Escultura urbana Panamericana


Por Adrián Guerrero
“El sentido del lugar es un núcleo profundo de la existencia humana”,
Edward Relph.

Un individuo no es distinto de su lugar; desde y en ese lugar, se forma y forma su entorno acorde a su cultura, así como a la situación geográfica en donde se desenvuelve. Esto lo particulariza, le da identidad como individuo o como grupo de personas que se desarrollan en dicho núcleo social. Conforme camina la globalización, los lugares distintivos se van erosionando y van perdiendo fuerza, dando paso a la deslugaridad, es decir a los no lugares, a paisajes estandarizados, insensibles, insignificantes y sin gusto.

Apoyando lo que antes menciono, nuestras calles, nuestros parques, nuestros lugares públicos son el equivalente a lo que sería un patio o un pasillo dentro de nuestra casa particular, es decir, son nuestros patios, nuestros lugares públicos de la gran casa de los tapatíos que es Guadalajara.

Observándolo desde esta óptica, cuando algo se pone sobre estos espacios nos afecta directamente a nuestro sentido de pertenencia, es decir, a sentirlo más propio o más ajeno según sea el caso. Subrayaría entonces la gran responsabilidad que tienen los gobiernos municipales en saber adecuar y mantener los espacios con dignidad y con calidad. Es justo ahí donde centro mi atención en esta ocasión, con un ejemplo que es muy ilustrador y muy cuestionable y me refiero al camellón de la avenida Pablo Neruda, donde de una manera muy atinada han rescatado un espacio que desde siempre se ha utilizado como un parque lineal; antes correr por ahí era toda una odisea entre agujeros, banquetas mal terminadas, tuberías expuestas, y demás obstáculos.

Esta dignificación de este espacio responde a las múltiples adecuaciones que está recibiendo Guadalajara con motivo de los Panamericanos. Al final va a ser una vialidad muy procurada por los jugadores tanto nacionales como internacionales, así como por los medios de comunicación de todo el mundo. Pero existe un pequeño gran detalle en todo esto, en donde se manifiesta la calidad con la que están haciendo las adecuaciones y remodelaciones en estos espacios; me refiero al conjunto de láminas, tubos y placas con pretensiones de esculturas que colocaron a lo largo del parque lineal.

Primeramente me parece reprobable que existiendo un sinnúmero de artistas en Guadalajara muy reconocidos, se proponga a alguien sin la más mínima experiencia (se nota en la manufactura) a realizar piezas urbanas. A la mayoría se le han ido colocando remiendos estructurales por un claro desconocimiento de los materiales utilizados.

Sin dejar de lado que estas piezas no están preparadas o diseñadas para estar en un entorno urbano, no estoy seguro que logren llegar en las condiciones actuales a la fecha de los Panamericanos. Me parece que además de manifestar la manera como se están haciendo las cosas para esta justa deportiva, igualmente se manifiesta el poco conocimiento e interés que existe en el arte urbano por parte de las autoridades.

Me avergüenza que nuestros visitantes internacionales vean estas piezas representando nuestra plástica y su calidad. Esto abona a que el sentido de pertenencia de las calles se vea afectado y los ciudadanos no quedemos invitados a cuidar lo nuestro. Esto me deja con un sentir de que al cuarto para las doce se están organizando unos juegos Panamericanos, así como en estas piezas del camellón, llenas de remiendos y con materiales baratos para cumplir en un momento dado para una justa internacional, y no para realmente dejarle a la ciudad una aportación real, como han anunciado con bombo y platillo.

Por: Adrián Guerrero egresado del la Escuela de Arquitectura ITESO.
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