificio será atendido por Mies con gran rigor a lo largo de su obra. Véase por ejemplo el caso de los edificios localizados en el 860-880 de Lake Shore Drive en Chicago. En ellos, su autor se esfuerza para realizar una esquina tectónica a través de la superposición de elementos metálicos asociados a la columna, que conservan la idea de una estructura metálica a la vista1. Se advierte en dicha esquina la voluntad de producir una simetría visual que permita a la fachada girar con claridad y obtener – entre otras cosas – un prisma cuyas caras se comportan de manera similar en sus 4 costados, poniéndolas en sintonía con su planta centrífuga.

Todavía en el edificio más celebrado del IIT – el Crown Hall – Mies ensaya el encuentro de fachadas con gran trabajo constructivo, aunque para éste edificio la esquina ya no contiene la columna. La estructura portante ha sido desplazada de la esquina sin embargo, los elementos verticales ó mullions, conservan la idea de estructura vertical repetitiva a lo largo de las cuatro fachadas y es en la esquina donde sucede una especie de apoteosis formal a través de sus elementos constructivos. Las ocho columnas unidas a las trabes peraltadas que transcurren por encima de la cubierta desde la fachada principal y hasta la posterior, son las encargadas de soportar la totalidad de la estructura.

1.- La estructura metálica fue recubierta de concreto por normativa de edificación del departamento de bomberos. Mies posteriormente reviste las columnas con acero para conservar la apariencia metálica del edificio.

El clasicismo asociado a la imagen de ese edificio, reside en parte en la simetría estructural, en los elementos verticales antes mencionados – que dicho sea de paso no tocan el suelo – en el tratamiento de las esquinas del edificio y en la idea de basamento; que para este edificio – y en otros posteriores – está vacío debido a que contiene una planta semi-subterránea.

El desarrollo formal de la obra de Mies a lo largo de los años, que va desde el neoclasicismo más cercano a la figura de Sckinkel, el Neoplasticismo y su etapa madura americana, tienen como base un lenguaje clásico y universal que en edificios como la casa Farnsworth y la Neue Nationalgalerie de Berlín encontrarán su punto máximo de desarrollo. Aquel tratamiento al detalle de las esquinas en el cual Mies se recrea constructivamente hablando, para el caso de la vivienda que el arquitecto levantó – nunca mejor dicho – para Edith Farnsworth frente al rio Fox, ha desaparecido. Los pilares se han retrasado con respecto a la esquina habilitando un vacío donde antes había un arduo trabajo de diseño. Esto es particularmente notorio en el costado de la casa donde se encuentra la terraza y la plataforma de ingreso: la esquina es solo aire. Para el lado contrario de la vivienda – ahí donde se encuentra la habitación – en las esquinas si es posible observar un encuentro entre perfiles metálicos que sujetan los fijos de cristal; más no una columna como tal. Para el caso de la Neue Nationalgalerie, liberar la esquina significa habilitar la esquina del edificio con espacio. Al retrasar la fachada de cristal con respecto a las columnas – la cella para un templo clásico – y al colocar las columnas fuera de la esquina, el edificio tiene la capacidad de “girar” su fachada libremente a través del nuevo espacio que se produce con dicha operación. Sus cuatro fachadas – estructuralmente hablando – se comportan idénticas. Para Livio Vacchini éste edificio “…Es la síntesis que se esperaba desde hace 2.500 años. No hay columnas en las esquinas; la estructura gira, el edificio no está orientado, es público. Borromini daría su aprobación. El edificio es sólo estructura, no hay relleno.”2

Desde siempre, Mies van der Rohe ha trabajado con gran cuidado los interiores de sus edificios. El acondicionamiento del espacio interior es una preocupación de la cual dan cuenta tanto los espacios expositivos realizados con Lilly Reich, como sus clásicas perspectivas interiores a manera de fotomontajes para las casas Resor, Hubbe y el conjunto de las casas patio. En la Neue Nationalgalerie, desde el punto de vista del espacio interior, las columnas se manifiestan poco. Se desdibujan mientras uno observa el paisaje urbano de Berlín desde su podio. Parecieran pertenecer solo al ámbito exterior. El color negro de su cubierta hace que ese tremendo entramado disminuya su presencia. Siempre me ha parecido un razonamiento parcial, aquel que afirma que a Mies le gustaba mostrar la estructura de sus edificios por el exterior. Prefiero pensar que su objetivo más bien consiste en manifestarla poco en el interior; de hacerla desaparecer. Las imágenes de la Neue Nationalgalerie en las que aparecen las cortinas cerradas detrás de la fachada acristalada son esclarecedoras al respecto. Tal es el caso de las fotografías tomadas por Reinhard Friedrich para la exposición sobre Mondrian con la cual se inauguró el edificio. El techo interior “flota” sobre los cerramientos textiles; las columnas han desaparecido del espacio interior. Lo mismo sucede en la casa Farnsworth; las columnas han sido tangencialmente soldadas a la estructura metálica del suelo y el techo de manera que no “pertenecen” al interior. Incluso las columnas que soportan la plataforma de entrada, se detienen centímetros antes de alcanzar el lecho alto del canal perimetral que la forma; como para no ser advertidas desde el interior. De tal manera que lo que queda a la vista es solamente el acondicionamiento del espacio interior, formado por los revestimientos del suelo, del núcleo central de madera, las cortinas y el mobiliario.

Por : Alejandro Guerrero G. 17 de mayo de 2012.

2.- Vacchini Livio, Obras Maestras, GG, Barcelona, 2009.